Las propuestas o los chistes y acusaciones que se hicieron los candidatos a la Presidencia durante el segundo debate no fue todo lo que transmitieron. Las palabras son sólo el 10 por ciento de lo que quisieron comunicar, el resto tiene que ver con su postura, cómo lo dijeron y hasta qué tipo de actitudes tomaron en ciertos momentos.
Por eso, platicamos con María Fernanda Centeno, perito grafóloga y experta en lenguaje corporal para decifrar eso que Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón no nos dijeron con palabras pero sí con el cuerpo.
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Andrés Manuel López Obrador
Durante toda la campaña, hemos visto a un López Obrador que le da poca importancia a su apariencia. Su cabello generalmente está despeinado y sus trajes son notablemente más grandes. María Fernando anotó que las proporciones del traje color azul oscuro que eligió no van según las medidas de su cuerpo y la elección de una corbata púrpura refleja “que quiere demostrar poder, y es un símbolo de la realeza, de lo divino y del dinero; pero también de la imaginación”.
En cuanto a su lenguaje corporal, el tabasqueño se mostró emotivo y expresivo, principalmente en la voz, dijo María Fernanda. Pero también debe trabajar en ciertos aspectos como la posición de las manos y el ser congruente con lo que dice verbalmente y con el cuerpo.
“Tiene las manos en los bolsillos lo cual revela incomodidad o que está ocultando algo. Es importante aclarar que aunque la mayor parte del debate sus movimientos palabras y gestos son congruentes, al momento que habla de su estado de salud dice estar “al cien” pero lo niega con los movimientos de la cabeza”, dijo la experta.
Ricardo Anaya Cortés
El abanderado panista siempre se ha caracterizado por tener un aspecto impecable y esta vez no fue la excepción. María Fernanda señala que la elección de su traje, así como del corte (slim fit) es una buena opción para una persona delgada y de estatura media.
En opinión de la experta, Anaya está consciente de que necesita transmitir confianza y lo hace no sólo a través de los colores elegidos para el traje y la corbata (azul en ambos casos), sino también en su tono de voz y la forma en la que camina con soltura.
Sin embargo, anotó la sonrisa con la que se le vio durante todo el debate. De acuerdo con María Fernanda, ésta no era de alegría o de buen humor, sino de provocación: “disfruta provocar, por lo tanto no es una sonrisa fingida, es una sonrisa provocadora”, dijo.
José Antonio Meade
El candidato priista, en opinión de María Fernanda, optó por lo seguro y reflejó ser tradicional al escoger un traje de tipo clásico y una corbata roja que es símbolo de poder.
“Por primera vez no es tan tieso de la parte superior del cuerpo, pues utiliza más las manos y el parpadeo disminuye en comparación al primer debate”, dijo María Fernanda quien además señaló que el tono de voz que utilizó era más para conciliar que para debatir.
En cuanto a su lenguaje corporal, la experta anotó que sus movimientos y acciones son congruentes con lo que está diciendo, sin embargo llega a mostrar que su parte racional predomina sobre la emocional.
Jaime Rodríguez Calderón 'El Bronco'
El candidato independiente se mostró más cómodo y serio que en el debate pasado, aseguró María Fernanda y aunque la elección del traje reflejaba a una persona empática, amigable y confiable, sus gestos lo hacían ver desafiante y acusatorio.
“Su tono de la voz fue firme fuerte e incluso acusatorio; su postura lo mostraba cómodo y erguido, pero cuando se inclinaba hacia atrás era en una actitud desafiante”, dijo.
mrf