Cuatro rutas para disfrutar el enoturismo en México

Gourmet

El turismo enológico en nuestro país no es solo sobre vendimias, también permite pasear, comer y hasta dormir entre viñedos.

La pisada de uva es un trabajo tradicional que se hace en la época de la vendimia.
Georgina Navarrete
Ciudad de México /

Si amas el vino, debes ir a una vendimia. En verano, cuando la uva está en su punto para ser cortada y comenzar su camino hacia tu copa, es el momento de visitar un viñedo y participar en el ritual, que empieza con la recogida, cosecha y pisada de las uvas para convertirlas en mosto. 

Con la aparición de las máquinas y la industrialización del proceso para hacer el vino, pisar las uvas ya solo se practica en cavas familiares; sin embargo, sigue presente como atractivo turístico de las grandes bodegas, que en la temporada de vendimia ofrecen festivales, conciertos y actividades que complementan las visitas guiadas, catas y comidas del resto del año. 

A diferencia de las uvas de mesa, que se cortan cuando el equilibrio entre sus azúcares y ácidos es perfecto, el momento exacto para retirar las uvas de vino de su vid depende de muchas variantes. A mayor altitud, más lenta es la maduración de la fruta, además, cada variedad tiene un ciclo de maduración particular, en función de su genética y del tipo de vino  que se quiera conseguir. 

Dependiendo de la cantidad de azúcares acumulados en la baya, los ácidos, los componentes aromáticos y los taninos, la uva tendrá características organolépticas diferentes y determinadas cualidades para elaborar diversos tipos de vino. Joven como es, la industria mexicana del vino crece año con año a buen ritmo. 

De los vinos que se consumen en el país 30% son nacionales y se espera que en un par de años esa cifra crezca a 40%, según datos del Consejo Vitivinicultor Mexicano (CVM). A la par del cultivo de vides y/o producción de vinos, los viñedos y bodegas han abierto otros nichos de negocio que dan pie al crecimiento del turismo enológico, que ha desarrollado sobre todo infraestructura boutique en varias de las regiones. 


De los cuatro meses que el calendario agrícola marca óptimos para la cosecha —entre julio y octubre—, en México el mejor momento es la segunda mitad de ese periodo; sin embargo, hay festividades desde agosto, para facilitar la llegada de viajeros durante las vacaciones de verano.

 La cultura vinícola entró a México por sus dos fronteras y hoy se desarrolla en más de 10 estados, todos ubicados en promedio a 1,600 metros de altitud en el altiplano central para evitar el calor excesivo y húmedo del Trópico de Cáncer. Por su clima y tipo de suelo, estas son las principales regiones vinícolas del país: 

Baja California 

De clima templado, sus viñedos se extienden por 10,000 hectáreas, la mayoría en Ensenada y los valles de Guadalupe, de Calafia, de Santo Tomás, de San Vicente y de San Antonio de Minas. Sus inviernos húmedos y veranos secos y templados proveen cosechas de alta calidad para la producción vinícola.

¿Qué hacer?

 Las Fiestas de la Vendimia en Ensenada y el Valle de Guadalupe se llevan a cabo los fines de semana de agosto, en diversos puntos de la ruta del vino, integrada por alrededor de 50 viñedos. 

El programa varía año con año, igual que la participación de las fincas y bodegas de la zona, la mayoría con costo o al menos pago por consumo. Algunas actividades son en plazas públicas o en centros culturales de Tijuana y Ensenada, y son gratuitas. 

Este 2019 se ofrecieron conciertos en Monte Xanic, verbenas culturales en Santo Tomás y cenas de gala en bodegas como Adobe Guadalupe, Cava Maciel y algunos restaurantes de la ruta; la Universidad Autónoma de Baja California —donde se imparte la carrera de Enología— presentó talleres de apreciación de vino; se organizaron visitas enológicas matutinas que partieron de la Plaza Tres Cabezas y la Fiesta en el Valle, en el Parque El Porvenir. También hubo días de vendimia tradicional en bodegas como Vinisterra y Hacienda Guadalupe, y tertulias nocturnas con actividades diversas en Lomita, que celebró sus 10 años, Bodega F. Rubio y las fincas La Divina y Corridilla.

