Coches autónomos buscan acaparar el mercado

AUTOS

Los coches autónomos avanzan en el laboratorio, pero toca a los países meter el acelerador en preparar sus calles y leyes para recibirlos.

57% de los encuestados por Deloitte piensa que un auto conectado es susceptible de ser hackeado.
Franco Piña
Ciudad de México /

Hasta hace algunos años era inimaginable pensar en recorrer las calles de una ciudad a bordo de automóviles que no fueran conducidos por un humano. Sin embargo, la realidad se impone a la ficción y esta nueva forma de conducción cada vez se torna más cercana. 

La revolución de los Vehículos de Conducción Automatizada (VCA) está en marcha, y si bien su proceso de implementación avanza a paso lento, los especialistas estiman que para 2030 tendrán una participación relativamente importante en diversos países, principalmente en los más desarrollados. “Los autos autónomos son una realidad que está a la vuelta de la esquina en el mundo”, señaló Ignacio García de Presno, socio líder de Infraestructura y Asociaciones Público Privadas en la consultora KPMG México. 

Los VCA son aquellos que no requieren de la intervención humana para circular, ya que las tareas de conducción son totalmente automatizadas a través de un software y sensores de movimiento. 

Son varias las empresas que han hecho inversiones millonarias en la carrera por ofrecer el producto más innovador, entre ellas Tesla, Waymo (filial de Google), Didi, Uber, General Motors, Honda, Mercedes- Benz, Volvo y Toyota.


La oferta

 Diversas marcas se subieron al tren de la investigación y desarrollo de los VCA. Los avances son importantes, pero “todavía falta tiempo hasta que veamos automóviles con un nivel cinco de autonomía”, señaló Keith Darlington, especialista en inteligencia artificial, en un artículo publicado en BBVA Openmind. 

En el mercado ya se comercializan autos considerados nivel dos y tres. Tesla es una de las marcas, quizá de las más emblemáticas, que ofrece VCA nivel dos con el software Autopilot, aunque para algunos expertos la firma de Elon Musk ya se acerca a la escala tres. 

Otras unidades con características similares son el ProPilot de Nissan, el Super Cruise de Cadillac y el Mercedes-Benz Clase E. Sin embargo, Honda dio un paso más en el camino de la innovación. En marzo pasado comenzó a comercializar, en Japón, su modelo Legend EX que tiene el Honda Sensing Elite, considerada una tecnología de VCA nivel tres. 

Esta unidad permite al conductor quitar las manos del volante bajo ciertas condiciones y hasta la posibilidad de ver la televisión en situaciones de tráfico. 

La comercialización es bajo el esquema de leasing, un sistema de financiamiento mediante el cual una persona o empresa usa un auto como si fuera suyo y paga una renta por ello. 

Al final del contrato decide si compra la unidad, la devuelve o renueva el contrato para un nuevo coche. Se espera que hacia la segunda mitad del año, la armadora Mercedes-Benz incluya de manera opcional, en su modelo Clase S, el Drive Pilot, un sistema de conducción considerado nivel tres bajo la escala SAE. Los avances no paran ahí. 

En el mundo ya circulan en modo de prueba unidades consideradas nivel cuatro de automatización. Tal es el caso de Waymo, filial de Alphabet, que también controla Google.

 La empresa lanzó una flota de taxis sin conductor en Phoenix, Estados Unidos, lo cual es calificado como uno de los pasos más grandes en la industria automotriz. 

General Motors también avanza por el carril de alta en la carrera de los VCA, con Cruise Origin, el vehículo elaborado a través de su subsidiaria Cruise. Es una unidad totalmente eléctrica y autónoma que podría empezar a producirse para finales de este año o en 2022. 

Uber también invirtió millones de dólares en este segmento para fabricar taxis robot. Sin embargo, el año pasado vendió su división de coches autónomos a la estadounidense Aurora Innovation, en la que Amazon tiene presencia, aunque el unicornio del transporte privado mantiene una participación menor dentro de la firma.

