México se suma a la investigación de las vacunas contra el covid-19

FT Mercados

Participar en protocolos de investigación de las vacunas contra covid-19, es un primer paso para la recuperación económica de México.

México alzó la mano desde el año pasado para participar en las pruebas de Fase 3 de varias vacunas contra covid.
Georgina Navarrete
Ciudad de México /

Se presentó la oportunidad y no lo dudó. Más allá de la posibilidad de ser de los primeros en ser inmunizado contra el coronavirus SARS-CoV-2, que ha matado a casi 2 millones de personas en el mundo y a más de 138,000 tan solo en México, Américo del Río, actor de 41 años de edad, pensó en cumplir una misión como parte de un grupo de personas que sirvan como vía para solucionar la situación que covid-19 impuso. 

Así, este hombre saludable que solo lamenta “no poder donar sangre en un año” —algo que hacía de manera altruista—, pues el protocolo de las pruebas para vacunas lo prohíbe, el 3 de diciembre se unió a la Fase 3 de la investigación de la vacuna chino-canadiense CanSino en México. “Los voluntarios no sabemos si recibimos la vacuna o placebo, pues es un estudio a doble ciego y lo sabremos hasta que se termine”, cuenta.

México ha sido señalado por el Fondo Monetario Internacional como el segundo país que menores apoyos fiscales y directos prestó a su población para afrontar la secuela económica del confinamiento por covid-19, tan solo después de Uganda; sin embargo, el gobierno federal ha dicho que la intención es vacunar lo antes posible a una parte suficiente de la población para generar inmunidad de rebaño. 

“La mejor medicina para la economía son justamente las vacunas”, ha dicho Arturo Herrera, Secretario de Hacienda. En ese camino, hasta la semana pasada habían sido aprobadas por la Comisión Nacional para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para su uso de emergencia contra el virus SARS-CoV-2 en México, las vacunas de Pfizer-Biontech —que ya empezó a aplicarse al personal de salud— y AstraZeneca-Oxford, que se espera pueda comenzar su producción en México el próximo marzo.

 Otro esfuerzo por cumplir la meta de vacunación es la inclusión del país en el mecanismo COVAX, una alianza multilateral impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), implementada para la compra de dosis de vacunas contra el covid-19 y su distribución en los países menos desarrollados.

 Asimismo, desde el año pasado México se unió al grupo de países que cooperan en la realización de los protocolos Fase 3 de varias de las vacunas que buscan determinar su rango de eficacia y evaluar las posibles reacciones adversas o efectos secundarios de su aplicación. 

Las vacunas que se han probado o se probarán en México, en Fase 3, son la chino-canadiense CanSino, y las de los laboratorios estadounidenses Janssen (de J&J) y Novavax, así como la rusa Sputnik V, la italiana Reithera o la francesa de Sanofi-Pasteur. 

Este mes arrancarán las pruebas de una más, la del laboratorio alemán CureVac en alianza con TecSalud, el Sistema de Salud del Tecnológico de Monterrey dedicado a la atención, investigación, innovación y educación en salud. Es el primero que autoriza la Cofepris para ser realizado por un organismo privado.


Medicina para la economía 

No será de golpe, pero la esperanza para la eventual recuperación económica del mundo descansa en la inmunización de la población ante covid-19. El primer reto era generar las vacunas, pero ahora, con las primeras ya en campaña de aplicación y varias más en fases avanzadas para su aprobación, el desafío es logístico: “distribuirlas y aplicarlas con eficiencia a la mayor cantidad de personas, en el menor tiempo posible y con sus características y poder de inmunización óptimos, para lo que es indispensable mantener la cadena de frío”, señala Jaime Sánchez, investigador del Hospital Juárez de México. 

En un reporte de preguntas frecuentes que recibían de clientes e inversionistas, los analistas de Moody’s ya habían destacado que para 2021 “la evolución de la pandemia seguirá siendo un factor clave de las tendencias económicas”, de modo que consideraban positivos los anuncios sobre la aplicación de las vacunas de Pfizer Inc., AstraZeneca PLC y Moderna Therapeutics, que se están desarrollando. 

