México posee un universo de playas vírgenes rodeadas de selva tropical y ocultas entre montañas, cuyas costas mantienen un encanto sereno. Aquí te compartimos algunas de las playas secretas del país que tienes que conocer en tus próximas vacaciones.
1. Balandra
Este paraíso del buceo está a solo 27 kilómetros al norte de La Paz, Baja California Sur. Es uno de los sitios costeros más emblemáticos del estado, debido a una forma rocosa con aspecto de hongo que adorna la playa.
En Balandra puedes hacer esnórquel, navegar en kayak o conducir una moto acuática. También explorar uno de los seis senderos que te llevarán a través de su playa y la montaña, con un mirador natural que te ofrece vistas panorámicas al Mar Cortés. Esta Área Natural Protegida cuenta con manglares y dunas para enamorarte.
Al ser un área protegida, no hay hoteles ni restaurantes, así que empaca unos tenis cómodos y una mochila impermeable para cargar una botella de agua y algún bocadillo.
2. El Madresal
Ubicada a 40 minutos de Tonalá, Chiapas, es un complejo ecoturístico dedicado a los amantes de la conservación y la naturaleza. Para llegar es necesario hacer un viaje en lancha que te llevará a través de bellos manglares, donde viven reptiles, cangrejos, pelícanos, moluscos, abejarucos y gavilanes, entre otras especies.
Es un tesoro natural, con una playa virgen que tiene como telón de fondo una vasta selva, donde el verde y el azul turquesa contrastan bellamente. El centro ecoturístico cuenta con 17 cabañas y un restaurante de comida típica local, basada en pescado fresco cocinado a la leña. Toma en cuenta que para disfrutar de este ecodestino es necesario hacer una reservación con antelación y checar el calendario de disponibilidad.
3. Playa Escondida
Es uno de los rincones secretos más especiales de Veracruz. Se ubica en San Andrés Tuxtla, custodiada por dos imponentes acantilados. Ofrece a sus visitantes un maravilloso escenario de aguas color esmeralda y atmósfera tropical. Puedes llegar en lancha, caballo o incluso a pie; la travesía no es sencilla, pero el camino vale mucho la pena para perderse entre estos paisajes entrañables, hogar de numerosas especies endémicas.
Puedes solo broncearte, descansar o bucear, descender a rapel por los acantilados o dar una caminata hacia Roca Partida, una de las inmensas formaciones rocosas que resguarda. Es una playa semivirgen y no encontrarás ningún tipo de hospedaje; pero podrás acampar en el lugar y comer delicioso en los restaurantes locales.
jegb