La gracia de valer mil mdd

DESARROLLO ECONÓMICO 2022

Los próximos unicornios deben crecer en plena transición, entre las viejas formas de financiamiento y los métodos de inversión emergentes, asociados a las criptomonedas y el blockchain.

Los próximos unicornios deben crecer en plena transición.
Ciudad de México /

¿Es 2022 un buen año para convertir mi empresa en unicornio? ¿Puedo confiar en que habrá inversores capaces de ver el potencial de mi compañía? Estas y otras preguntas llegan cada tanto a mis oídos y mi primera reacción es evitar tanto el “sí” automático como el “no” desalentador. En lugar de hacernos preguntas retóricas, siempre recomiendo enfocarse en el cómo. Y no me refiero a la pregunta algo simplista de cómo convertirse en un unicornio, sino a un conjunto de estrategias coordinadas y realistas que nos lleven a crear una compañía que el mercado valore en mil millones de dólares (mdd). 

Afortunadamente, muchos emprendedores ya tienen esa mirada 360° que les permite comprender, entre otras cosas, la escalabilidad de su negocio, el tamaño del mercado y el verdadero potencial de sus ideas disruptivas. La correlación de estas tres variables es esencial porque no se innova en el aire, sino impactando en economías reales con demandas concretas

Desde mi experiencia como parte de la Mesa del Dinero, el círculo de inversores de Unicorn Hunters, soy testigo privilegiada del salto decisivo hacia la codiciada meta de ser una compañía unicornio. Pero no se trata solo de cifras, sino de ejercer un impacto efectivo y a mediano plazo. Los “cazadores” del show hemos visto invenciones que aceleran drásticamente los tiempos de la atención médica, dispositivos de inteligencia artificial para paliar el cambio climático y tecnologías sofisticadas que salen del laboratorio para simplificarle la vida a millones de personas. 

Ella Dice...

“Ser unicornio es la señal de que una compañía está generando valor a sus clientes, ganancias a sus inversores y soluciones de alto impacto a las sociedades”

Estos son ejemplos de innovación rentable y escalable que se replican en todos los países en las mismas proporciones. México no es la excepción. El país es ya “tierra de unicornios” y la senda de la innovación no parece que vaya a detenerse. Sin embargo, la coyuntura actual nos obliga a revisar la pregunta inicial. En lugar de respuestas afirmativas o negativas, tenemos que ir al cómo y eso significa, fundamentalmente, saber con qué inversiones. 

Creatividad, no magia 

En 2021, la inversión global en unicornios alcanzó una cifra estimada en 280 mil mdd. Este número entusiasmó primero e impactó después, dado que las proyecciones de 2022, crisis económica mediante, se fueron desinflando. A pesar de ello, la mirada cortoplacista no es la mejor consejera. Los unicornios de los próximos años son empresas que ya existen ahora. Ellos no necesitan ideas, pero sí fondos y el gran reto pendiente es cómo vamos a acelerar su crecimiento. 

Responder a ese desafío implica entender que, ante las dificultades innegables de la coyuntura económica global, los potenciales unicornios necesitan reenfocar su mirada en el poder emergente de los inversionistas individuales, frente a actores más tradicionales del sistema y en la creciente incidencia de los activos digitales, que les permitan financiar su anhelado crecimiento. 

Cuando lanzamos la criptomoneda Unicoin, y explicamos en detalle sus alcances, insistimos en que la divisa condensará lo que mejor funciona del “mundo cripto”, fundamentalmente la tecnología blockchain, y lo que mejor funciona en las plataformas tradicionales de inversión. 

Esta filosofía de “lo mejor de dos mundos” sintoniza con el tipo de soluciones que nos exige la crisis. Se trata de respuestas creativas antes que de recetas mágicas. La volatilidad intrínseca de las criptomonedas tradicionales no puede ser aliada de los procesos de crecimiento de compañías que están innovando hoy, con la mirada puesta en el mediano plazo. Pero tampoco los fondos de inversión parecen estar a la altura de las circunstancias. 

En este escenario de transición, 2022 será el año de las empresas unicornio, siempre y cuando comprendan que deberán aplicar audacia y esfuerzo no sólo al impacto de sus propios negocios, sino al entendimiento de la gradual transformación de las reglas de juego. 

Después de todo, ser unicornio no es tanto un punto de llegada, sino la señal de que una compañía está generando valor a sus clientes, ganancias a sus inversionistas y soluciones de alto impacto a las sociedades, y siempre con un enfoque potencialmente global.


srgs

  • Silvina Moschini
  • Presidente y cofundadora de Unicoin (moneda de próxima generación creada por los productores de Unicorn Hunters, que está respaldada por activos y diseñada para pagar dividendos).

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