¿Dónde quedarse? 

Para visitar los valles puedes quedarte en Ensenada, donde hay hoteles para todos los bolsillos y gustos. Si prefieres una experiencia más completa, en el Valle de Guadalupe y alrededores hay opciones muy particulares de hospedaje boutique: casas de rentas cortas, mesones, hosterías y hoteles, casi todos rústicos pero elegantes, y algunos de verdadero lujo.

 Dadas las restricciones de construcción en la zona, está garantizado un ambiente tranquilo. Te presentamos algunas opciones:

 • Adobe Guadalup Su Bed & Breakfast Inn 

Es un hotel boutique de apenas seis habitaciones ubicado en El Porvenir, a 40 minutos de Ensenada. 

Tiene restaurante, food truck para el aperitivo vespertino y 21 hectáreas de viñas de Cabernet Sauvignon, Merlot, Nebbiolo, Tempranillo, Malbec, Grenache, Cinsault,Mourvèdre, Syrah y Viogner, rodeadas de olivos y granadas, entre otros árboles frutales. Si tu auto es eléctrico, no te preocupes, tiene tres estaciones para cargarlo. 

Precio.$$$

El Cielo Winery & Resort

 Este hotel boutique está en El Porvenir, Valle de Guadalupe. Ofrece suites y villas completamente equipadas, con una vista hermosa a dos lagos rodeados de viñedos y montañas. 

Se puede practicar senderismo, pasear en bicicleta y disfrutar de los productos del viñedo El Cielo, que tiene 95 hectáreas plantadas y distruibuidas en tres valles. Pensando en la eficiencia energética, esta bodega tiene una cava subterránea, con paredes insuladas y sistemas automatizados. El lugar está disponible para bodas y reuniones familiares o empresariales.

• Cuatro Cuatros

 A solo 13 kilómetros de Ensenada, en el límite de entrada al Valle de Guadalupe, es un hotel en modalidad glamping (acampada glamurosa), con 19 cabañas entre viñedos, diseñadas por Mauricio Rocha y Gabriela Carrillo. Se trata de enormes tiendas de campaña de calidad militar pero a todo lujo, que ofrecen un hospedaje confortable sin afectar a la naturaleza. 

El lugar pertenece a la familia D’Acosta, entre ellos está Hugo, el enólogo de Casa de Piedra. Su ubicación lo convierte en el único viñedo del país con vista al mar. Tienen un catálogo de actividades para todos los gustos, que ofrece senderismo y ciclismo a campo traviesa, paseos en velero, y avistamiento de ballenas.


Querétaro

Son los viñedos más sureños del país y gozan de una altitud cercana a los 1,800m. Es la región vinícola más cercana a la Ciudad de México y sus cavas más importantes están entre los municipios de Tequisquiapan y Ezequiel Montes. Con la Peña de Bernal de fondo, los viñedos de la región festejan la vendimia desde principios de julio y hasta bien entrado septiembre.

 ¿Qué hacer? 

Si vives en CDMX o en Querétaro, el paseo puede ser de un día. También puedes quedarte el fin de semana y comprar un tour en alguno de los hoteles de Tequisquiapan o Ezequiel Montes. 

Catas de vino 

Puedes llegar en auto a las cavas de la región desde tu ciudad; para algunas requerirás hacer reservación por teléfono o vía web. Las cavas más prestigiosas son la Finca Sala Vivé de Freixenet, especializada en vinos espumosos; La madrileña, Cavas Atonelli, la Redonda, San Juanito y Los Rosales, con pisadas de uva tradicionales en temporada de vendimia; además de catas, bendición de la cosecha, conciertos y talleres sensoriales que varían año con año. 

En época de cosecha, Freixenet organiza conciertos de música popular, pisadas y desfiles de moda, entre otras actividades festivas; el resto del año recibe en sus instalaciones para mostrar sus campos, cavas y el proceso de elaboración de los caldos.

