Quedarse inmóvil no es la opción

Mujeres

4 de cada 10 mujeres mexicanas trabajan, pero muchas de esas ocupaciones son de bajo impacto económico.

Actualmente, las empresas públicas y privadas cuentan con programas orientados a la contratación y retención de talento femenino.
Guillermina Ayala
Ciudad de México /

Alcanzar la equidad de género tiene sentido desde el punto de vista económico, pero es difícil conseguirla. 

En la actualidad, contratar y promover mujeres talentosas es lo más productivo para la sociedad, incluso para la economía en el mundo.

 Es cierto que en los últimos años se han creado leyes, políticas e iniciativas del sector privado que obligan a las empresas a cumplir con una cuota de género, pero en una escala particular, las compañías también han incorporado apoyos que fomenten una cultura organizacional, campañas para fortalecer la conciencia de género, así como programas orientados a la contratación y retención de talento femenino.

 En México vamos a paso lento para conseguir una equidad de género sustentable, pero avanza satisfactoriamente. “La desigualdad no es solo un problema moral y social apremiante, sino también un desafío económico crítico en el mundo”, menciona Luz María de la Mora, directora de WeConnect International. De la Mora añade que “si las mujeres –que representan 50% de la población mundial en edad de trabajar–, no logran todo su potencial, la economía global sufrirá”.

El Dato.

12,000 mdd

podrían agregarse alPIB mundial parael 2025 si se cierra la brecha de género


Poder femenino en la economía 

Se estima que si las mujeres tuvieran las mismas condiciones que los hombres en el mercado laboral (participación, jornadas, cargos y salarios), el Producto Interno Bruto (PIB) global se incrementaría en 12,000 millones de dólares (mdd) para 2025, de acuerdo con el estudio de McKinsey Global Institute sobre El poder de la paridad: Cómo avanzar en la igualdad de género puede añadir 12 trillones de dólares al crecimiento mundial.

 El estudio señala que las mujeres en realidad son una de las fuentes de mano de obra sin explotar más importantes. “En el mundo, 655 millones de mujeres son económicamente activas. Aunque representan más de 50% de los graduados en las universidades en el mundo, solo 25% ocupa puestos directivos”. 

“El nivel de desigualdad de género es alto. En pleno 2019, las mujeres continúan estando muy poco representadas en las empresas, particularmente en la alta dirección”, menciona De la Mora.

Los techos de cristal

 De acuerdo con el estudio, una abrumadora mayoría de la población femenina trabaja en la economía informal y se concentra en los empleos peor remunerados, con poca o nula protección social. Además siguen siendo víctimas de discriminación y violencia, viéndose en diversas ocasiones imposibilitadas para ejercer plenamente sus derechos fundamentales. De acuerdo con cifras de ONU Mujeres, en 18 países en el mundo los esposos pueden impedir legalmente a sus esposas que trabajen; 1 de cada 5 mujeres y niñas han denunciado haber sufrido violencia física o sexual, y la carga de trabajo doméstico de las mujeres es 2.6 veces mayor que la de los hombres.

A pesar de que en los últimos años se han registrado avances importantes en esta materia en todo el mundo, las desigualdades persisten, por lo que es importante redoblar esfuerzos e incrementar políticas públicas con perspectiva de género.

McKinsey Global Institute, en su estudio, identificó 15 indicadores de equidad de género en 2018 para 95 países, y encontró que 40 de estos países tienen niveles altos o extremadamente altos de desigualdad de género en, al menos la mitad de los indicadores, los cuales se dividen en cuatro categorías: igualdad en el trabajo, servicios esenciales y habilitadores de oportunidades económicas, protección legal y voz política, así como seguridad física y autonomía.

Ninguna región en el mundo logró una puntuación de paridad completa. Los puntajes van desde 0.44 en el sur de Asia hasta 0.74 en América del Norte y Oceanía, las regiones con mejores resultados.

 En Europa Occidental, entre 2007 y 2018, la mayoría de los países incrementaron la representación femenina en los consejos por cifras de dos dígitos, incluyendo 30 puntos porcentuales en Francia e Italia, y 17 puntos en Alemania. 

El Dato.

240 millones

de trabajadoras se sumarían a la fuerzade trabajo mundial en2025 al terminar con la brecha de género


No obstante, el progreso fue más moderado en los comités ejecutivos: un crecimiento de ocho puntos porcentuales en los Países Bajos y cinco en el Reino Unido, por ejemplo. A pesar de estar en la parte superior, Noruega y Suecia aún están lejos de alcanzar la equidad de género. 

México no es la excepción, ya que el país es el más bajo en toda América Latina en cuanto a mujeres en puestos en alta gerencia empresarial. 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 4 de cada 10 mujeres mexicanas trabajan, pero muchas de esas ocupaciones son de bajo impacto económico –malos o nulos salarios, informalidad, eventualidad–, y solo 2 de cada 100 mujeres son empresarias, emprendedoras o tienen un empleo con salarios altos. 

La tasa de hombres que trabajan triplica a la de las mujeres en el país y, aunque no son datos comparables, “muestran rezagos importantes que reflejan una diferencia significativa en el entorno para hacer negocios en México”, dice la directora de WeConnect International. 

Volviendo al estudio de McKinsey, se podrían agregar hasta 800,000 mdd al PIB anual de México en 2025, si se reduce la brecha de género e incrementando la participación de las mujeres en la fuerza laboral. Esto es hasta 40% más alto que el PIB sin cambios en 2025.

 “En los últimos cinco años. México ha dado importantes avances en la materia de igualdad, pero nos falta mucho trabajo”, menciona De la Mora.

 Actualmente las mujeres tienen mayor presencia en la vida política. La prueba está en que México es el sexto país con mayor número de mujeres legisladoras en el Congreso Federal; representan 49% del total en la Cámara de Diputados. Es la primera vez que el recinto en San Lázaro, en la Ciudad de México, cuenta con 245 mujeres y 254 hombres. Mientras que en el Senado hay 49 mujeres ocupando un escaño de los 96 lugares que hay. 

Los avances son tangibles, no obstante, falta mucho por hacer. El problema de violencia contra las mujeres y feminicidios, por ejemplo, continúa siendo alarmante, de acuerdo con la ONU Mujeres, en México se cometen siete homicidios de mujeres al día. 

No se pueden desestimar los avances que hemos tenido en los últimos años; sin embargo, debemos redoblar esfuerzos para crear una mayor igualdad entre hombres y mujeres y construir juntos una sociedad donde los derechos de las niñas y mujeres sean respetados, y la violencia en contra de ellas termine.



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