Sin embargo, la calificadora mantenía intactas sus previsiones económicas mundiales para este año, al considerar que “la amplia disponibilidad y aceptación de vacunas mejorará la salud pública y los resultados económicos, al aliviar el temor público sobre la propagación del virus que limita la actividad económica y dificulta la planificación a largo plazo”, pero esa amplia disponibilidad no se dará antes del segundo semestre del año.

 En el caso particular de México y su esperada recuperación, Luis Gonzali, director general de inversiones de Franklin Templeton, comenta: “No se equivoquen, la aplicación de la vacuna en México será condición necesaria, más no suficiente, para la reactivación económica. 

Para ver una reactivación económica importante hará falta voluntad política y privada, y para lograr eso todavía falta mucho trabajo por hacer”. En ese sentido, también Moody’s destacó en un reporte que “la respuesta fiscal poco agresiva de México (....) ha generado presión en los negocios y hogares y claramente contribuyó muy poco para contener el impacto económico de la pandemia”. 

Y que esa ausencia de apoyo material del gobierno mexicano, podría hacer que sigan “deteriorándose los niveles de ingreso y empleo, pues los pequeños negocios continuarán quebrando (...) y afectando la demanda doméstica y la posibilidad de tener una rápida recuperación, dejando una profunda cicatriz en la economía mexicana”, advirtieron los analistas de Moody’s. 

Alejado del tema de la escasez de estímulos económicos, el gobierno federal ha apostado sus recursos a que una vacunación oportuna, rápida y suficiente entre los mexicanos, impulsará el regreso seguro de la población a sus actividades previas a la pandemia y acelerará el motor de la economía local. “La vacuna es lo más importante para proteger la salud de los mexicanos, pero también es lo más importante para reabrir la economía. Tenemos 32,000 millones de pesos para las vacunas; si fuera necesario, dotaremos de más recursos del presupuesto. 

"Esta es la más alta prioridad para Hacienda”, tuiteó Arturo Herrera en su cuenta oficial el martes. México cuenta con acuerdos firmados para obtener 198 millones de dosis de diferentes vacunas contra covid-19, las cuales servirán para inmunizar entre 107 y 116 millones de personas en el país, según ha informado el canciller Marcelo Ebrard.

 Hasta el momento, solo han llegado al país poco menos de medio millón de dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, de 34 millones de dosis pactadas.

La importancia de participar 

En sus esfuerzos para conseguir las dosis suficientes para inmunizar al menos a 70% de la población mexicana, México levantó la mano desde el año pasado para albergar pruebas en Fase 3 —la última antes de poder hacer una aprobación de emergencia— de varias de las vacunas que se desarrollan en el mundo. 

De la mano de Tec Salud, está a punto de comenzar su protocolo la vacuna desarrollada por el laboratorio alemán CureVac, de ARN Mensajero (un proceso similar al de las vacunas de Pfizer-BioN- Tech y Moderna), que requerirá entre 2,000 y 3,000 voluntarios. 

Durante el anuncio, Guillermo Torre, rector de Tec Salud, comentó que ya antes habían trabajado con CureVac en otros proyectos, lo que posibilitó esta alianza coyuntural para la vacuna anticovid. “Esto nos dará una gran cantidad de conocimiento y la oportunidad de tener una vacuna que contrarreste esta terrible pandemia”, explicó en la misma videcon- ferencia Fernando Castilleja, líder de la estrategia covid-19 de Tec Salud. 

En la Fase 3 en México para la vacuna CureVac participarán también el Instituto Nacional de Nutrición de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y una instancia privada del estado de Querétaro, como parte de los 36,000 voluntarios que se necesitan alrededor del mundo.

 La idea, dijo Guillermo Torre, es comenzar este mismo mes y tener los primeros resultados sobre eficacia y seguridad en mayo o junio. En ese momento se busca- rá la aprobación para aplicarla y, quizá, podría ser la primera en comercializarse de manera privada, aunque “aún es pronto y no sabemos qué decidirá el gobierno en ese momento”.

 Sobre los beneficios añadidos de participar en este tipo de pruebas, Jaime Sánchez, de la Unidad de Investigación del Hospital Juárez, destaca que brinda más garantías para acceder a las dosis que necesitamos como país una vez que se confirme su eficacia. 

“Fue un acierto del gobierno haber levantado la mano, porque literalmente todo el mundo quiere lograr la cobertura necesaria para inmunizar a su población y al fin poder dejar este episodio atrás”.

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