Es el sueño de un bicampeonato, las ganas de volver a levantar la Copa y permanecer en los primeros planos del futbol mexicano. Sí, una realidad que quizá se ajusta más a los llamados equipos grandes o los que tienen un gran arsenal económico, que al Atlas; un club que se configuró durante siete décadas en sinsabores y tristezas, pero que hoy se atreve a soñar a que merece la gloria entera.
Se juega la Final de la Liga Mx, Atlas recibe a Pachuca en los primeros 90 minutos, de una serie de 180, que puede arrojar lo que hasta hace un año parecía imposible: el bicampeonato de los rojinegros.
Y es que nadie hubiera apostado que después de 70 años de sequía, los Zorros se pusieran a las puertas de entrar a la historia con la posibilidad de acompañar a Pumas y León como únicos equipos bicampeones de los torneos cortos.
Un sueño prolongado
Que Atlas haya jugado una Final hace seis meses ya era algo novedoso, que ahora esté en la segunda de manera consecutiva, deja atrás cualquier atisbo de sorpresa y anuncia de manera formal que hoy se vive la mejor etapa en la historia del club.
Hasta antes del título del Apertura 2021, el cuadro rojinegro vivía del recuerdo de jornadas meritorias y resultados dolorosos; como la caída en penales de la Final del Verano 99; o los tres puntos que le faltaron para arrebatarle el título al América en la temporada 1965-66; o los ascensos de 1955, 1972 y 1979; y así hasta llegar al único campeonato que podía presumir la institución rojinegra, el del ya lejano 1951.
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En su historia reciente, los rojinegros solían deambular más entre la medianía y la parte baja de la tabla, que entre los protagonistas del torneo; es más, no hace mucho evitar el descenso era aún tema prioritario en este club.
Pero hoy se vive otra época, una que comenzó hace casi tres años cuando Grupo Orlegi compró al equipo, y que tomó su forma definitiva en el Apertura 2020 cuando decidió contratar a Diego Cocca para sustituir a Rafael Puente del Río, y mantenerlo pese a no haber calificado en ese primer torneo.
Decir que los últimos dos torneos han sido como de cuento de hadas para los atlistas sería mentir, pues las ilusiones están sustentadas en el trabajo que les llevó a ser la mejor defensa, el tercer club con más puntos en el año futbolístico y, evidentemente, el campeón defensor.
No es nada fácil
Hoy, Atlas se convertirá en el décimo equipo que llega a dos Finales consecutivas en torneos cortos. La estadística señala que no es fácil hacerlo y se vuelve aún más complejo ganar el bicampeonato, que hasta ahora solo tienen Pumas y León.
En las 50 Finales que han transcurrido, clubes como América, Necaxa, Tigres, Pachuca y Toluca se tuvieron que conformar con ganar solo uno de los dos títulos que disputaron. En tanto que Cruz Azul y Santos tuvieron la desgracia de no ganar ninguna de las dos series que jugaron.
La última gran prueba
Pero Pachuca no será un rival sencillo. Los Tuzos buscan la séptima corona y con Guillermo Almada se proclamaron como el mejor equipo de la fase regular, cerrando las 17 jornadas como líder general.
Almada salió de Santos buscando un nuevo proyecto, en el que apenas en un torneo logró dar frutos gracias a un futbol dinámico. Esta será la segunda vez que Atlas y Pachuca se midan en Liguilla, la anterior fue en el Invierno del 99, cuando los Tuzos dejaron en las semifinales a los entonces dirigidos por Ricardo La Volpe.
Hoy la situación es muy diferente. Chocan el líder y el campeón. Un equipo con experiencia como Pachuca, y otro que está ante lo parecía imposible imaginar hace solo unos meses. Atlas va por la historia.