Ya conocía México por visitas anteriores y por su labor diplomática en la región; sin embargo, hace poco más de un año Juan López-Dóriga llegó con las maletas grandes, tras ser designado embajador en nuestro país por el gobierno español. No fue un arranque fácil, más bien fue intenso, por la necesidad de establecer relaciones con el nuevo gobierno mexicano y pasar el mensaje, sin dejar lugar a dudas, de que “México nos importa mucho”.
Al cierre de su primer año de trabajo en nuestro país, el embajador asegura que hubo muchas satisfacciones, sobre todo este 2019, con las diversas actividades que se organizaron para conmemorar los 80 años del exilio español, hecho histórico que si bien recuerda una tragedia, al mismo tiempo abrió la puerta para el renacimiento de las relaciones diplomáticas de México y España, que hoy describe como "únicas e irrepetibles".
Acaba de cerrar su primer año en México. ¿Cómo lo describiría?
Fue un año muy intenso, como corresponde a las relaciones que existen entre ambos países. Esta es una de nuestras embajadas más importantes y eso responde a que tenemos relaciones muy estrechas. Si tuviera que resumir mi primer año: fue un año de trabajo intenso.
¿Cuáles eran los objetivos a su llegada?
Se había dado el cambio de gobierno en México, así que este primer año era fundamental establecer los contactos con la nueva administración y pasar al nuevo gobierno el mensaje de que España está siempre con México, y pasarlo a un alto nivel. Por eso vino S.M. el rey Felipe VI a la toma de protesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, y a finales del mes de enero también vino el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
Los mensajes se pasaron. Queremos estar cerca porque México nos importa mucho. Y había otro objetivo importante, que era conmemorar los 80 años de la llegada del exilio español; en relación con esto hemos tenido muchas actividades.
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Sobre este aniversario, ¿qué significa para los españoles esta memoria?
Por una parte representa la memoria del fin de una tragedia: una guerra civil es lo peor que le puede pasar a un país; y por el otro lado marca un renacimiento de las relaciones entre España y México, cuando por fin se pudieron restablecer las relaciones diplomáticas. Entonces, tener tantos españoles aquí que nos ayudaran a entender y amar a México, fue muy importante.
Dentro de la tragedia, resultaron cosas buenas...
Y eso es lo que hemos querido celebrar este año. Tuvimos la enorme colaboración del gobierno de México, el presidente de la república nos dedicó un espacio en una de sus conferencias mañaneras, el canciller vino con nosotros a Veracruz el 13 de junio, que es el aniversario de la llegada de uno de los primeros barcos, y después tuvimos sesiones en el Senado y en la Cámara de Diputados, donde se puso con letras de oro un recuerdo al exilio español. Es una memoria de una historia compartida que nosotros queremos mantener viva.
¿Cómo describiría la relación de México con España actualmente?
Lo he dicho antes, México es el país más importante para nosotros en América Latina, por la intensidad de las relaciones sobre todo. Es tan única e irrepetible que yo diría que es una relación especial, incluso de familiar.
El Dato.160,000
españoles viven en nuestro país
¿Cuál fue su mayor reto a lo largo de este año en México, su nueva vida?
Yo ya conocía México. Tengo ya una larga experiencia con América Latina: viví cuatro años en Costa Rica, fui embajador en Guatemala, luego fui director para América Latina de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, después dirigí la propia agencia. O sea que ya conocía el país; lo que ha sido diferente es ponerme al frente de una embajada tan importante y comprobar cómo nuestras relaciones son intensas en todos los ámbitos, e intentar impulsarlas en todos ellos.
¿Cuál ámbito es su prioridad?
Todos. Hay cifras muy impresionantes en lo económico, por ejemplo: España es el segundo inversor extranjero en México, y la inversión mexicana en España está creciendo muchísimo. Se ha más que duplicado en los últimos años. Es decir: somos buenos socios económicos, ¡hay más de 6,500 empresas españolas aquí! El pilar económico es muy importante y nos interesa mucho que funcione en las dos direcciones.