Didi, el llamado Uber Chino, fue otro de los que se sumó a la fiebre de los VCA. Su brazo tecnológico de conducción autónoma, DiDi Autonomous Driving, y Volvo Cars nuevamente unirán fuerzas. 

Volvo Cars proporcionará vehículos XC90 equipados con los sistemas de respaldo necesarios para funciones como la dirección y el frenado y colaborará con DiDi para integrar el software y hardware adicional para que pueda conducirse de manera autónoma.

En 2020, la armadora proporcionó el Volvo XC60 para el primer programa piloto de robotaxi de la plataforma china de transporte privado, en Shanghái. Con una inversión de 550 millones de dólares, la armadora japonesa Toyota, a través de su subsidiaria Woven Planet, adquirió a fines de abril la división de conducción autónoma de la empresa estadounidense Lyft, Level 5, la cual ya hacía pruebas con VCA en California.

 ¿Qué pasa con Apple? Diferentes medios internacionales han señalado el interés de la firma por trabajar su propio auto eléctrico y autónomo. La empresa de Cupertino aún no deja en claro cuáles son sus objetivos, pero todo parece indicar que trabaja en el prototipo de lo que podría ser uno de los vehículos más disruptivos. 

Algunos aseguran que antes de 2024 tendremos noticias de la unidad que produce y la cual, en un inicio, podría estar enfocada a los servicios de última milla de entrega de comida a domicilio o servicios de transporte privado como Uber o Didi.


Los más avanzados 

Pero no toda la magia de la autoconducción está en la tecnología. Para hacer realidad la autonomía total hacen falta otros elementos. Singapur, Países Bajos, Noruega, Estados Unidos y Finlandia son las cinco economías más avanzadas en su estrategia para recibir a los VCA, según el Índice de Adaptación de Vehículos Autónomos 2020 que elaboró KPGM International. 

En una muestra de 30 naciones y jurisdic- ciones, México se posicionó en el lugar 28, por encima de India y Brasil. Este ranking evalúa 28 indicadores, organizados en cuatro conceptos básicos: política y legislación, tecnología e innovación, infraestructura y aceptación del consumidor. Naciones como Singapur avanzaron de manera importante en el tema, al punto de desplazar a Países Bajos; sin embargo, en México aún hay mucho trabajo por hacer. 

En su evaluación, el país tiene la puntuación más baja en relación con las alianzas de la industria y la penúltima en políticas y regulaciones. García de Presno destacó que México necesita una legislación clara sobre el tema, para saber qué hacer, por ejemplo, en caso de un accidente con un VCA. También requiere infraestructura calificada, señalización eficiente y centros de recarga para autos eléctricos, entre otras cosas. “En la agenda política el tema no está y llegará un punto en el que nos agarrarán con los dedos en la puerta (...) es ahí donde vamos a regular al aventón, a sacar dinero a ver de dónde y a hacer inversiones rápidas, por no hacer una planeación adecuada”, expuso. 

Lo anterior, explicó, debido a que Estados Unidos, el principal socio comercial del país, es uno de los más avanzados en el tema, incluso ya hace pruebas con tráileres de reparto autónomos y se acerca el momento en que querrá cruzar la frontera con esas unidades “y vamos a empezar a meternos en problemas”. 

Los automóviles con características autónomas ya despiertan el interés en México, donde 84% de los compradores potenciales está dispuesto a pagar un extra (hasta 50,000 pesos) por este tipo de tecnologías, según el “Estudio global del consumidor automotriz 2021” de Deloitte. 

Sin embargo, 26% piensa que los VCA pueden no ser tan seguros como se dice y 57% piensa que existen riesgos de hackeo en los autos que están conectados tecnológicamente. Tal parece que solo es cuestión de tiempo para que en las calles de México y el mundo se vean vehículos totalmente autónomos, los cuales prometen ser más seguros, eficientes y proambientales.

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