El UFC Apex vivió la que pudo ser su última pelea de campeonato sin público, pero fue una enorme. El camerunés Francis Ngannou noqueó en el segundo round al que muchos consideraban el mejor peso completo de todos los tiempos Stipe Miocic.
Ngannpu estaba listo para una segunda oportunidad. Mostró un boxeo mucho más técnico y lastimo rápido con la mano derecha que provocó el primer intento de derribo de Miocic.
Se quedó solo en el intento porque usó de forma adecuada las caderas para impedirlo y salió bien librado, Miocic no pudo llevarlo a la lona ni tomar la posición pegado a la jaula y acabó haciendo más daño antes de que acabara el episodio. La influencia del campeón welter, Kamaru Usman en su esquina mostró una diferencia en la lucha.
Fue un primer round donde se notó mucho más paciente, cambió toda la técnica de su boxeo, con un 1-2 más clásico que la serie de uppercuts con las que normalmente acaba a sus oponentes en unos cuantos segundos.
Uno de esos golpes depurados, un jab, fue el que mandó a la lona a Sipe en el inicio del segundo round, aunque el estadounidense se levantó rápido, su peor error fue intercambiar con un rival de tal poder.
Stipe conectó a Ngannou con la derecha y fue hacia adelante al sentir que tenía una oportunidad, pero en el contragolpe recibió un golpe de derecha que lo dejó fuera. El ahora campeón cerró con un golpe de martillo ante la intervenció oportuna del réferi Herb Dean.
En nuevo monarca de las 265 libras se quedó con el bono a performance de la noche junto a Sean O’Malley, que noqueó a Thomas Almeida, además del evento co estelar donde Vicente Luque noqueó al ex campeón welter Tyron Woodley en el primer round, que resultó tan intenso que les valió para la nominación a pelea de la noche.