Joven, atrevido y carismático, el estadunidense Ben Shelton y su prodigioso brazo izquierdo, capaz de servir a 240 km/h, quiere interponerse en el camino de Novak Djokovic hacia la gloria en las semifinales del US Open.
Shelton, de 20 años, es el estadunidense más joven en semifinales del Grand Slam de Nueva York desde Michael Chang en 1992.
Con su lugar 47 de la ATP, Shelton es también el quinto jugador no sembrado en llegar a estas semifinales en este siglo. Únicamente el australiano Mark Philippoussis logró llegar a la final sin ser cabeza de serie.
El duelo del viernes frente a Djokovic, que avanza decidido hacia su vigesimocuarto título de Grand Slam, es la culminación de la primera temporada como profesional de Shelton, una estrella nacional del tenis universitario.
Hijo y pupilo del exjugador Bryan Shelton, el explosivo jugador de Atlanta dio su primer aviso en enero al llegar a cuartos de final del Abierto de Australia.
Desde Melbourne compitió en 18 torneos sin poder encadenar dos triunfos seguidos, pero en Flushing Meadows su tenis valiente y su arrolladora personalidad han conquistado a un público ávido por celebrar un triunfo local por primera vez desde Andy Roddick en 2003.
La noche del martes, Shelton salió victorioso de una batalla ante su compatriota Frances Tiafoe, quien vivió una aparición parecida en el pasado US Open hasta caer ante Carlos Alcaraz en semifinales.
"He dado algunos pasos adelante físicamente después de estar un año entero en el circuito", dijo Shelton sobre su desarrollo.
Brazo de 'quarterback'
El football americano fue la primera pasión deportiva de Shelton, donde llegó a destacar como mariscal de campo en su infancia.
"Acepté a una edad temprana que el tenis probablemente no iba a ser lo suyo", recuerda su padre, Bryan Shelton, quien llegó a ocupar el puesto 55 de la ATP y ganar dos títulos.
"Pensé que jugaría deportes de equipo. Él es mucho más sociable que yo en esa etapa. Es totalmente extrovertido y tiene mucha energía", señala. "A mí mis padres no me dejaban jugar al football, pero yo siempre dije que si mi hijo quisiera, le dejaría".
Aunque su interés acabó virando hacia el tenis, Shelton mantiene ese carácter expansivo en la cancha, donde le gusta mostrar su bíceps a la grada después de conectar sus descomunales aces, los más veloces del torneo.
Conectado con el tenis por su padre, Shelton decidió a los 12 años enfocarse solo en este deporte.
"Pensé que podría tener más futuro en el tenis", explicó. "Obviamente el football es muy duro para tu cuerpo. No sé cuánto tiempo más quería mi madre que siguiera recibiendo golpes".
"Con mi padre jugando como profesional y siendo entrenador universitario, definitivamente había muchas ventajas en elegir un deporte en el que es un experto", argumentó.
"Cosas diferentes y disruptivas"
Bryan Shelton tomó bajo el ala a su hijo, guiándolo hasta el título nacional de 2022 con la Universidad de Florida y ahora en sus primeros pasos en el circuito profesional, comenzando por el primer viaje de su vida fuera de Estados Unidos para el Abierto de Australia.
La progresión de Shelton pasará el viernes el mayor de los exámenes frente a Novak Djokovic, el tenista masculino más ganador de la historia en los torneos grandes.
En su primer duelo ante el legendario Nole, Shelton lo apuesta todo a sorprenderle con su estilo de juego, que oscila entre el riesgo y la temeridad. Con una confianza a prueba de bombas en su servicio, a Shelton no le importó cometer el martes varias doble faltas seguidas cuando servía para ganar un set ante Tiafoe.
"Uno sabe lo sólido y lo duro que (Djokovic) es mental y físicamente pero también creo que, con mi estilo de juego, es una ventaja jugar contra alguien que nunca se ha enfrentado a mí", destacó.
"Creo que puedo aportar cosas que no se ven en un partido normal en el circuito. Trataré de poner algunas cosas sobre la mesa que sean diferentes y espero que disruptivas el viernes", auguró Shelton, que ya tiene un lugar asegurado en el top-20 de la ATP.
MEB