Pero hay también cerca de 160,000 españoles en México a los que me he querido acercar, porque tener una comunidad tan grande y bien integrada siempre es útil, sobre todo para un embajador que quiere transmitir la cercanía de sus autoridades. No hablaré de la relación cultural, donde todos los días hay alguien de uno u otro lado, artistas o creadores mexicanos en España o al revés. Hacerme una idea de todo esto, de hasta dónde llegamos para impulsar aquellos sectores donde todavía podemos ir un poco más lejos, ha sido mi mayor reto.
Comentó que ya conocía el país. ¿Hay algo que le haya sorprendido?
Hay algo que ya sabía, pero que me sigue sorprendiendo todos los días: la potencia y la riqueza cultural de México. Realmente es impresionante.
¿Ha tenido tiempo de conocer algunas partes del país?
Ha sido un año tan intenso que no he tenido mucho tiempo para recorrer el país. He estado en algunos estados en visita oficial; pasé unas navidades maravillosas en la costa de Oaxaca, pero reconozco que me queda mucho por conocer. En Semana Santa estuve en el Bajío y también es un lugar que me encantó.
Está por comenzar su segundo año. ¿Cuáles son sus planes?
Tenemos dos citas que son importantes y que tendremos que organizar. Una es de la Comisión Binacional. Son encuentros con miembros del gobierno de los dos países y confío en poder hacerla pronto, a principio del año. Y otra es la Reunión Interparlamentaria. Son contactos entre los dos parlamentos. No es un mecanismo que tengamos con muchos países, pero en su momento México y España decidieron establecerlos y toca ahora celebrar una sesión más.
¿Qué es lo que más le satisface de su labor diplomática?
Es una labor fascinante. Yo nací en una España muy cerrada y mi afán, mi anhelo en aquella época, era salir y ver el mundo. Esta profesión te lo permite. Ya he estado en tres continentes. He visto cosas que mucha gente no tiene la oportunidad de ver: he estado ocho años en Centroamérica, he estado en Túnez con la Primavera Árabe, y ahora como culminación de mi carrera estoy en un gran país. Entonces moverse, salir de tu país, ver cómo vive otra gente, lo que piensa... es una de las experiencias más enriquecedoras que se pueden tener.
De su contribución como diplomático, ¿está satisfecho hasta el momento?
Yo creo que sí. Pero todos queremos más. Tengo una experiencia muy gratificante. Trabajé muchos años en la Cooperación española y prestar ayuda a la gente que lo necesita es una labor muy hermosa. Tengo atesorados en mi memoria muchísimos recuerdos de esas experiencias.
Irene Lozano, la secretaria de España Global, nos visitó hace poco. ¿En qué consiste este proyecto?
España Global trata de transmitir lo que es España en sus distintas vertientes. Es un programa de diplomacia pública. La diplomacia clásica está limitada a contactos entre las autoridades, y lo que queremos ahora es exponer a España en toda su riqueza y en toda su diversidad; ir más lejos y llegar a que, en este caso, todos los mexicanos conozcan y quieran a mi país a través de lo que les ofrecemos, y que ojalá eso les impulse a visitarnos.
Irene Lozano vino para estar aquí el 13 de junio, justo en el 80 aniversario de la llegada del Sinaia a Veracruz. Fue Irene Lozano la que estuvo con el presidente de la República en Palacio Nacional y quien viajó con el canciller a Veracruz.
¿Cuáles son las iniciativas de España Global en México?
Es un esfuerzo permanente y también implica el uso intensivo de las redes sociales. Nos planteamos tener en los próximos meses actividades para explicar diversos temas, sobre todo a 40 años después de la aprobación de la Constitución, y por lo tanto, la vuelta de la democracia a España. Queremos explicar que nuestra democracia tiene problemas, como todas, pero es sólida y estable, y que seguimos apostando por nuestro régimen político.
¿Cuál es su meta, en el plano personal?
En cinco años estaré en la culminación de mi carrera, o casi. Mi objetivo siempre ha sido servir a mí país y servir a los españoles, y en México, afianzar aún más las relaciones entre dos países hermanos, como son México y España.