“El documental se volvió sexy”: Itzel Martínez del Cañizo

Maestra en Historia del Arte y cineasta, Itzel Martínez del Cañizo apuesta por dar continuidad a Ambulante, pero con cambios en un festival que a su juicio logró hacer en 18 años sexy al documental.

A partir del 1 de enero pasado, la tijuanense asumió la dirección general de Ambulante, una organización que conoce muy bien por dentro, al estar involucrada en su programación desde 2016.

“Cuando llegó la segunda gira de Ambulante a Tijuana, donde yo vivía y había fundado BorDocs Foro Documental (2003-2013), decir ‘cine documental’ era una incógnita, la referencia era la televisión o los programas de divulgación de Discovery, nos era muy difícil colocar este tipo de arte entre el público".

“Así que cuando llegó Ambulante eso fue un carnaval, el festival puso al cine documental como un espacio de deseo, sexy, para ir a descubrir en las salas; llegó una fuente de agua fresca y de referencias más ricas; fue un aliado perfecto que nos permitió enriquecer nuestros objetivos”, explica Martínez del Carrizo, quien hace ocho años ya se había integrado al equipo de Ambulante cuando migró a la capital.

La nueva directora general, que toma el relevo de Paulina Suárez, sostiene que a partir de Ambulante se entiende el cine documental como lugar de fertilidad artística, de lucha política y transformación social.

“Ambulante busca la transversalidad social, la diversidad en el espacio artístico; entender el cine documental como un espacio artístico pero también político en todos los sentidos; también como un espacio de resistencia y de diálogo, de sacudir la conversación colectiva, esa continuidad ofrezco.

“No sólo es el regocijo estético de cuando hacemos una película, sino también está el impacto social, el diálogo social para que se movilicen los afectos y las acciones. Ambulante hace eso”, añade la cineasta.

No obstante, reconoce el impacto de la violencia en el país para que se derrumbe el acceso a la cultura y cómo ese problema nacional ha afectado a los pequeños espacios de exhibición fuera de las ciudades.

“Definitivamente sí, la violencia está pautando y cambiando la rutina de la gente y, por tanto, los espacios lúdicos de encuentro social. Por otro lado, hay una fuerte demanda de una comunidad que está luchando por esos espacios, porque si los dejan de ocupar, se pierden”, expone la nueva directora.

En su balance, la directiva sostiene que Ambulante es una organización que se ha consolidado año tras año de manera sorprendente, a pesar de un contexto adverso a escala nacional y global.

“El sismo de 2017, años de pandemia o los recortes presupuestales a cultura nos han hecho resilientes”, dice Martínez del Cañizo (Tijuana, 1978), directora de documentales como El hogar al revés (2014).

También destaca que la organización civil sin fines de lucro ha sido una escuela, que ha formado a nuevos gestores y programadores de pequeños o grandes festivales; una escuela para entender el cine como un espacio de experimentación sobre cómo dar ese encuentro en las películas y el público.

La investigadora en Estudios Culturales desde la Producción Audiovisual sostiene, en ese sentido, que Ambulante es una organización fuerte y muy sólida, que está en proceso de aprendizaje constante, aunque no es rígida, sino líquida y flexible, con un potencial para adaptarse en contextos complejos.

“Es un contexto económicamente complejo para México, para la cultura y, en específico, para el cine. Hay retos que enfrentar, de sustentabilidad, por ejemplo; pero hay experiencia y camino forjado, vínculos muy fuertes, con una comunidad de alianzas alrededor que forman la fortaleza de Ambulante, que es una organización fuerte por su transversalidad y su capacidad y deseo de articular de manera transversal a diversos sectores de la sociedad”, dice.

“Mi apuesta es la continuidad, el crecimiento a través de la continuidad. He sido parte del equipo de programación y recientemente su directora. Si algo nos caracteriza es que no nos interesa repetir por repetir, sin preguntarnos y sin aprender de cada paso que damos. Por eso se siente que Ambulante está cambiando todo el tiempo, es un proceso de investigación activo, abierto y dinámico, no escrito sobre piedra que se repite. Es importante una continuidad desde el cambio”, expone Martínez del Cañizo.

Reconoce que hay necesidad también de hacer ajustes y evaluar sus programas estrellas como Ambulante Presenta, Ambulante Más Allá o Ambulante Gira de Documentales, sin partir desde cero.

“Este año nos interesa fortalecer nuevos espacios para el cine documental en comunidades no urbanas, en esta transición diseñé un diplomado de exhibición alternativa, comunitaria, que hemos venido desarrollando de manera piloto, con un grupo de exhibidores en territorios indígenas, que están fuera de los territorios urbanos, es bastante enriquecedor, me interesa oficializarlo y hacerlo crecer”, adelanta.

¿Cómo ha impactado la violencia en el país a Ambulante?

Es fuerte. Hicimos una revisión de documentación de investigaciones, estadísticas y de levantamiento de información y análisis en México y nos dimos cuenta de cómo la violencia ha afectado evidentemente la dinámica de la colectividad en cada territorio y muy directamente la asistencia a los espacios de cultura, a la oferta cultural, específicamente, a los espacios de exhibición cinematográfica. Sí hay una relación directa. Hay sitios como Chihuahua, hay dinámicas en la ciudad que en Ambulante debemos entender para sabernos colocar: horarios, rutas, espacios específicos…

Tenemos que considerar los horarios en los cuales el transporte público pasa, etcétera. No hay un acceso al espacio público tan natural o tan accesible como en otras ciudades. Y como esto, no nada más en estados que visitamos, sino también en los que no visitamos, en los que uno de los factores es que hay riesgos. Y los riesgos hacen que el acceso a la oferta cultural se derrumbe o disminuya, pero al mismo tiempo vemos la necesidad de una comunidad por ocupar estos espacios.

Hicimos una evaluación muy seria sobre qué queríamos hacer al respecto. Decidimos balancear los estados que visitamos; hay estados con ecosistemas mucho más favorables para desarrollar un público cautivo y hacerlo crecer y en otros sembrar semilla o apoyar a fortalecer o retomar los espacios colectivos, también como un espacio de resistencia social. Aguascalientes es un territorio nuevo para el cine; Chihuahua es un estado muy lastimado por la violencia históricamente y pobre en términos de la cantidad de público para el cine, pero a la vez rico en cuanto a la inventiva de su comunidad y su reacción tan generosa a un proyecto como Ambulante, poco a poco y en crecimiento”, dice la cineasta.

MGR