El regreso a clases está a la vuelta de la esquina y también una nueva oportunidad de relacionarte amistosa y amorosamente en tu entorno escolar. Sí, es verdad que las tareas y asignaturas son lo más importante, pero no podemos dejar de lado las relaciones humanas, desde tratar con ese crush que te quita el sueño o lidiar con la persona que te gusta.
Uno de los temas principales que debes tomar en cuenta es la seducción, el arte de invitar o persuadir a la otra persona con el fin de conseguir un interés amoroso. Pero, ¡cuidado! Recuerda que ¡No! es ¡No! y que nadie debe obligarte a ceder en algo indeseable, pues de lo contrario eso no será una relación; al contrario, si aquella persona no está interesada en tus pretensiones, evita incomodarla y continuar; para que no caigas en un tipo de acoso.
¿Pero hasta qué punto alguien puede sentirse obligado a ceder en el ámbito de la seducción? La terapeuta y educadora de la sexualidad, Ana Isabel Hernández, compartió la siguiente información, que te brindará un panorama más amplio sobre este tema.
¿Qué es la seducción?
Desde el punto de vista profesional, la seducción es un tema que tiene líneas muy delgadas porque involucra una intención, acciones o una manipulación para lograr un fin amoroso determinado.
“La seducción es un juego, pero no hay problema mientras ambas personas estén de acuerdo; (existe problema) cuando se siente una obligación o transgresión de una persona hacia la otra.
“Es un tipo de manipulación aceptada socialmente que, hasta cierto punto, la disfrutamos, siempre y cuando me sienta con la libertad de decir sí o decir no”, explica Ana Isabel Hernández.
Sector vulnerable
En opinión de la especialista, los adolescentes son los más vulnerables, pues suelen sentirse confundidos ante el juego de la seducción, porque es común que se sientan obligados a corresponder a las pretensiones de la otra persona debido a sus atenciones.
“Están experimentando, conociendo, (sienten) mucha curiosidad, no tienen mucha información, están dudosos de hasta dónde está bien y hasta dónde no (llegar)”, dice la terapeuta y educadora sexual. “En la adolescencia, hay una idea más generalizada de que si alguien les invita algo, pareciera que le deben. Si alguien me invita a salir, entonces ¿tendría que besarlo?”
Lo recomendable es establecer límites y platicar con ellos para saber cómo lidiar con esta etapa y circunstancia. “Pareciera que en diferentes poblaciones de adolescentes sí surge esta duda”, puntualiza Ana Hernández.
Tips
Para evitar una falsa seducción que desencadena una relación tóxica checa estas sugerencias.
Leer.
La lectura sobre sexualidad y relaciones humanas forjará tus propios conceptos, principios y valores.
Establecer límites.
Debes sentirte capaz de decir sí o no, sin que exista una obligación y temor al rechazo de las pretensiones.
Comunicación.
Hablar es de vital importancia para que la otra persona conozca
tus intenciones, inquietudes, dudas o simplemente el pensamiento
acerca de la dinámica que están efectuando, porque así se evitarán malos entendidos.