Aunque duela aceptarlo, la moda es una de las industrias más contaminantes del planeta. Afortunadamente, cada vez más marcas están haciendo propuestas conscientes, sin dejar de lado el diseño, la innovación y el lujo. Es el caso de la pionera Stella Mccartney y la estrella en ascenso, la uruguaya Gabriela Hearst.
Hasta hace algunos meses, parecía que los gigantes de la moda se estaban quedando atrás en el camino hacia la sustentabilidad, pero una nueva iniciativa promete cambiarlo todo.
Casas como Chanel, Gucci, Prada, Versace, Salvatore Ferragamo, Armani y Burberry, se aliaron con grandes del fast fashion como H&M e Inditex para firmar el Fashion Pact el pasado 23 de agosto.
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El acuerdo, liderado por François-Henri Pinault –CEO del Grupo Kering-, fue firmado por 32 compañías de moda y busca combatir los gases de efecto invernadero (GEI), instaurar el uso de energía 100% renovable en la manufactura y eliminar completamente el plástico de un solo uso para el año 2030.
En realidad, los esfuerzos para redireccionar la industria hacia un proceso más ecológico y ético comenzaron hace años. Stella Mccartney, por ejemplo, ha predicado y practicado los principios del lujo sostenible desde que fundó su marca en 2001, utilizando piel falsa y trabajando con otras marcas, como Adidas, para desarrollar innovadores tejidos reciclados.
Otro ejemplo es H&M; con su campaña de recolección ha logrado reciclar 20,649 toneladas de textiles para. Por su parte, LEVI’S cambió su proceso de fabricación y encontró más de 20 técnicas de acabado que reducen hasta en 96% del agua que normalmente se utiliza en el acabado del denim. Lo mejor es que las compartió con otros fabricantes para crear un impacto real.
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Lujo ético
Una iniciativa que se ha vuelto cada vez más común entre nuevos diseñadores es la de slow fashion, que consiste en mantener una producción casi artesanal bajo condiciones éticas y utilizando materiales durables.
Misha Nonoo y Gabriela Hearst entran en esta categoría gracias a sus modelos de negocio. Nonoo llegó al spotlight gracias a su decisión de fabricar bajo pedido y dejar de vender en tiendas departamentales para combatirr la sobreproducción.
Su colección Easy 8 consiste en ocho piezas atemporales que, combinadas, forman hasta 22 looks diferentes; el concepto es lograr más comprando menos.
Todas sus prendas son fabricadas con materiales libres de sustancias químicas y están diseñadas para durar décadas. Entre sus fieles seguidoras se encuentran Emma Watson, Gwyneth Paltrow y, su mejor amiga, Meghan Markle. Hearst, por su parte, ha hecho de la sostenibilidad el centro de su marca desde su lanzamiento en 2015.
Su estética pone énfasis en la artesanía, por eso la producción tiene un ritmo lento. Sus diseños son trabajados a mano por un equipo de 600 mujeres en Uruguay y utilizan tejidos orgánicos como lino tratado con sábila y lana de su propio rancho.
Además, el mes pasado hizo historia al organizar el primer desfile de moda Carbono Neutral durante la Semana de la Moda de Nueva York, minimizando la huella de carbono al trabajar con la empresa EcoAct.
"Oscar Wilde dijo que 'un pequeño acto de amabilidad es más importante que cualquier gran intención' y creo en eso. Con la sostenibilidad, no se trata de hablar, se trata de hacer", Gabriela Hearst.
El camino hacia la sustentabilidad no depende únicamente de los fabricantes, los consumidores también somos parte del proceso. Es muy importante empezar a cuestionarnos sobre la procedencia de nuestras prendas, su calidad, el tiempo que las usamos, cuántas veces las lavamos, qué tipo de químicos usamos para hacerlo e incluso qué hacemos con ellas cuando ya no las queremos.
Más allá de adquirir ropa sustentable para unirnos a una tendencia, la clave es cambiar nuestra mentalidad y el uso que le damos a las prendas. De nosotros depende el consumo responsable y el futuro de nuestro planeta.
(Bolso de Gabriela Hearst).
DESTACADO
Misha Nonoo no sólo es famosa por haber presentado a Meghan Markle y al príncipe Harry, sino también por su colección Easy 8 que consta de ocho piezas con las que se arman 22 looks. La idea es lograr más comprando menos.
MODA SOSTENIBLE HECHA EN MÉXICO
Nuestro país no se queda atrás. Marcas como Carla Fernández y Lidia Lavín trabajan con comunidades indígenas y utilizan materiales artesanales para reducir el impacto ecológico. Aquí te presentamos otras firmas mexicanas que apuestan por la sustentabilidad.
Sandra Weil
Para su colección Salacia, confeccionó t-shirts elaboradas con PET reciclado de la Fundación México Azul, como invitación a cuidar los mares.
Coeur
Ofrece prendas versátiles para el diario elaboradas con tejidos naturales libres de pesticidas y con un ciclo de producción ético y transparente.
Caralarga
La diseñadora Ana Holschneider crea piezas de joyería con hilo de algodón crudo y desperdicio textil descartado por errores en el tejido.