El barco Adventure of the Seas, de Royal Caribbean, llegó a Cozumel, la isla de las golondrinas del Caribe mexicano que tradicionalmente recibe más hoteles flotantes en el país.
La embarcación, procedente de Bahamas y la primera en llegar a América Latina, marcó el inicio de la reactivación de esta industria en junio, luego de 15 meses de inactividad a causa de la pandemia de coronavirus, con 1,000 pasajeros a bordo, los cuales cumplieron con los protocolos de sanidad de la naviera y de las autoridades del lugar.
Según estimaciones de las empresas y analistas consultados, será a más tardar en 2023 cuando la industria de cruceros regrese por completo a los niveles observados previos a la pandemia, pero un regreso triunfal a los mares dependerá del cumplimiento estricto de los protocolos sanitarios que indique cada puerto.
Para su regreso, empresas como Royal Caribbean y Celebrity Cruises prepararon todo un protocolo sanitario, con más de 70 medidas que van desde la sana distancia, revisión de temperatura, uso de gel antibacterial y mascarilla, hasta pruebas rápidas de covid-19, vacunación y un sistema especial de filtrado de aire que elimina las bacterias que pudieran alojarse en las embarcaciones, principalmente en los espacios cerrados como camarotes, restaurantes, bares y teatros.
“El folleto de medidas sanitarias parece una Biblia, porque se piensa en cada detalle, cada punto, cada aspecto, pero básicamente se cimienta en cuatro pilares fundamentales”, dice Alberto Muñoz, vicepresidente de Royal Caribbean para América Latina y el Caribe.
Para integrar todas las medidas sanitarias se conformó un comité ejecutivo donde participaron especialistas en control de pandemias y transmisión de enfermedades, entre otros expertos.
El primer pilar es el sistema especial de filtrado de aire, el cual oxigena los interiores de las embarcaciones con el viento del exterior, ayudado por filtros que son capaces de capturar las bacterias que eventualmente pudieran generar daños a la salud. Con él se pueden sanitizar los interiores hasta 20 veces por hora.
En segundo término se tomó la decisión de lavar los blancos como sábanas y toallas con productos de limpieza de nivel hospitalario, los cuales son avalados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EU).
En este tema, además de incrementar la frecuencia de lavado, el departamento de lavandería tiene la instrucción de aumentar la temperatura al momento de planchar, para eliminar cualquier rezago de bacterias, explica Manlio Carpizo, director comercial y desarrollo de producto para Latinoamérica de Celebrity Cruises.
El tercer pilar considera la ampliación del equipo médico tanto en las instalaciones de las empresas, como el que va a bordo de las unidades. Por último, se adaptó el plan de contingencia en función de cada destino donde se embarque, ya que los requerimientos suelen ser distintos. “La industria de cruceros siempre ha sido muy segura, creamos protocolos de sanidad desde siempre y ahora no es la excepción”, asegura Carpizo.
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Vacunación, un requisito
Adicional a esas medidas, por política interna toda la tripulación de las navieras está vacunada contra covid-19, además de que deben seguir un protocolo previo a abordar la embarcación. El staff de las unidades se pone en cuarentena en un lugar distinto de donde va a abordar. En tierra se realiza un test antes y después del aislamiento.
Posteriormente se desinfecta al personal y, una vez más, permanecen confinados para confirmar que no hay contagios y no se generó ninguna reacción, detalla el director comercial de Celebrity Cruises, una marca del portafolio de la empresa Royal Caribbean International.
Según el ejecutivo, por regulación al menos 95% de los huéspedes de sus hoteles flotantes debe estar vacunado con el esquema completo que marca la farmacéutica del biológico utilizado. Alberto Muñoz comenta que Royal Caribbean recomienda a todos los viajeros estar inmunizados porque algunos puertos de embarque así lo solicitan.
Destaca que si bien las reglas son cambiantes, hasta ahora destinos como Chipre, Texas y Alaska piden la vacunación, mientras que en Florida no es necesaria. “Si el puerto de salida pide que estén inmunizados, deben estarlo, en aquellos donde no es exigido, damos la opción de venir a bordo, pero tienen que cumplir algunos requisitos adicionales”, entre ellos algunas pruebas de covid-19, que se solicitan o no, dependiendo del puerto de embarque y las edades, dice Muñoz.
