El 31 de octubre se cumplirán cinco años de que Daniela Romo fue diagnosticada con cáncer de mama, “afortunadamente en una etapa temprana, lo cual me permite estar aquí”, dice la cantante apenas unos minutos después de cumplir con su cita semestral para checar que todo esté bien.
Y su sonrisa denota su felicidad tras escuchar que el doctor le ha dado una buena noticia y que ahora en lugar de regresar al chequeo en seis meses, lo podrá hacer en un año, aunque “yo prefiero hacerlo en 10 meses”.
Octubre se ha convertido en el mes que todos relacionamos con el cáncer, pero para ti además representa algo muy especial, ¿no es así?
Primero, es un mes trascendente, porque es el mes del cáncer, porque lamentablemente siempre se nos tiene que hacer un recordatorio, porque para nosotros, los que hemos tenido cáncer, el cáncer es todos los días, todas las horas y en todas las temporadas…
Pero octubre es importante, lo es para mí porque hace cinco años fue en octubre (31) cuando me diagnosticaron con cáncer de mama, y pues se vuelve una fecha significativa; afortunadamente fue temprano, por eso que les hablo tanto de prevención, porque si llega uno temprano, pues aquí estoy cinco años después contándolo.
Llegar al quinto año se siente bonito, en estos cinco años había tenido que ir cada seis meses, y ésta es la primera vez que me dicen que puedo volver dentro de un año. Aunque yo escogí ir dentro de diez meses. Estoy muy contenta, muy relajada, porque uno si se asusta cuando se acerca la fecha de que regreses a revisión. Todo ese proceso es muy angustiante.
Dicen que es una experiencia que te enfrenta a la muerte y te hace ver la vida de otra forma, ¿así ha sido para ti?
Es algo que reta tu inteligencia, tus emociones, tu raciocinio y te reta en un montón de cosas, yo creo que todos los seres humanos nos damos cuenta que lo único que tenemos seguro es que nos vamos a morir, pero no es algo que consideramos. Siempre pensamos que somos inmortales y eso no existe. Claro, como la ciencia ha avanzado tanto, hay manera de hacer ese espacio para que se alargue más la vida. Yo lo agradezco, porque ha sido una experiencia de la que me falta muchos años por rumiar. Y digo muchos años porque espero vivir muchos más. (ríe).
En el momento inmediato después de, cuando uno se hace las preguntas para qué, por qué, qué hago, cómo lo hago, es una transición tan fuete y tan difícil pero sobre todo tan poderosa, que realmente con los años he ido realizando, porque no es para que lo entienda ahorita, sino con los años a cada hora e instante de mi vivir.
Esta experiencia te llevó a vivir acciones que jamás imaginaste y a convivir con personas totalmente desconocidas para ti, pero tan universales como es tu público ¿no es cierto?
Te puedo decir que en México sí existe la democracia y está en el dolor, en una enfermedad como el cáncer, tú ves a hombres y mujeres, a muy jóvenes y viejos, poderosos o muy pobres con la misma batita que tú y van hacer lo mismo que tú y van a llorar lo mismo que tú y van a sufrir lo mismo que tú y van a tener que luchar lo mismo que tú.
Entonces sí es una cosa que genera una empatía y te hermana con personas porque me ha tocado compartir el nuevo lenguaje que tienes que aprender, porque entras a un ambiente en el que nunca te has movido.
Es muy curioso que la mayoría de las personas que padecen cáncer regularmente proyectan más fortaleza que sus familiares, ¿de dónde sale esa fortaleza, tú de dónde la sacaste?
No sé de dónde sale, pero sale. Si supiéramos de dónde podemos sacar fortaleza para tantas cosas, pero en el momento que te dicen:´Tienes cáncer, és como si te dijeran: Aquí está tu arma y aquí está tu escudo, ahí está tu campo, ve y lucha.
El nuevo pensamiento que entra en ti, te impulsa y además quieres a los de alrededor fuertes y quieres que no te tengan lástima y que no te lloriquen porque tú estás tratando de ser fuerte para ellos.
La verdad, al principio, creo que es una actuación, el que intentes demostrar esa fuerza, pero con los días, con las noches, va saliendo esa fuerza que uno no sabía que tenía. Y es una de las extraordinarias cosas que te deja el cáncer, te deja algo de ti mismo que jamás habías visualizado, ni visto en ti.
Una historia de cinco años que ha tenido todas las emociones, lleva un desarrollo positivo…
Pero también conmovedora, yo estoy conmovida desde hace meses porque han pasado muchas cosas, es ver la luz donde antes no la veías, a veces uno ve todo oscuro, te quejas de tantas tonterías: la vida es más simple que eso, nos complicamos mucho la existencia casi siempre. De repente uno aprende infinidad de cosas, todavía me falta mucho rumiar para seguir aplicando todo lo que he vivido y aprendido.