El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que el deber del gobierno no es proteger los intereses de las empresas privadas, pues “los únicos negocios que deben de importar a los funcionarios son los negocios públicos”, durante una visita a una termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad en Coahuila el mes pasado.
Sin embargo, Lourdes Melgar, especialista en temas energéticos, indica que si el presidente viera la Reforma Energética sin un velo ideológico, se daría cuenta de que está muy apegada a lo que él busca.
¿Cuál debería ser el papel del gobierno en relación a las empresas privadas del sector energético?
Es importante decir que el gobierno no está para definir las reglas que favorezcan prioritariamente a una empresa por encima de otra, sino más bien para asegurar que las leyes que se aprobaron en el Congreso se cumplan, que la regulación sea acorde a esa ley y que se aplique a todos por igual.
¿Qué inversiones se necesitan para impulsar al sector?
La respuesta es un poco compleja, porque si nos vamos simplemente a lo que establece el marco jurídico actual del país, que se estableció en la Reforma Energética, básicamente el gobierno podría hacer muchísimas cosas, como tener rondas petroleras para que las empresas privadas pudieran venir a explorar y producir petróleo en el país.
Habría oportunidad para las empresas privadas, que están esperando a que les otorguen los permisos para seguir construyendo las terminales de almacenamiento que requiere el país, de establecer nuevas gasolineras que nos urgen a lo largo y ancho del territorio mexicano.
También está la necesidad de invertir en energías limpias para poder cumplir con los compromisos que tenemos en el Acuerdo de París, pero sobre todo asegurar que tengamos electricidad más barata.
Estas inversiones en el sector energético detonan cadenas de valor, en México tenemos obligaciones de contenido nacional y establecer la forma de mitigar los impactos negativos, por lo tanto, hay un esquema que permitiría bajar recursos que van al gobierno y que los administra para detonar el crecimiento económico.
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¿Desde 2018 se intenta hacer cambios a la Reforma Energética, ¿qué ajustes se han hecho?
En términos de lo que establece la Consti- tución no hubo ningún cambio. Creo que si el presidente viera la Reforma Energética sin un velo ideológico, se daría cuenta de que es algo que está muy apegado a lo que él busca.
La Reforma Energética garantiza que los recursos energéticos son de la na- ción. El Estado mantiene la rectoría del sector eléctrico, aquí el tema es lo que tiene que ver con la transformación industrial, donde hay oportunidad de que participe el sector privado, que son las áreas donde están las reglas bien claras de competencia.
Lo único que se realizó fue suspender las subastas eléctricas que detonaron, de una manera muy importante, la instalación de plantas de generación de energía eólica y solar en México, donde pudimos incrementar de una manera significativa la participación de energías limpias, pero sobretodo de energías mucho más baratas, porque los costos para generar energías renovables han bajado de manera exponencial en los últimos años.
También han dejado de dar permiso para la apertura de nuevas gasolineras y del almacenamiento de combustible. Además, se suspendieron las rondas petroleras, donde Pemex se podría beneficiar mucho de las inversiones.
¿Está México a tiempo de subirse nuevamente a la tendencia de las energías limpias, como otros países?
El país podría hacer de las energías renovables una gran plataforma de exportación de insumos para todo el mundo. Es absurdo que México se aboque solo al petróleo cuando a nivel financiero la banca de inversión se enfoca a dar financiamiento verde. México le está apostando al caballo perdedor.
En ese sentido, México tiene una gran oportunidad, porque pocos países tienen el potencial de tener energía solar, eólica, mini hidro, de geotermia y otras tecnologías que se están desarrollando aquí. Sería una pena que el país se quedará en el siglo XX en lugar de ver al siglo XXI, ya que el futuro está en el tema eléctrico.
México no solo estaría a tiempo, Mé- xico es un país que había iniciado esta tendencia para estar a la vanguardia. ¿A qué me refiero? El diseño de las subastas eléctricas que se hizo en el país llevó a que se empezaran a dar precios más competitivos para la generación de energía solar y eólica.