Todavía era una adolescente cuando se convirtió en la tenista de menor ranking (54º) en ganar Roland Garros y la primera polaca en conquistar un Grand Slam. 19 meses después de aquella edición pandémica en París, Iga Swiatek presume el máximo ranking de la WTA y si consideramos que en mayo 2018 todavía era junior y era la 418º del mundo, no hay duda de que estamos ante una de las caras representantes del tenis actual y a futuro.
La inspiración de Iga por jugar tenis llega después de ver a su hermana mayor Agata hacerlo y con la motivación de imitarla y vencerla. Su padre Thomas fue olímpico en 1988 y le heredó su pasión por el deporte. En 2016 comenzó a competir y dos años después se coronó en la categoría junior en Wimbledon, antes lo había hecho en dobles junior de Roland Garros.
Ahora la número 1 del mundo llegó al Abierto de Francia con una racha de 28 victorias y conquistando los últimos cinco torneos que había disputado, cuatro de ellos de categoría WTA 1000 y un 500. En total suma ocho títulos en el circuito con un premio acumulado de casi 9 millones de dólares.
No hay duda que su fuerte es la arcilla, pero tiene la edad para madurar y mejorar en las superficies de Wimbledon y US Open, donde solo ha llegado a octavos de final. Este año en el Abierto de Australia llegó a semifinales y tras el retiro de AshleighBarty, ascendió al número 1 en marzo y se convirtió en la jugadora 28 en la historia en lograrlo.
Si no levanta el trofeo en la presente edición, será una sorpresa, por más de que el circuito femenil vive de ellas. Pero por el momento, esta época le pertenece. De ganar una vez más Roland Garros llegaría a la racha invicta de 35 partidos, igualando el récord histórico de Venus Williams en el 2000.
ZZM