A un año del drama de haber sido deportado al negarse a ser vacunado para el coronavirus, el serbio Novak Djokovic ya está de vuelta y listo para disputar el Abierto de Australia que se jugará del 15 al 29 de enero en Melbourne Park.
Al nueve veces ganador del Open de Australia y 21 veces campeón de un Grand Slam se le había levantado una prohibición automática de visado de tres años por el incidente, que le impedía regresar hasta el 2025, mismo que fue revocado este noviembre.
"[El] Abierto de Australia ha sido mi Grand Slam más exitoso", añadió. "Allí he tenido algunos de los mejores recuerdos. Por supuesto, quiero volver allí, quiero jugar al tenis, hacer lo que mejor se me da, espero tener un gran verano australiano", dijo el jugador número 5 del mundo que ahora irá a la caza del récord de 22 Grand Slams que está en manos del español Rafael Nadal.
Todo este percance fue debido a que el tenista se negó a ser vacunado y era una reglamentación necesaria para poder entrar al país, que en ese momento tenía los casos de covid estaban registrando un incremento. Nole fue detenido por la Fuerza Fronteriza Australiana y obligado a mantenerse en un hotel de migración, mientras se revisaba su caso. Él argumentaba tener una exención médica, pues recientemente se había recuperado de covid-19.
El suceso acaparó titulares a nivel mundial dividiendo las opiniones de conocedores y público. Sin embargo, 12 meses después el gobierno dio a conocer la noticia de que podrá regresar antes de lo esperado.
"Creo que va a volver a ser el jugador a batir", declaró el director ejecutivo de Tennis Australia, Craig Tiley. "Le damos la bienvenida de nuevo a Australia".
"Tengo mucha confianza en el público australiano. Tengo mucha confianza en que los aficionados reaccionarán como esperamos que reaccionen", abundó, descartando de que exista riesgo de algún tipo de violencia.
FCM