“Amo estar ahí afuera y escuchar a la gente. Yo no me considero la más grande, solo me considero Serena… Serena que ama jugar tenis”, se escuchaba en el video de homenaje que pusieron en cada descanso durante los partidos de la leyenda en la presente edición del US Open. La breve gira del adiós de Serena Williams llegó a su fin después de ser eliminada en la tercera ronda del Grand Slam por la australiana número 46 del mundo, Anja Tomljanovic.
Sí, Serena se fue entre lágrimas y la ovación del público como melodía de despedida, cargando en su mochila no solo sus raquetas, sino también éxitos e innumerables recuerdos, así como un legado de 98 títulos –incluyendo 23 Grand Slams como singlista y 14 en dobles– y un estilo revolucionario y empoderado.
La última noche
Tres horas y siete minutos duró el último baile de la más querida, pero las más de 29 mil personas en el Arthur Ashe nunca dejaron de alentar en cada punto a favor de la estadunidense. Los comentaristas en la transmisión lo decían, “el público tiene que conectarse con Serena si la quieren seguir viendo en el US Open”, cuando estaba cerca de perder el servicio en el tercer set. Y aun cuando llegó el momento del punto para partido para la rival australiana, Serena no lo dejaba ir. Iguales, lágrimas contenidas, cinco match points salvados y el reloj llegaba a los 180 minutos de batalla.
Ahí estaba Billie Jean King en las primeras filas, junto a decenas de ex leyendas del tenis y celebridades de todas las industrias en el recinto. Pocas veces en el deporte se ve a todo un complejo apoyar al mismo atleta. Pocas veces otros atletas del Olimpo deportivo, como Tiger Woods, apoyan extasiados desde la tribuna a otro deportista, pero de esa categoría son las amistades de Serena.
No hay recetas para la grandeza, a sus casi 41 años no había nada que demostrar, nada que ganar, nada que perder. Fue solo el tenis y Serena, esa comunión perfecta que gestó a una figura de antología. “Ha sido el camino más increíble de mi vida” decía en sus palabras de despedida.
Las pantallas en el Arthur Ashe solo dictaban al finalizar el encuentro: “Greatest of all time” (La más grande de todos los tiempos). Nadie puede debatirlo, incluso si se quedó a un título del récord de todos los tiempos de 24 Grand Slams de Margaret Court.
La ex tenista australiana nunca tuvo rendido a sus pies un recinto principal de un Grand Slam y sus polémicas posturas sociales ya no tienen cabida en la actualidad. Hoy la afición al deporte exige de sus atletas excelencia y representación fuera de la cancha, y Serena Williams es y seguirá siendo una figura de peso en movimientos a favor de la igualdad de género y en contra de la discriminación racial.
Honor a la más grande
“Me siento muy triste porque amo a Serena como todos ustedes. Yo solo pensaba que me iba a vencer. La presión no estaba en mí, ella es Serena. Incluso hasta el último punto cuando estaba 5-1 pensaba que ella estaba en gran posición para vencerme. Es quien es, es la más grande de todos los tiempos” declaraba la ganadora del partido.
Anja Tomljanovic no suma ningún título en el tour de la WTA, pero vivió el momento más grande de su carrera y su nombre quedó inscrito en la historia, sin ser la protagonista. La australiana jugó un partido extraordinario y tuvo la victoria más que merecida. Su ingrediente secreto fue la valentía y el sexto match point definió lo que se conoce como un partidazo en el deporte blanco.
“Todo comenzó con mis padres, ellos merecen todo. Estas son lágrimas de felicidad, supongo, no lo sé. No sería Serena si no fuera por Venus, gracias” le dedicó la reina, como es apodada, a sus seres queridos en su palco.
Cuando se le preguntó si tras el nivel demostrado en el US Open estaba segura que era su último recorrido, Serena contestó: “Debí haber empezado antes este año. No lo creo, pero nunca se sabe. No lo sé”, mencionó entre risas nerviosas y lágrimas de leyenda. Terminó el camino de Serena Williams en el tenis, al tiempo que la historia de este deporte nunca olvidará a su reina
MGC