Garbiñe se ajustó el traje de local improvisada. Ante la falta de una mexicana en individuales, Muguruza acepta el rol protagónico que la grada le ha otorgado cada que ha pisado el Estadio Akron de Tenis en Guadalajara. Más allá del espectáculo brindado, ha dejado el futuro del Grupo Teotihuacán para la última jornada de este.
Para que hubiera drama tenía que existir la posibilidad del adiós. Una Barbora Krejcikova concentrada, combinada con una Garbiñe Muguruza desconcertada, hacían pensar que el desenlace no sería favorable para la favorita del público.
Dos quiebres le dieron un 6-2 a la checa que retrataba lo que sucedía en pista. Barbora sacaba mejor y se equivocaba menos, todo lo contrario a lo que le ocurría a la española.
El cambio de aire llegó con la derrota tocando a la puerta. Garbiñe cerró con candado y llegó a ponerse 4-1 arriba. Aunque cedió el servicio, volvió a recuperar la ventaja y envió el partido a un tercer set definitivo.
El tercer juego del último parcial fue el más largo de la noche. 17 puntos en los que alternaron entre iguales y puntos de quiebre para la española. Al final fue Muguruza la que prevaleció y se adelantó por última vez para no volver a perder la distancia que tenía ante la checa.
Garbiñe cerró el encuentro con un 6-4 para después envolverse en los aplausos del público, que celebró como si una de los suyos acabara de ganar. La frustración de Krejcikova se perdió en la algarabía que compartían Muguruza y los casi 5 mil asistentes.
Para el Grupo Teotihuacán, todo se definirá el lunes gracias a la remontada de la española. Lo único seguro es que Anett Kontaveit estará en semifinales, que Garbiñe seguirá siendo la consentida de la grada y que no piensa dejar de luchar.
JMH