Llegó al mundo del vino por mera casualidad, con la idea de ganar experiencia como bióloga. La hoy enóloga Milagros Rodríguez es desde 2006 directora técnica de Bodegas Sarría, Bodega Guelbenzu (Aragón) y Bodega Martínez Corta (La Rioja) del grupo Bornos, en donde cada día pone toda su pasión para elaborar vinos de calidad, pero sobre todo “que reflejen la identidad de su terroir”, porque afirma que, sin duda, un buen vino no comienza en otro lado que en el campo.
El flechazo se dio en uno de sus primeros trabajos luego de terminar sus estudios de Biología en la Universidad de Navarra. “Comencé a trabajar en diferentes industrias relacionadas con mi carrera y una de ellas fue una bodega histórica” en esa misma región española. Tras pocos meses, “el mundo del vino empezó a apasionarme y decidí enfocar mi vida hacia la enología”.
Durante dos años compaginó su trabajo en la bodega con sus estudios de enología, “así pude asimilar de una manera práctica todo lo que aprendía en la Universidad de La Rioja. En ese tiempo estaba a cargo del control analítico en viñedo y bodega, en la elaboración, estabilización y clarificación de los vinos”, dice Rodríguez.
¿Qué tan competitivo es el mercado laboral en cuanto a género, hay barreras para una enóloga?
Tradicionalmente en España la profesión de enólogo ha sido vista como una actividad de hombres, afortunadamente esto ha ido cambiando en los últimos años;en la actualidad muchas de las bodegas españolas son dirigidas por mujeres.
Lo Dice...“Hay que entender que cada vino es distinto y que cuando abres una botella, estás destapando una nueva experiencia".
Sí que es cierto que en ocasiones me he encontrado con personas que se han mostrado reticentes a aceptar a una mujer como directora técnica de una bodega, pero supongo que es igual lo que enfrentan otras muchas mujeres que ocupan cargos importantes en otro tipo de empresas.
¿Cómo llegó a Bodegas de Sarría?
En 2001 llegué a Bodega de Sarría como encargada de laboratorio de la mano del entonces director técnico. Después de cinco años trabajando juntos y ampliando mis conocimientos, él decidió cambiar de rumbo y fue en 2006 cuando asumí la responsabilidad.
En la actualidad dentro del grupo Bornos Bodegas y Viñedos soy la directora técnica de Bodega de Sarría (Navarra), Bodega Martínez Corta (La Rioja) y Bodega Guelbenzu (Aragón).
En el día a día, ¿cuál es la filosofía de trabajo en las bodegas de Bornos?
Trabajamos con una filosofía de mejora continua, intentamos superarnos cada día para lograr la mejor calidad en nuestros vinos. Sabemos que un buen vino empieza en el campo y es por eso por lo que cuidamos cada mínimo detalle de nuestro viñedo. El trabajo en bodega pretende ser lo más respetuoso posible con la uva para que la fruta se exprese en cada uno de nuestros vinos.
Sentimos que cada una de nuestras bodegas tiene una identidad propia, que queremos mantener y respetar poniendo mucha pasión en todo lo que hacemos.
¿Qué circunstancias se tienen que dar para conseguir el vino perfecto?
Cada vino está ligado a un territorio, a una tradición de cultivo y elaboración y esta tipicidad lo hace diferenciarse del resto. Para obtener un buen vino, hay que partir de una buena materia prima, que en este caso es la uva. Por ello es imprescindible cuidar mucho del viñedo, sabiendo leer qué es lo que necesita en cada momento.
Cada año es distinto climatológicamente, hay años más lluviosos y otros más secos, todo lo que ocurra durante el año lo veremos durante la vendimia reflejado en la uva, y finalmente en el vino. Una vez que tenemos una buena materia prima, nuestra filosofía es intervenir lo mínimo posible en bodega. Simplemente controlar que los procesos vayan bien para que el vino pueda expresar al máximo su origen y lo que ha vivido durante ese último año.
No sé si existe un vino perfecto, pero según mi criterio, para obtener el mejor vino posible necesitamos una pizca de suerte con el clima: invierno frío, con algo de nieve, primavera no demasiado lluviosa, verano con contraste de temperaturas entre el día y la noche, y el conocimiento para entender qué es lo que podemos hacer en bodega para obtener los mejores resultados al final.
¿Qué vino de los que elabora la han hecho sentir más orgullosa?
Serían aquellos capaces de expresar su identidad en cada región: Viñedo Nº5 en Navarra, Evo en Aragón y Martínez Corta Crianza en La Rioja.
Siento un cariño especial por los rosados que elaboramos en la bodega de Navarra. Los rosados son vinos muy complicados de elaborar y a veces poco comprendidos, y el Viñedo Nº5 es un vino que desde la primera añada que se elaboró nos ha dado muchas alegrías en forma de reconocimientos en concursos internacionales. Es un vino muy versátil, fresco y sabroso en boca, que se puede maridar con casi cualquier comida.
En Guelbenzu, el Evo me apasiona por ser un vino tradicional y a la vez moderno. Expresa al máximo el terroir de esa zona, una finca de suelos pobres y exigentes al abrigo del monte Moncayo. Su complejidad hace de él un vino ideal para disfrutar durante horas de todos sus matices.
En Martínez Corta, en La Rioja, nuestro Crianza me ilusiona cada año viendo cómo se expresa la fantástica personalidad de la variedad tempranillo que se cultiva en esta zona mundialmente conocida. Un vino que integra las magníficas características del tempranillo con la elegancia y delicadeza que le aporta la crianza en barricas de roble.
¿Qué le recomienda a los iniciados en el vino, para que su afición siga creciendo?
Para disfrutar del vino no hace falta tener una cultura vitivinícola importante, únicamente ganas de disfrutar. Es importante perder el miedo a probar el vino y tomarlo sin complejos. Hay que entender que cada vino es distinto y que cuando abres una botella estás destapando una nueva experiencia. Por ello recomiendo probar muchos vinos diferentes y hacerlo con una mentalidad abierta.
Otro consejo es que jueguen a combinar los vinos con diferentes comidas y en distintos ambientes. Un vino puede cambiar dependiendo de con qué, dónde y con quién lo tomes.
El mundo del vino es apasionante y a la mayoría de la gente le ocurre que cuanto más conocen de él, más quieren saber.
¿Nos puede recomendar un maridaje con uno de sus vinos preferidos?
Mucha gente tiene la duda de con qué maridar los rosados, pero es muy curioso porque el vino rosado es uno de los más versátiles a la hora de combinarlo con la comida. Por ejemplo nuestro Viñedo Nº5 va de fábula con un arroz o risottos. Pero también combina estupendamente con una parrillada de verduras. Si la comida o cena es más informal también acompaña bien pizzas, hamburguesas o un plato de pasta como un spaghetti alle vongole.
También puedo sugerir un maridaje del Evo de Guelbenzu, que iría de maravilla con un estofado de buey, y el Martínez Corta Crianza con un entrecôte a la pimienta.
srgs