Con el objetivo de formar y desarrollar una mentalidad emprendedora en sus alumnos, la Universidad Anáhuac creó hace cuatro años el Centro de Emprendimiento Universitario (CEU), consciente de que esta actividad es un importante motor de la economía nacional, en la que 99.8 por ciento de las empresas son Mipymes.
El CEU ha creado y entrenado a más de 140 grupos de Emprendimiento e Innovación y ha capacitado a más de 700 emprendedores en su incubadora de empresas.
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Guillermo Larios, director del CEU, explica que “el emprendimiento es una actividad que cualquier ser humano puede desempeñar, aunque el hecho de que decida hacerlo depende de su motivación y sus condiciones de vida”.
¿Cómo impulsan el espíritu emprendedor en sus alumnos?
El CEU está orientado a generar una cultura y mentalidad emprendedoras dentro de nuestra comunidad universitaria. Tenemos varios programas de emprendimiento, uno de ellos es el programa académico curricular que integra básicamente cursos que se imparten para que los alumnos tengan una inmersión en el tema del emprendimiento, pero sobre todo que les ayude a desarrollar una mentalidad emprendedora. También contamos con una incubadora de negocios, donde a través de mentorías y diversos talleres, los alumnos pueden vivir la experiencia de emprender.
Cada semestre lanzamos la convocatoria del programa, con el objetivo de formar grupos multidisciplinarios de 15 a 20 emprendedores, quienes a su vez forman una comunidad; son grupos de amigos y potenciales socios. Para lograr ese objetivo, es importante que estén conformados por alumnos de todas las carreras de la Universidad Anáhuac.
¿El emprendedor nace o se hace?
Definitivamente se hace, no es una característica genética. El emprendimiento es una actividad que cualquier ser humano puede desempeñar y depende mucho de su motivación y las condiciones de la vida. Hay muchas personas que tienen el espíritu, y muchas que no emprenden por gusto, sino por necesidad.
Parte de la función educativa es darle a los alumnos las herramientas para que puedan emprender en algún momento de la vida. Además, un emprendedor no surge a partir de sus proyectos, sino al revés. El CEU se enfoca en la persona antes que en la idea, de esa manera ofrece una experiencia vivencial del proceso de emprender.
¿Cómo visualiza al emprendedor del futuro?
Como una persona enfocada en buscar un cambio local y darle un impacto global. El emprendedor desea ver esto aplicado en tecnologías existentes o nuevas, y en alianza con gente de las mismas localidades o de la misma región, tratando de no limitarnos a resolver una problemática local, sino generar un cambio más general con la solución que se está proponiendo. Entonces, el emprendedor del futuro debe estar atento, poner en práctica esquemas de vigilancia sobre las tecnologías que están en desarrollo y manejar los diferentes lenguajes que se emplean en el desarrollo global, para buscar soluciones que ya funcionan en otros lugares y que podrían adoptarse para resolver problemas locales.
¿Quiénes emprenden en México?
Si nos vamos a definiciones más exigentes, como la que tienen en Estados Unidos, el emprendimiento involucra la creación de una nueva organización, es decir, una empresa.
En este sentido estricto, la mayoría de los emprendedores en México son personas jóvenes de entre 26 y 35 años, seguidos de adultos de 35 a 45 años, quienes ya cuentan con experiencia en algún sector económico y vieron la oportunidad de generar su propio negocio, según la Asociación de Emprendedores de México (Asem).
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta un emprendedor en el país?
Uno de los principales problemas es encontrar un mercado que acepte la idea de negocio que proponen, porque en muchas ocasiones se lanzan a emprender sin conocer el mercado; hay que entender primero qué quiere el cliente potencial, eso ayuda a disminuir los fracasos.
Y la falta de liquidez... es la principal causa de muerte de los negocios en nuestro país. Según datos de la Asem, la falta de inversión durante la pandemia sacó de circulación a 35 por ciento de las pequeñas y medianas empresas. Hoy el reto es obtener liquidez, ya que representa su capacidad de resiliencia en todos los aspectos y su boleto para seguir con vida o morir.
¿Cómo afectó la pandemia de covid-19 el espíritu emprendedor en el país?
Si observamos los datos de la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap), hubo una reacción (específica) por parte de los inversionistas hacia proyectos emprendedores, debido a la contracción de la economía: dejaron de apoyar muchos proyectos nuevos y trataron de proteger la permanencia de los ya existentes. Pero a la vez, la pandemia permitió crear categorías completamente nuevas, ya que las personas tuvieron que arreglárselas para salir adelante. Entonces, más que afectar el espíritu, hubo un reajuste importante en la actividad de los emprendedores.
¿Cuál es el panorama para ellos este año?
Los emprendedores enfrentan un panorama económico complejo, en el que la inflación y las tasas de interés se han convertido en la preocupación número uno de las empresas. Esto abre oportunidades para nuevas ideas y formas de hacer negocios, se dice que “toda crisis es una oportunidad” y dependerá del ingenio y la capacidad de los emprendedores identificar esas oportunidades. Formamos a nuestros alumnos en ese sentido.
Sin duda, será un año difícil, pero también lleno de oportunidades para los que intenten hacer cosas nuevas y diferentes. Aunado a ello, más de la mitad de los mexicanos aspiran a iniciar un negocio en los próximos dos años y, según la consultora de mercados Ipsos, somos el segundo país con más aspirantes a ser emprendedores, después de Colombia. Entonces, deberá haber muchas oportunidades.
srgs