En agosto se estrena "Alien: Romulus" bajo la dirección del cineasta uruguayo Federico Fede Álvarez, quien le puso su sello personal a esta historia usando técnicas originales para darle un sentido diferente a esta creación y conservar la esencia del personaje, sumado a una nueva e interesante historia de los roles.
“Me inspiré en las primera cuatro películas originales; por suerte tuve el privilegio de que me dieran una página en blanco y escribir una historia de la manera que quisiera, como lo hago con todas mis películas”, dijo en entrevista con MILENIO.
Cuando supo que iba a dirigir este icónico filme, que es considerada una de las sagas más importantes del género terror-ciencia ficción, supo que su visión iba a ser distinta. Ser latino le da una forma distinta para abordar la historia, conservando su idea original para mantener un equilibrio entre la esencia del personaje y su propia versión.
“Hoy es más difícil innovar a nivel visual, sobre todo desde el punto de vista de las historias, los personajes, en cómo terminan; quién muere y quién no. Probablemente esta es la película en la que más profundizó en sus personajes, no sólo por la forma en la que me gusta hacer cine, sino porque es otra época”, reflexionó el uruguayo.
Nuevos retos
El cineasta se ha destacado por contar historias interesantes (No respires y Texas Chainsaw Massacre) que puedan atrapar al espectador; le gusta respetar lo clásico y combinarlo con elementos actuales, para que aporten al género de ciencia ficción y terror. En este caso fue fiel a las ideas originales de la saga, situación que no lo limitó.
De acuerdo con el director, uno de los mayores logros en Alien: Romulus fue regresar a usar técnicas clásicas en el cine para no depender de la tecnología al ciento por ciento; “esta propuesta le da un sentido diferente a la filmación, los actores y equipo técnico viven de otra manera el proceso al ver objetos reales y no sólo pantallas verdes. Es más fácil filmar en un pasillo vacío y luego poner una criatura digitalmente, que traerla, ese fue el mayor desafío.
“Para lo que fueron las naves y los extinguidores hicimos cosas como en las películas originales: construimos miniaturas hechas y pintadas a mano; son técnicas casi olvidadas, pero fue una de las partes que me dio una gran recompensa. Aquí no hay límites, lo que se pueda imaginar, se puede crear”, aseguró orgulloso. _
YVI