Armando Manzanero Canché murió ayer a los 86 años. Sus cenizas, como él lo pidió, ya están en su natal Yucatán. El compositor y líder de los autoresfalleció por complicaciones renales, tras dar una férrea batalla al covid-19 que se le diagnosticó el pasado 17 de diciembre.
Apenas seis días después de que se le rindió un homenaje (“como deben hacerse, en vida”, decía el compositor) en su tierra natal, Mérida, Yucatán, al inaugurarse la Casa de Manzanero, donde con imágenes, instrumentos y trofeos se hace honor a su obra, el creador de grandes clásicos como “Somos novios”, “No” y “Por debajo de la mesa” enfermó, pero leal a la fortaleza que lo distinguió, se rehusaba a aceptar su padecimiento.
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Fue atendido en su casa, pero debido a que el tratamiento no surtía efecto, se le tuvo que hospitalizar. Él, aunque renuente, aceptó la recomendación de los médicos y se sometió al protocolo, que poco a poco fue aminorando el covid-19, no así su padecimiento renal, que provocó su fallecimiento y con ello la pérdida del último de los más destacados compositores que ha dado México.
Tras su muerte surge la leyenda del yucateco, quien con su sensibilidad y su inseparable piano hizo creaciones que lo harán perdurar por siempre. El pequeño (como él mismo bromeaba por su estatura) gran romántico provocó suspiros con temas como “No sé tú”, “Te extraño”, “Como yo te amé” o “Nada personal”, a veces en su propia voz y en otras tantas en las de sus intérpretes, que se cuentan por decenas, pues interpretar la sensibilidad de Manzanero fue, es y será garantía de éxito.
Carlos Lico, Luis Miguel, Carlos Cuevas, Dulce, Angélica María, Tania Libertad, Guadalupe Pineda o Susana Zabaleta dan cuenta de ello. Y Rodrigo de la Cadena se enorgullece de haber sido el último que compartió ese privilegio, al acompañarse del maestro al piano al grabar “Este tiempo”, apenas unas horas antes de que el músico fuera tocado por el mal que aqueja a todo el mundo.
“Lo importante no es hacer una canción bonita, sino salir a buscar quien la interprete, sobre todo ahora que la industria musical ha cambiado tanto”, decía el maestro, a quien en octubre pasado, cuando recibió el reconocimiento a trayectoria del premio Billboard, Sebastíán Yatra y Maluma, además de manifestarle su admiración, también le comentaron su deseo de hacer una mancuerna musical, como lo comentó en entrevista a MILENIO.
Efecto de que el romanticismo que hizo propio desde los años 50, cuando inició su carrera, superó los cambios de la industria, de la tecnología y la aparición de modas musicales, y como entonces es tan apreciado; porque el amor, ese lenguaje que materializó en su obra no tiene caducidad.
El líder no morirá
En 2010, a la muerte de Roberto Cantoral García, Manzanero ocupó la presidencia de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), heredando la labor por la defensa de los derechos de sus homólogos, esa lucha por la que desde la década de los 80 ya trabajaba como vicepresidente, en ese entonces con otros grandes de la composición. Tomás Méndez, Manuel Esperón, Los Cuates Castilla, Mario Molina Montes, Emma Elena Valdelamar, Consuelo Velázquez y Alberto Cervantes formaban parte del Consejo Directivo, que no sólo se distinguió en la tarea de conquistar un pago digno a los creadores musicales, sino también por ser protagonistas de la historia musical de nuestro país.
En las últimas dos décadas, los compañeros fueron cambiando porque la muerte se llevó a sus amigos, a sus camaradas de bohemia, disfrute y pasión, que a pesar de todo siguen vigentes no sólo en el catálogo musical, sino en cada espacio de la sede autoral que guarda grandes y emotivos momentos de esos seres cuya inspiración nos ha hecho suspirar, cantar y hasta llorar.
Entonces, cambiaron los miércoles de Consejo, ahí en la Casa Grande de la sede autoral en la calle de Mayorazgo: Álex Lora, Roberto Belester, Gil Rivera, Manolo Marroquín, Martín Urieta, Áleks Syntek, Rubén Cepeda, Mónica Vélez y Natalia Lafourcade (quienes representan los diversos géneros musicales, una de las principales preocupaciones de Manzanero) compartían la mesa e inquietudes con su líder.
Con ese hombre que no sólo les legaba sus enseñanzas en derecho autoral (las cuales han sido retomadas por otras sociedades en el mundo) en mancuerna con Roberto Cantoral Zuchi, director de la SACM, sino también su disciplina, pues siempre puntual, era el primero en llegar a la cita; y también el primero en aderezar con su picardía y sentido del humor la reunión, luego de saludar a “sus hermanos” con el afecto y cariño que ahora extrañarán.
Así, la solidez de su obra musical es tan grande que el compositor, el líder, el padre y el esposo permanecerá por siempre.
Regresa a su querida Mérida
Tal como era su deseo, el maestro ya descansa en su natal Yucatán, a donde ayer llevaron sus cenizas. También, como fue su voluntad, en parte por los protocolos por la pandemia, no hubo funeral masivo ni homenajes ni las grandes concentraciones que convocó a través de su obra. Todo fue sencillo, íntimo.
La vida le permitió disfrutar de la admiración y el amor que provocó con su inspiración. Incluso en medio de la pandemia vivió el amor de su pueblo en el homenaje que le hicieron el pasado 11 de diciembre al inaugurar Casa Manzanero. Y el 17 de octubre al recibir el Premio Billboard a su trayectoria.
Músico y poeta
Tuvo una exitosa carrera y momentos únicos tanto en su vida personal como sobre los escenarios.
1978
Dulce cantó el tema “Señor amor” para obtener el primer lugar del Festival de Mallorca, España. Posteriormente también ganó el festival Yamaha con “Corazón amigo”, en 1982.
1980
La relación con Roberto Cantoral inició en la lucha por los derechos de autor. Años más tarde, en 2010 Manzanero se convirtió en presidente de la SACM.
1991
Armando Manzanero compuso y produjo el álbum Romances, que fue todo un éxito para Luis Miguel, quien se convirtió en un fino representante del bolero.
2009
Laura Elena Villa era su actual esposa, a quien conoció cuando el cantante tenía 76 años y quien se convirtió en su musa para componer “Nada personal”, según sus propias palabras.
2020
En octubre pasado, el compositor convivió con el colombiano Sebastián Yatra, luego de que Manzanero fuera honrado en los premios Billboard por su trayectoria.