El estilo de administración del jefe de la Fórmula 1, Stefano Domenicali, no es precisamente un asunto privado. La serie documental tras bambalinas de Formula 1: Drive to Survive de Netflix ha transmitido a millones de personas las sensibilidades de tratar con pilotos de carreras, sus jefes de equipo, propietarios multimillonarios y patrocinadores, así como con los jefes de Estado y miembros de la realeza involucrados en las carreras de élite del automovilismo.
En la última temporada, el liderazgo de Domenicali se puso a prueba en una reunión de jefes de equipo, entre ellos Toto Wolff, director de Mercedes, y Christian Horner, su homólogo en Red Bull. Los eternos rivales se enzarzaron en una discusión sobre el nuevo reglamento de diseño de automóviles y, cuando los ánimos se calentaron, Domenicali intervino para calmar la situación. La discusión continuaría “como es debido” con la Fédération Internationale de l’Automobile (FIA), el organismo rector del deporte, dijo Stefano a la reunión de directores de equipo.
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Reflexionando sobre el incidente en la sede de la F1 en Londres, Domenicali dice que conocer personalmente a los jefes de equipo fue importante para manejar la situación. “Aprendes a manejar este tipo de cosas mientras más veces ocurren y conforme más entiendes a la gente. Cada uno de nosotros es diferente, así que debes respetar eso”.
Como antiguo director de equipo de Ferrari, conoce las presiones a las que se enfrentan los jefes de equipo como Horner y Wolff, desde manejar a pilotos campeones como Max Verstappen y Lewis Hamilton, hasta motivar a ingenieros y especialistas en aerodinámica para que construyan los mejores coches.
La Fórmula 1 (F1) se está expandiendo rápidamente. El propietario estadunidense Liberty Media, que adquirió la F1 en un acuerdo de 8 mil millones de dólares (mdd) en 2016, rediseñó la economía del deporte: reparte los ingresos de forma más equitativa entre los equipos, introdujo límites de gasto en el desarrollo de los autos para impulsar la competencia y transformó la forma de relacionarse con los aficionados en las redes sociales.
Una red de basquetbol de los Miami Heat cuelga en la pared frente al escritorio de Domenicali, es un recuerdo después de la incorporación el año pasado de un Gran Premio en la ciudad estadounidense. La F1 correrá en Las Vegas el próximo noviembre por primera vez en cuatro décadas.
Los ingresos anuales aumentaron 20 por ciento, hasta superar los 2 mil 500 mdd en 2022, debido al incremento de las comisiones que pagan los promotores de las carreras, el aumento de los derechos de los medios, los patrocinios y la asistencia al negocio de hospitalidad Paddock Club.
Pero a pesar de todos los esfuerzos por aumentar la participación, al deporte le ha faltado emoción al frente de la parrilla. Max Verstappen ganó 15 de las 22 carreras de 2022. Su equipo Red Bull tiene más del doble de puntos que sus rivales más cercanos.
“Este año, tenemos que decir la verdad: Red Bull hizo un mejor trabajo que los demás, es un hecho. Pero sería imprudente decir que el campeonato está terminado”, dice.
Mientras tanto, algunos antiguos empleados y otras personas que lo conocen dicen que Domenicali es un poco “de la vieja escuela”, prefiere que el personal esté físicamente presente en la oficina y viaje a las carreras. Es un calendario exigente: la temporada transcurre de marzo a noviembre y se amplió a 23 carreras esta temporada en comparación con las 13 y 15 en la década de 1990.
En la sede de la F1, donde las salas de juntas llevan el nombre de personalidades legendarias del automovilismo como Juan Manuel Fangio •pero también hacen un guiño a Roscoe, el bulldog vegano de Hamilton•, Domenicali se muestra relajado ante la presión. “¿Cuál es el peso de un negocio exigente si te gusta y te motiva hacerlo? Cero”, dice.
El italiano afirma que su estrategia consiste en tratar a la gente por igual, ya sean presidentes o su jardinero. “Es mi estilo, lo tomas o lo dejas. No soy capaz de poner una máscara frente a mí”. “La gente que no es inteligente cree que solo hay un estilo para expandir el negocio del que eres responsable. He demostrado que soy capaz de ser el mismo, aquí, en esta silla, y si vienes conmigo de vacaciones con mi familia, con mis amigos... yo no cambio”. Nacido en Imola, donde se encuentra el circuito en el que el brasileño Ayrton Senna, tres veces campeón del mundo de la F1, sucumbió en un accidente mortal en 1994, Domenicali empezó su carrera en la escudería Ferrari y más tarde vio cómo el piloto Michael Schumacher dominaba el campeonato a principios de la década de 2000.
Él dice
“He demostrado que soy capaz de ser el mismo, aquí en esta silla, y si vienes conmigo de vacaciones con mi familia , con mis amigos yo no cambio“
“Aprendí que no puedes hacer nada solo; necesitas un buen equipo, de hecho, el equipo más fuerte de la historia”, dice sobre su etapa en Ferrari.
En 2014, renunció después de tres carreras en la temporada, luego de que el rendimiento de Ferrari en la pista se desplomó. Trabajó en la marca Audi de Volkswagen •donde el escándalo de las emisiones diésel frustró una posible entrada en la F1• y luego se incorporó a Lamborghini.
Como director ejecutivo de la F1 ayudó a convencer a Audi para que regrese a tiempo para 2026, cuando está previsto que entren en juego las nuevas unidades de potencia, que serán más eficientes y utilizarán un combustible más sustentable.
En marzo de 2022, antes de la segunda edición del Gran Premio de Arabia Saudita en Jeddah, su capacidad de persuasión tuvo una prueba mayor. En vísperas de la carrera, un ataque con misiles de los Houthi alcanzó una instalación de almacenamiento de petróleo de Saudi Aramco, y el humo que se esparció por el aire era visible desde el circuito. Asustados, los pilotos debatían entre competir o no.
Había mucho en juego. A pesar de las críticas de grupos activistas de defensa de los derechos humanos, Arabia Saudita se ha convertido en un mercado importante para la F1, fundamental para la expansión de Liberty Media en Medio Oriente.
Lo que ya no era “un momento fácil” se vio amplificado por las redes sociales, dice Domenicali. La carrera se celebró después de sostener reuniones nocturnas con los pilotos en las que Domenicali transmitió las garantías de las autoridades locales y explicó las medidas de seguridad que se pusieron en marcha.
En enero, Bloomberg News informó que la F1 atrajo el interés de adquisición del Fondo de Inversión Pública Saudita, lo que provocó una firme respuesta del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem. Este tuiteó que el organismo rector se mostraba “cauteloso” ante el “supuesto precio inflado” de 20 mil mdd, incluida la deuda, y advirtió que cualquier postor debería aportar algo más que “mucho dinero”.
La F1 y Liberty Media decidieron no responder públicamente, pero en una carta al presidente de la FIA, le advirtieron que sus comentarios “sobrepasan los límites tanto de las competencias de la FIA como de sus derechos contractuales” y que el organismo “puede ser responsable” si los tuits del presidente “dañan el valor de Liberty Media”.
“Si quieres hacer algo, no tienes que gritar o anunciarlo”, dice Domenicali sobre su intento de resolver el asunto en privado, “haces lo que es mejor para los intereses del negocio del que eres responsable. Todo el mundo es diferente, pero así soy yo”.
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