En uno de los hoteles más exclusivos de Los Ángeles, un grupo de afortunados periodistas de diversas partes del mundo pudimos ver antes que nadie (incluso muchas personas que trabajan en Netflix), ‘El camino’, una película sobre Breaking Bad, la cual fue anunciada de sorpresa por la plataforma de streaming el pasado 24 de agosto, justo un día después de que Disney presentará al mundo Disney+ en su convención D23, teniendo en el mismo escenario a Angelina Jolie, Salma Hayek e Ewan McGregor ¿Casualidad? Difícilmente podría serlo.
Antes de ver el esperado largometraje que da continuación a la historia de Jessie Pinkman tras los acontecimientos de la quinta temporada de Breaking Bad (2013), se tuvo que firmar uno de los embargos más detallados y complejos para una cinta: prácticamente los que ahí estábamos, no podíamos revelar nada de lo que viéramos, tramas secundarias, cameos, incluso publicar que habíamos visto la película. Todo era un secreto perfectamente guardado por Netflix, a sabiendas de tener uno de los productos más esperado por millones de personas en años.
En entrevista con M2, Aaron Paul, protagonista y productor de El Camino, nos habló sobre este particular embargo, la presión de contar esta historia y si está consciente de la enorme expectativa del largometraje que ya está disponible en 190 países.
“La verdad no lo sé. Yo solamente confío en Vince y en su forma de contar historias y él confía en mí. Trato de tener mucho cuidado con mis personajes y en especial con Jesse Pinkman, simplemente porque he vivido y respirado cada segundo de su existencia por tantos años y obviamente era muy importante para mí ser fiel al personaje”, dijo el actor con la actitud relajada y la voz rasposa que lo identifica en todo el mundo.
Durante sus 5 temporadas, Breaking Bad logró conseguir 16 premios Emmy, logrando el premio principal a Mejor serie drama en 2013 y 2014. Era justo el tiempo cuando el drama escrito por Vince Gilligan competía por la supremacía televisiva con Game of thrones. Breaking bad fue el último show en lograr que la opinión pública lo considerara como el mejor antes del reinado de HBO y su fantasía de dragones. Por lo cual, cualquier información sobre un proyecto que retomaba la historia de dos hombres y su negocio de elaboración y distribución de metanfetaminas, era perseguida por medios y fanáticos. Paul y compañía supieron muy bien guardar el secreto.
“Para ser honesto fue algo más fácil de lo que pensé. Pensé que sería muy difícil volver a filmar en Nuevo México pero lo único que hice fue mentirles a todos y al parecer todos estuvieron de acuerdo. Simplemente les dije que estaba filmando un proyecto del que estaba muy apasionado y nadie se lo esperaba. Algunos llegaron a pensar que estaba grabando Better Call Saul, pero en ese entonces no estaban grabando, así que no hacía mucho sentido”, comentó el actor que al parecer aprendió bien los trucos de su corrupto personaje.
Aaron Paul dejo de ser solo el protagonista de la historia para también convertirse en productor de este largometraje. El actor de 40 años encontró en Jesse Pinkman la oportunidad de demostrarse como actor. Comenzó haciendo comerciales y participaciones en diversos programas sin mucho éxito. Programas pilotos que nunca prosperaban y mucha frustración fueron el antecedente de uno de los personajes más emblemáticos de la televisión actual.
“Dios mío, lo que 10 años pueden hacer en la vida de una persona. Yo estaba en mi punto más bajo de mi carrera antes de escribir el guión de Breaking Bad, no tenía dinero, venía de ninguna parte y no tenía idea de cómo iba a pagar mis cuentas y después Vince Gilligan vino a cambiar mi vida, me vino a abrir muchas puertas y Jesse Pinkman es el papel de mi vida”, relata el actor, que ahora va por la vida sonriendo y emprendiendo nuevos proyectos.
Por ejemplo, su mezcal “Dos hombres”, el cual lanzó en conjunto con su co protagonista en Breaking Bad, Bryan Cranston. Todas las actividades de promoción de El camino en esa visita a Los Ángeles, estuvieron acompañadas por la bebida. El también empresario se siente orgulloso de su producto, el cual tiene una historia que data de algunos años atrás.
“Ustedes son nuestros vecinos del sur, amo México, amo la cultura de ahí que es tan hermosa. Fui a Oaxaca por primera vez aproximadamente hace tres años y la comunidad que se ve ahí, el amor, la pasión por su cultura es algo muy vibrante y eléctrico y bueno, su mezcal es increíble”, expresó, tanto que decidió embotellarlo en una simple y rústica botella, con su firma y la de su compañero y amigo Bryan Cranston a un lado.
Sobre decir adiós a Jesse Pinkman, Aaron Paul deja claro que esa decisión no está en sus manos “Estaba listo para decirle adiós hace algunos años y estoy listo para decirle adiós de nuevo, pero si Vince quiere seguir con este camino, lo seguiría a cualquier lugar. Pero yo estoy listo para decirle adiós”, concluyó.
EN MÉXICO
AMOR
El actor compartió su admiración por nuestro país: “Ustedes son nuestros vecinos del sur, amo a México, amo la cultura de ahí, que es tan hermosa”.
VISITA
“Fui a Oaxaca por primera vez hace tres años y la comunidad que se ve ahí, el amor, la pasión por su cultura, es algo muy vibrante”.
MEZCAL
Quedó tan maravillado con la bebida, que creó su propia marca, El camino, en mancuerna con Bryan Cranston.