Los que pensaron que la pelea entre Weili Zhang y Joanna Jedrzejczyk sería una guerra no estaban equivocados y la china se quedó con el cinturón de las 115 libras en una apretada decisión dividida en el evento co estelar de UFC 248.
Desde el primer episodio cumplió con la expectativa, duelo de pie, lleno de intercambio y a un ritmo muy intenso. Zhang conectó con más poder aunque estuvo recibiendo muchas combinaciones de la polaca.
Tras la campanada, Joanna se excedió con un golpe y el réferi tuvo que advertirla a pesar de las disculpas con las que trató de justificar su error.
En el segundo llegó el primer intento de derribo por parte de la china, sin éxito y después de verse disminuida por las patadas bajas de Jedrzejczyk, que se defendió bien y logró conectar un par de veces en el clinch.
Sin embargo, el poder de Zhang es algo pocas veces visto en la división, hizo mucho daño con ambas manos a pesar del alto volumen de golpeo de Joanna.
Para el tercero, ambas empezaban a mostrar el daño en los muslos por el pateo intenso. Weili comenzó a sangrar de la nariz y boca. En el cuarto, la frente de Jedrzejczyk se fue inflamando ante el constante impacto de la izquierda de Zhang.
La tremenda inflamación, similar a la infame escena de Mark Hominick ante José Aldo en UFC 129, no pareció ser factor para disminuirla, pues mantuvo la actitud agresiva, el ritmo bajó de forma natural entrando a los últimos cinco minutos sin que ninguna dejara de buscar terminar la pelea.
En los últimos segundos, el público se puso de pie a aplaudirle a ambas por la entrega en la que probablemente será recordad como la mejor pelea en la historia de la división. Zhang retuvo el título en una decisión muy complicada para los jueces.
FCM