El uso de mascarillas depende de la embarcación, el lugar de salida y las legislaciones locales. Por ejemplo, en el viaje de Adventure of the Seas, para los pasajeros vacunados no fue obligatorio.
Desde noviembre pasado, Royal Caribbean navegó en Singapur, donde puso en marcha todos sus protocolos sanitarios. “Hasta el día de hoy no se ha contagiado ningún miembro de la tripulación y ni uno solo de los 62,000 pasajeros que han navegado con nosotros, eso demuestra que los protocolos funcionan”, dice Muñoz.
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Aguas turbias
Desde abril de 2020, el sector padece los efectos del covid-19, los cuales dejaron pérdidas millonarias para las navieras y familias que dependen de esta actividad.
El año pasado se recibieron 865 cruceros en México, 70.7% menos que en 2019, según datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a nivel mundial, según las organizaciones internacionales, las pérdidas estimadas son de 77,000 mdd, 518,000 puestos de trabajo y 23,000 mdd en salarios, dice Alberto Muñoz, de Royal Caribbean.
“Ha sido una temporada difícil y com- plicada, pero se empieza a ver un repunte y mucho positivismo”, expresa. Las cifras más recientes, hasta abril de 2021, están en cero. Sin embargo, en junio se reinició esta actividad con la embarcación de Royal Caribbean, la cual forma parte de los 24 cruceros que llegarán a Cozumel este mes. En 2019, el país recibió 2,951 cruceros, con 8.93 millones de pasajeros.
Los ingresos fueron por 625.9 mdd, con un gasto promedio de 68.8 dólares. Royal Caribbean estima que en 2021 se irá reactivando los viajes “poco a poco”, a medida que avance el proceso de vacunacióny los contagios mantengan una clara tendencia a la baja. Sin embargo, en su opinión, es difícil hacer estimaciones precisas, porque la situación es cambiante.
“Vemos un 2022 muy fuerte, llegando a un nivel de reservaciones muy similar al de 2019”, dice el director comercial de Celebrity Cruises, Manlio Carpizo. Sin embargo, Muñoz considera que será hasta 2023 cuando se regrese totalmente a los niveles previos a la pandemia, “aunque el repunte ha sido tan importante, que no me sorprendería que en América Latina fuera antes, en 2022”.
Parte de las reservaciones del próximo año corresponden a personas que pospusieron un viaje que tenían programado para 2020 o los primeros meses de 2021.
“No hay que echar las campanas al vuelo”, señala Leticia Armenta, profesora del Tec de Monterrey, quien recordó que el turismo, en general, fue de los más afectados por la pandemia y será de los últimos en recuperarse, al ser una actividad que requiere constante contacto físico.
La especialista coincidió en que, si se mantiene el panorama actual, la recuperación de esta industria se dará entre 2022 y 2023. Sin embargo, recordó que se vive un repunte de contagios en el mundo, el cual —de recrudecerse— podría modificar las perspectivas hacia adelante.
México tiene 28 puertos para recibir navíos, en las regiones Pacífico y Golfo-Caribe. Antes de la pandemia, Cozumel concentró 46.2% de los cruceros que arribaron. Le siguen Mahahual, en Quintana Roo (16.2%); Ensenada (9.1%); Cabo San Lucas (6.9%), y Puerto Vallarta (6.1%).
Justamente a Cozumel llegó, en días pasados una nueva embarcación de Celebrity Cruises, la cual salió el 26 de junio de Fort Lauderdale, Florida, con cerca de 1,100 pasajeros. Se trata de la primera embarcación que sale de Estados Unidos, tras la parálisis que generó el covid-19.
Se espera que paulatinamente lleguen más unidades al país, de tal forma que al cierre del año el Pacífico también tenga sus primeras embarcaciones. El proceso será lento, pero con el objetivo de dejar atrás la mala experiencia del covid-19.