El acceso es el mismo, según las estadísticas. Sin embargo, en la práctica existen brechas de género en el uso y la apropiación de la tecnología que son evidentes en el mercado laboral, donde las empresas del ramo han sido históricamente espacios masculinos casi por decreto, lo que ha dificultado la inclusión de las mujeres en este sector, y eso sin tocar el punto de los salarios.
La corrección política ayuda, pero los prejuicios persisten en el subconsciente colectivo. Fue el caso del infame memorándum que circuló en el tablero interno de Google en 2017, en el que un ingeniero atribuyó la desigualdad de género en la participación laboral en la industria tecnológica a “diferencias biológicas”. El escándalo fue mayúsculo y el hombre perdió el trabajo…. pero en ese entonces la compañía tenía una participación femenina total de apenas 31 por ciento y, en puestos tecnológicos, la cifra se reducía a 20 por ciento.
En Latinoamérica y el Caribe, 4 de cada 10 mujeres no está conectada y/o no puede costear la conectividad; experimentan condiciones precarias de acceso al internet, como mala conexión, ausencia de dispositivos apropiados o datos insuficientes. Además, se enfrentan a una constante violencia en línea que limita la interacción de mujeres en espacios digitales.
“Estamos en una crisis del desarrollo, derivada de la pandemia, que exacerba las brechas históricas y los nudos estructurales de la región. Estamos frente al riesgo de una década perdida y se han profundizado las brechas de desigualdad”, aseguró Ana Güezmez García, directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL, en el marco de la 64 Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, en febrero pasado.
Actualmente, en la región solo 27 por ciento de los egresados de carreras en ciencias, matemáticas y tecnología insertos en el campo laboral son mujeres. Pero si bien las brechas persisten, las profesionales STEM presentan la disparidad salarial más baja en México, ya que por cada 100 pesos que gana un hombre, ellas reciben 82 —cuatro pesos más que los 78 de otras áreas—, según el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
Pero antes de llegar al campo de trabajo, se necesita el acceso. En México, Internet para Todos y CFE Telecomunicaciones instalan actualmente hotspots gratuitos en lugares públicos como carreteras, parques, plazas, hospitales y demás espacios comunitarios. Esto abonará “para conseguir que todas las mujeres tengan oportunidades de uso, influencia y apropiación de las TICs”, mencionó Nadin Gasman Zylbermann, presidenta del Inmujeres, en dicha reunión regional.
Y agregó que en el país opera la Estrategia Nacional de Habilidades Digitales, que capacita a mujeres en el uso de plataformas y dispositivos tecnológicos, y también se impulsa la labor empresarial mediante redes de apoyo en conjunto con mujeres emprendedoras, para incrementar su presencia en el marketing digital.
sgs