En las crisis nacen buenas ideas. El Pacto Centro-Occidente fue la primera alianza a nivel nacional en la que varios estados se unieron para incentivar los viajes por carretera de los viajeros nacionales: rápidos, asépticos y más seguros, en medio de la emergencia sanitaria por covid-19.
La premisa era aprovechar la vecindad entre una y otra entidad, con el fin de que sus pobladores descubrieran nuevos rincones para “escaparse” del encierro en traslados que van de 90 minutos a 4 horas como máximo. “Los seis estados que integraron el pacto en un inicio concentraban más de 22 millones de habitantes, cerca de 18 por ciento de la población nacional. Este año solo tres refrendamos el trato, pero el potencial es el mismo”, dice Jorge Cabrejos, director de promoción turística de la Secretaría de Turismo de Guanajuato.
Al grito de ¡Viaja en corto!, Jalisco, Guanajuato y Querétaro firmaron el Pacto este año, con la expectativa de que su público potencial —el número de personas que tienen la facilidad de hacer viajes cortos los fines de semana, puentes y vacaciones —, asciende a unos 20 millones.
Tan solo el turismo de fin de semana de Guadalajara representa 52 por ciento del total que recibe el estado, y 4 de cada 10 viajeros llegan por carretera, según datos de la oficina de Visitantes y Convenciones. Por otro lado, un mexicano gasta en promedio 778 pesos diarios en su visita, estima la Secretaría de Turismo de Jalisco.
“Queremos compartir esos lugares que se han vuelto emblemáticos en cada estado, como las haciendas mezcaleras, los Pueblos Mágicos… pero también dar a conocer cosas que muchos ni imaginan que tenemos. Esta estrategia permite fortalecer lo consolidado, al mismo tiempo que trabajamos sobre lo nuevo. De hecho, somos la respuesta a la pregunta del jueves en la noche de muchos jaliscienses, queretanos y guanajuatenses”: ‘¿a dónde vamos?’, afirma Cabrejos.
Por medio de las “escapadas”, turistas locales pueden conocer la amplia oferta de estos tres estados y de los 32 Pueblos Mágicos que se encuentran a lo largo y ancho de la región que promueve el Pacto Centro-Occidente, que suma más de 500 experiencias turísticas.
“Cabe señalar que la página web que hicimos en el primer Pacto, con los seis estados, sigue vigente (viajacentromexico.com), allí se encuentran las 18 escapadas sugeridas en 2020 y ligadas al mapa interactivo, lo que facilita la organización del viaje familiar”, comenta Cabrejos.
El dato..
20 MILLONES de turistas potenciales estiman que pueden atraer los tres estados del Pacto. 500 experiencias turísticas ofrecen en conjunto estas entidades del Centro-Occidente
Medir para saber
Los estados adoptaron el Observatorio Turístico del estado de Guanajuato para medir con precisión la actividad turística de sus destinos, aunado a la integración de la región al sistema de datos federal Datatur, que monitorea la llegada de turistas a los hoteles y los cuartos ocupados de manera mensual.
De enero a julio de 2019, el análisis arrojó que la Región Centro Occidente tuvo una participación en la actividad turística nacional de 18 por ciento, con 8.9 millones de turistas alojados en las entidades que la componen.
Las cifras avalan el Pacto. Entre enero y agosto de 2022, Jalisco recibió a más de 20 millones de visitantes, que dejaron en total una derrama económica de 49 mil 700 millones de pesos (mmp); Guanajuato, hasta octubre del 2022, registró la llegada de más de 17 millones 345 mil visitantes; mientras que Querétaro contabilizó 2 millones de visitantes y una derrama de más de 10 mil millones de pesos el año pasado.
Más huevos, varias canastas
Entre las estrategias que los estados del Pacto han implementado con éxito destaca la diversificación de su oferta. “Fue más una necesidad y no hubiera sucedido sin la pandemia. Antes, cuando decías: ven a Guanajuato, de inmediato la gente pensaba en las momias, en la Arquitectura y el Festival Cervantino… pura cultura. No está mal, pero también tenemos mucha naturaleza para acampar y lugares para hacer turismo de aventura, rocas de escalada para el rapel y aguas bravas para rafting”, comenta Cabrejos, de Sectur del estado.
Otra apuesta fuerte de los tres estados es el enoturismo. Recientemente la Secretaría de Turismo Federal, junto con las estatales y el Consejo Mexicano Vitivinícola elaboraron un catálogo que conjunta las rutas y productos enoturísticos del país, con el objetivo de promocionar la importante producción de vino que hay en México, y principalmente en esta región, poco conocida como enológica, que contempla viñedos, experiencias, hoteles y Pueblos Mágicos.
Para comenzar está Querétaro, un estado que hoy es referente de la cultura vitivinícola y de la producción de quesos, donde los productores y prestadores de servicios turísticos unen esfuerzos para ofrecer experiencias que se pueden disfrutar en un solo día en la zona que se comprende en Ezequien Montes, de Bernal a Tequisquiapan. Entre las más famosas y visitadas está la bodega Freixenet.
Del lado de Guanajuato, “los visitantes pueden llevar a cabo la Ruta del Vino con visitas a viñedos y bodegas de municipios como San Francisco del Rincón, Dolores Hidalgo, León y San Miguel de Allende, desde un recorrido por los campos de cosecha de uva hasta aprender a hacer una tabla de quesos que maride con una botella guanajuatense”, dice Cabrejos.
Pero atada a la imagen azul de sus campos de Agave, es quizá Jalisco la entidad de la que menos se tiene conocimiento que posee una región vitivinícola, cuyos viñedos producen varietales como Malbec, Tempranillo y Syrah, entre ellos están los de la Finca La Estramancia, ubicada en las faldas de la Mujer Dormida, en la ribera sur del lago de Chapala. O el Hotel Quinta Fabiana de San Cristóbal Zapotitlán, que ofrece diversos recorridos por sus campos de vid, catas y maridajes con vinos de la casa.
El Dato...
32 pueblos mágicos con cultura, naturaleza y aventura ofrecen estos tres estados
El hecho de que se agregaran rutas enoturísticas a los planes propuestos por el Pacto Centro-Occidente para los turistas, habla del crecimiento de la industria vitivinícola en México, ya que en los últimos cinco años el consumo de vino ha aumentado de 450 a 950 mililitros per cápita, aunado a que el año pasado nuestro país fue sede del 45 Congreso Mundial de la Viña y el Vino, tras siete años de haberse integrado a la organización internacional que lo lleva a cabo.
jegb