La checa Barbora Krejcikova, que luchó esta temporada con una lesión de espalda, renació en Wimbledon, ganando el sábado en la final a la italiana Jasmine Paolini, por 6-2, 2-6 y 6-4, logrando su segundo título de Grand Slam.
Krejcikova, de 28 años, solo había ganado tres partidos en los últimos cinco meses antes de añadir Wimbledon a su palmarés, después de haberse impuesto en Roland Garros en 2021.
La checa, que fue número dos del mundo, ascenderá el lunes al puesto diez del ránking de la WTA, tras derrotar a la italiana, que pierde su segunda final de Grand Slam de la temporada, después de caer derrotada en Roland Garros ante la polaca Iga Swiatek.
Paolini perdió también la ocasión de ofrecer a Italia el primer título de Wimbledon de la historia, tres años después de que Matteo Berrettini también fuera finalista.
El título de Krejcikova en Wimbledon llega 26 años después de que su maestra, Jana Novotna, que murió debido a un cáncer en 2017, se impusiera también en la hierba londinense.
"Antes de morir, me dijo que yo tenía que ganar un título de Grand Slam. Y lo hice en París en 2021, pero nunca soñé en ganar el mismo trofeo que logró Jana", dijo Krejcikova tras su triunfo en Londres.
"Estuve lesionada y enferma, por lo que no tuve un buen inicio de temporada y ahora he ganado Wimbledon. ¿Qué pasó?", dijo, sorprendida.
"Nadie va a creer que gané Wimbledon. Yo tampoco me lo creo todavía", añadió.
La checa, en un partido igualado, hizo valer la mayor potencia de su servicio (cinco aces frente a dos de la italiana), logrando un 73 por ciento de los puntos de su primer saque, frente un 65 por ciento de su rival.
El primer juego del partido, en el que la italiana perdió su saque, hizo pensar que el duelo sería de claro dominio de la checa.
Paolini cedería dos veces su servicio en ese primer set, para acabar perdiendo esa primera manga por 6-2.
Pero en el inicio del siguiente set, Paolini lanzó una aviso de que no se había rendido, rompiendo el servicio de la checa en el segundo juego, para colocarse con un parcial de 2-0 en esa manga.
Paolini, empujada por el público, se recuperó, rompiendo otra vez el servicio de su rival, para ganar esa segundo set por 6-2.
Pero cuando el partido estaba igualado en el tercero, Paolini cometió varios errores, incluida una doble falta, que le hicieron perder el servicio en el séptimo juego.
Tras romper el servicio a su rival y ponerse en ventaja de 4-3, la checa acabó ganando ese definitivo set por 6-4.
Con su victoria, Krejcikova logró el octavo título individual en su palmarés, aunque ya había ganado dos veces Wimbledon en dobles, una especialidad en la que ha logrado todos los títulos de Grand Slam y un oro olímpico.
La checa dio a su país el segundo triunfo seguido en Wimbledon, tras la victoria de su compatriota Marketa Vondrousova en 2023.
Paolini, también de 28 años, de padre italiano y abuelos ghanés y polaca, por parte materna, en la séptima final de su carrera, no logró sumar un tercer título a su palmarés, después de haberse impuesto en Dubái este año y en el torneo esloveno de Portoroz en 2021.
A la italiana le quedará el consuelo de haber alcanzado la final de Wimbledon, después de no haber superado nunca la primera ronda del torneo londinense en sus seis participaciones anteriores.
"Estoy triste, pero trato de seguir sonriendo. Tengo que pensar que hoy sigue siendo un buen día. Recuerdo haber visto Wimbledon cuando era niña animando a Roger Federer, por lo que estar aquí ahora es una locura. Han sido dos semanas hermosas", dijo la italiana.
RGS