Recorridos lecheros 

Al ser una región de ranchos lecheros, también puedes visitar algunos como Flor de Alfalfa, que fabrica los productos orgánicos del mismo nombre. Ellos ofrecen tres modalidades de recorrido por sus campos y planta productora, que varían en horario, servicio y precio. Es necesario hacer reservación en su página web flordealfalfa.com Los precios son 319 pesos el desayuno; 220.50 pesos, la cata con tabla de quesos, y 360 pesos el maridaje, con comida de cuatro tiempos y vino. 

Otras experiencias

 Complementan tu viaje con paseos a caballo y viajes en globo aerostático. 

¿Dónde Quedarse?

 En Tequisquiapan hay muchos hoteles, para todos los gustos y bolsillos. 

• Hotel Río Tequisquiapan 

Justo en el centro del pueblo mágico, con piscina al aire libre climatizada y restaurante.

 Precio. $$$

 • Hotel La Herencia.

 Hotel Boutique a 9 Km del viñedo Los Rosales. Jardín, terraza, restaurante y bar. 

Precio. $$ 

• Hotel & SPA Hacienda Tres Vidas 

A 21 km de Los Rosales. Piscina al aire libre, parque infantil y bañeras de hidromasaje en las habitaciones. Precio. $$

Coahuila 

Cerca de Saltillo, el Valle de Parras se considera la cuna del vino americano. Las mejores viñas se sitúan a 1,500m de altitud, excelente para producir vinos de alta calidad. El clima seco y caluroso, con cambios bruscos de temperatura, es bueno para cultivar uvas Chardonnay, Semillón y Colombard, o Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo. La ruta incluye dos pueblos mágicos: Parras y Cuatro Ciénegas. 

La fiesta de la vendimia se celebra la primera quincena de agosto con verbenas populares, eventos artísticos, ritos prehispánicos y la coronación de la Reina de la Uva y el Vino, en plazas públicas, y con vendimia y pisadas en las bodegas de la región. 

Además de la vendimia, hay catas y visitas todo el año en las Bodegas de Casa Madero, Ferriño y Vitali. Se puede llegar a Saltillo y desde ahí hacer un tour de tres días a las montañas para visitar algunos de los viñedos y bodegas y el Museo del Desierto (Mude). El costo ronda los $10,000 por persona, y varía con la época del año y la disponibilidad; incluye comidas y dos noches de hospedaje. 

También hay tours de un día y pueden encontrarse desde $2,300, incluyen solo un viñedo y el Museo del Desierto. El hospedaje no será un problema. La oferta de hoteles en Saltillo es muy amplia, con precios regulares y poco variables de una cadena a otra.

El Museo del Desierto (Mude)

 Un gran atractivo de la zona es este recinto paleontológico que alberga más de 3,000 fósiles y huesos de dinosaurios encontrados en excavaciones de la zona. Los restos más antiguos datan de hace unos 270 millones de años. Tiene también un área de especies vivas en resguardo, mientras se les devuelve a su hábitat. 

Precio: 160 y 100 pesos.

Guanajuato

La vitivinicultura comienza apenas a desarrollarse en este estado del Bajío, que hoy es el cuarto productor de vino del país, con 300,000 botellas al año. Por ello, el gobierno local inauguró hace unos meses cuatro rutas del vino, con San Miguel de Allende como destino central. Aquí tres de sus bodegas.

• La Santísima Trinidad Campos de lavanda y de olivos.

 Hotel boutique de seis habitaciones; spa, campo ecuestre y de polo. Visitas guiadas y maridajes.

 Precio. $$$

 • San Lucas. Hotel boutique y desarrollo habitacional de lujo.

 Visitas guiadas y maridajes.

 Precio. $$$ 

• Dos Búhos

 Visitas guiadas, catas y degustaciones, de lunes a sábado, con previa cita. Precio. $$

Lo que viene

 Son 14 estados los que cultivan la vid en México. Entre los más nuevos y pujantes están Zacatecas, Durango, Aguascalientes y San Luis Potosí. Con altitudes de 1,800 a 2,300m, producen uvas de alta calidad para vinos de diversos estilos. Aunque ya existen esfuerzos individuales por crear infraestructura turística y celebran fiestas de vendimia en el mes de agosto, aún no desarrollan rutas de vino para atraer turistas todo el año.


LAS MÁS VISTAS