Existieron dos Freddie Mercury, ambos tan reales, el uno como el otro”, dijo a M2 Peter Freestone, quien fuera asistente personal del vocalista de Queen; el también diseñador de vestuario, habló sobre los recuerdos a su lado, en especial de su risa y lo sabio de su amistad.
“Estaba el Freddie que todos conocían, el del escenario, el que escribió música increíble, a quien todos han visto en videos”, mencionó sobre el intérprete que puso a 74 mil personas a aplaudir al ritmo de “Radio Ga-Ga”, allá en 1985, durante el festival Live Aid que se llevó a cabo en el estadio de Wembley.
Y añadió: “Pero también estaba otro callado y totalmente tímido, el que yo conocí; difícilmente quería estar solo, prefería que hubiera gente que él conocía, si estaba en un lugar con cuatro o cinco personas que no conocía quería que lo presentara con ellos y, entonces, ya estaría bien, pero nunca lo podía hacer solo, porque era muy tímido”.
Fue en los 70 cuando “Bohemian Rhapsody” y “We Are The Champions” sonaron por primera vez y su letra aún se escucha al unísono en jóvenes y adultos; ese es su legado, uno que ha puesto a ambos temas como parte de las mejores canciones de todos los tiempos. También “Somebody To Love”, “Killer Queen” y “Don’t Stop Me Now” evocan los dones de Mercury, pero hay una virtud más profunda que Freestone rescata: la amistad.
“Si quiera describir a Freddie en unas cuantas palabras, la mejor forma de hacerlo no es como músico, sería como el más amable, generoso y leal amigo, el amigo que siempre habría deseado tener, el que haría todo por sus amigos”, comentó Freestone y es justamente ese el mayor aprendizaje que guarda.
“A su lado aprendí todos los días cosas nuevas; aprendí sobre la vida, sobre la importancia de los amigos verdaderos, aprendí muchísimo acerca de la vida real, y para mí, es algo que trato de vivir cada día”.
Al preguntarle sobre la mejor memoria, se toma unos segundos para pensar y va dando una respuesta lento y con cuidado; elige los momentos en que estaban en casa o entre conocidos, aquellos en que el vocalista se soltaba a reír con libertad.
“Uno lo ve en entrevistas, en videos, etcétera, y siempre usaba su labio superior para cubrir sus dientes y también lo hacía si se reía, porque odiaba sus dientes y era consciente de ello; pero cuando estaba en casa no tenía que preocuparse por ello, cuando estaba con amigos reía a carcajadas, ese es mi mejor recuerdo de él, porque él se reía mucho, amaba reírse, tenía muy buen sentido del humor y la gente alrededor de él lo hacía reír”, señaló.
Luego, reflexionó sobre lo más difícil que tuvo que hacer como su asistente: “No lo sé, nunca he pensado en ello. Quizás a veces era difícil irse a la cama después de él y levantarse antes de que él se despertara, probablemente eso era lo más difícil, porque yo tenía que hacer cosas en la mañana y cuando él se despertaba yo tenía que estar con él todo el tiempo; así que probablemente yo dormía menos que todos los demás”.
Antes de despedirse, consideró que podría hablarse de un nuevo boom en la música de la banda, pues el filme Bohemian Rhapsody ha atraído a muchos jóvenes; es como cuando él comenzó a trabajar con Queen: en el primer ensayo escuchó 22 canciones que conocía de memoria, pero no sabía que eran de ellos. “Creo que la gente joven que ha visto la película escuchó música que ya había escuchado antes, pero ahora ya saben que es de Queen”.
Película
Peter Freestone participó por cinco meses en la creación de la película Bohemian Rhapsody; cree que como historia de Hollywood es buena, pero al no ser un documental hay pocos hechos reales. Lo que menos le gustó es que muestra a Freddie siempre deprimido y, aunque hubo momentos así, extrañó sus largas risas.
Libros
El diseñador de vestuario ha escrito diversos escritos sobre sus vivencias con el cantante, destacan: Freddie Mercury (1999), Freddie Mercury: The Afterlife (2004), What He Left Behind: The Story Of What Happened After The Death Of Freddie Mercury (2015), los tres al lado de David Evans.