La segunda pelea en el UFC para Irwin Rivera fue una historia muy distinta a su debut, pues además de que pudo pelear en su división natural, el peso gallo, se llevó el triunfo por decisión dividida.
El originario de Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México se convirtió en el vigésimo cuarto peleador nacido en México en apuntarse una victoria dentro de la promotora más grande del mundo con un buen desempeño ante Ali Alqaisi, de Jordania.
El oponente trató en varias ocasiones de conseguir su característica sumisión por guillotina, sin embargo, Rivera estuvo listo en todos los intentos para sacar el cuello y lograba levantarse en la mayoría de los derribos.
Su guardia zurda complicó al oponente, que lanzaba constantemente golpes de poder antes de cerrar la distancia, donde el mexicano contreagolpeaba y aprovechó para conectar golpes en la salida.
La izquierda fue constante, además de conectar patadas al cuerpo y una rodilla a la cara en el cierre del tercer round que le ayudaron a convencer a dos de los tres jueces que lo vieron ganar la pelea.
Así, Rivera se recupera de un debut en el que tuvo que manejar 6 horas desde Miami hasta Jacksonville 24 horas antes de su pelea ante Giga Chikadze, con el que tenía una gran desventaja de alcance en las 145 libras.
RGS