En 90 minutos Ricky Martín llevó a más de 10 mil personas a una fiesta, donde tuvo cabida la euforia, la reflexión, la nostalgia y la adrenalina durante el paso de su One World Tour por el Auditorio Nacional.
Sin embargo fue al momento del cierre, cuando sonaba “Por arriba”, que Ricky Martin realizó una dinámica, donde unió a todo el Auditorio Nacional en un solo movimiento y después abogó por el poder de la energía para apoyar a Estados Unidos.
“Yo creo que desde aquí le podemos mandar mucho amor y mucha paz a un país que le hace mucha falta, que es el que está acá arriba.
“Nos toca a nosotros darles todo el amor y toda la comprensión. Les hace falta mucho amor. Mucho amor”, dijo Ricky a la audiencia.
Con una salida desenfrenada a las 21:00 horas, Ricky invitó a todos a entrar en calor con “Mr. Put It Down” y “This is Good”.
Ocho bailarines le prepararon el camino y él apareció, sobre una plataforma, iluminado cual estrella de cine.
Su imagen sexy al ojo femenino (y al masculino también) era el resultado de vestir traje formal y corbata que contrastaban con su cabello alborotado y su abundante barba.
“Que se sienta el calor, México, ¡venga!”, gritó el boricua animando al público a mover el cuerpo sin control, “en la parte de atrás, ¿cómo la están pasando?”, agregó sin dejar de moverse.
“Mi misión es que te vayas sin voz de tanto cantar y sudado de tanto bailar, ¿podemos llegar a ese nivel de efusión?”, preguntó el cantante y el público le contestó con un grito que desgarraba gargantas y lastimaba oídos.
Sin darles tiempo para sentarse ni un segundo, Ricky puso a bailar a las más de 10 mil personas a ritmo de “Drop it”, “Shake” y “Adrenalina”, temas donde se acompañó todo el tiempo de sus bailarines y donde mostró sus mejores pasos de baile.
A cada canción tocaba un atuendo diferente: camiseta sin mangas, camiseta con barbas que se contoneaban al ritmo de su cuerpo y una más que se adhería a su abdomen gracias al sudor que desprendía por tanto baile.
Drásticamente la música cedió a un ritmo más lento y el romanticismo se apoderó del foro con “Tal vez”. Cuatro cubos de led en lo alto del techo transmitían la imagen de Ricky multiplicada por ocho y él caminaba de extremo a extremo saludando y sonriendo.
Desapareció por unos segundos y reapareció amenazando con levantar de más la falda romana que vestía mientras cantaba “Livin’”.
En adelante siguieron las baladas nostálgicas para los corazones rotos. Se escuchó “Vuelve”, “Te extraño”, “Tu recuerdo” y otros éxitos soñaron con fuerza en el foro.
Después de hora y media de viajar en una montaña de emociones Ricky Martin se despidió del Auditorio a ritmo de “La mordidita”.
:CLAVES
EXITOSA PRESENTACIÓN
Hoy el cantante saldrá a su segunda y última presentación en el Auditorio Nacional.
Lo acompañaron ocho bailarines y ocho músicos.
Tuvo más de seis cambios de vestuario durante el show.