Cierra los ojos y repite: Seré un padre estupendo. La llegada de un bebé cambia la vida de todos en casa y es normal que tanto tú como tu pareja se sientan algo ansiosos respecto a cómo enfrentarán esta nueva etapa. Pero no tengas miedo, ya verás que tu bebé estará bien bajo tu cuidado, solo necesitas paciencia y organización. Te compartimos algunos consejos de la pediatra Maria Reyna Barrera para que cumplas la tarea con 10.
Infórmate, sin obsesiones
Hay muchos libros, portales, videos de consejos para padres primerizos, clases prenatales… Busca, lee y aprende, pero no caigas en la trampa de la sobre información.
Escucha a otros padres, solo un poco
La experiencia es importante. Otros padres pueden compartirte sus secretos o formas de hacer las tareas más fácilmente. Sin embargo, podría ser confuso. Toma lo que te funcione y crea tus propias estrategias.
Aclara tus dudas con profesionales
Los pediatras son los verdaderos expertos. Siempre que te surjan dudas, anótalas para que puedas resolverlas en la siguiente cita de control de tu bebé.
Controla tus gastos
La llegada de un bebé requiere la compra de muchas cosas, algunas muy útiles y necesarias, pero otras, no tanto. Haz una lista de lo que es imprescindible para que tu presupuesto no se vaya a pique.
Administra las visitas
Todo el mundo quiere conocer al bebé y disfrutar de su llegada al mundo. Sin embargo, las visitas alteran el orden de tu día a día. ¿Cómo decirle a la abuela que no venga diario? Simple, pide disculpas y promete que serán ustedes quienes visiten a la familia... pronto.
Alimentación
Los bebés comen todo el tiempo. Los planes de lactancia materna son, de hecho, “a libre demanda”. Si no tiene hambre, no comerá. Y no te preocupes, la regurgitación es común en muchos bebés y el pediatra te dirá cómo controlarlo con una rutina y la postura adecuada, o si requiere de algún medicamento.
¿Le estoy sujetando bien?
Tener al bebé en brazos es una sensación genial, aunque al principio puede dar algo de miedo, hay varias maneras de hacerlo con seguridad:
- Apoyado en tu antebrazo boca abajo.
- Apoyado en tu antebrazo boca arriba.
- Sobre tu pecho, en vertical y sujetando su cabecita.
El primer baño
El momento del baño es uno de los más hermosos; puede ser diario o cada tercer día, según la época del año y si hace calor o frío. Toma tu tiempo para que ambos disfruten el momento. Aquí unos tips:
- Coloca la bañera en una zona plana, para que no tenga algún desnivel y evitar que el bebé se resbale hacia la parte donde están sus pies.
- Cierra todas las ventanas y procura que la habitación esté calientita antes de iniciar; al terminar envuélvelo en una toalla con capucha para que no pierda calor y evites un resfriado.
- Seca bien todas las zonas de su cuerpo que tengan pliegues, como las ingles y las axilas, para evitar rozaduras o pequeñas heridas.
- Vístelo para la ocasión.
¡A dormir!
Los bebés deben dormir siempre boca arriba y con la cabeza de lado, es decir, en la postura decúbito supino. Cada noche cambia el lado de la cabeza con el que se apoya, ya que su cráneo aún está en formación.
- Procura que su cuna esté libre de elementos como almohadas o peluches que puedan caerle encima y enredarle la cabeza.
- Algunos bebés tienen el sueño cambiado. Organiza una rutina que le ayude a adecuar sus tiempos de vigilia y sueño a las horas del día y la noche.
El drama de los pañales
Cambiar un pañal es sencillo, pero los padres primerizos deben tener en cuenta lo siguiente:
- No lo aprietes en exceso, pues los pliegues pueden dañar la delicada piel del bebé.
- La “dermatitis del pañal” o rozadura es más habitual de lo deseado, pero si lo mantienes seco, será menos frecuente. El pediatra te recomendará la pomada más adecuada para esos casos.
srgs