No hay duda de que Nick Kyrios atraviesa el mejor año de su carrera como profesional, algo que quedó demostrado al disputar la final de Wimbledon y al llegar a cuartos de final en Nueva York, su mejor actuación. Además suma cuatro títulos en 2022, uno de singles conseguido en Washington. En los últimos tres meses, ha alcanzado su más alto nivel en cancha con 27 años, sin embargo, el australiano no abandona por completo la actitud que lo ha hecho protagonizar polémicos titulares en la prensa internacional.
Tras su gran victoria en cuatro sets donde eliminó al No. 1 del mundo y campeón defensor del US Open, Daniil Medvedev, el Grand Slam dio a conocer los detalles de una nueva multa debido a que en los micrófonos del estadio se escucharon las palabras que dedicaba a la gente en su palco, agregando 4 mil dólares por “obscenidad audible” a otras dos multas económicas que ya había recibido en la última semana.
Los comentaristas en Estados Unidos tuvieron que pedirle disculpas al público durante la transmisión por lo que podían captar los micrófonos. Kyrgios perdió la concentración en el primer set y gritó “Díganme a donde diablos sacar”, “Tres malditas veces. Digan algo. Maldita sea”.
El No. 25 del mundo ya había recibido el monto más alto a pagar en el torneo tras su duelo de segunda ronda donde escupió y gritó obscenidades también, 7 mil 500 dólares. También después de su victoria en primera ronda ante su amigo y pareja de dobles Thanasi Kokkinakis había sido multado con 4 mil. El monto total a pagar hasta el momento para Kyrgios es de 15 mil 500 dólares.
La realidad es que hablar consigo mismo en voz alta y jurar ante las personas en su palco, que incluyen a su novia Costeen Hatzi, exigiéndoles que lo apoyen, se ha vuelto una especie de ritual y rara dinámica de motivación para Nick Kyrgios.
JR