Abre sus bóvedas para celebrar al cine

El año pasado se declaró el 15 de agosto como Día Nacional del Cine Mexicano y en razón de enaltecer los logros de esta industria y su aportación ideológica, se contemplan diversas actividades, entre las que destacan la proyección de más de 60 películas alrededor del país, así como talleres, funciones al aire libre, karaoke, un rally en redes sociales, experiencias en realidad virtual e incluso funciones en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, en el Pasaje Pino Suárez y sala de cine del Metro Zapata.

La inauguración se llevará a cabo en la Cineteca Nacional con una Exposición del Acervo del Instituto Mexicano de Cinematografía y la proyección de El castillo de la pureza de Arturo Ripstein, en una copia que ha sido restaurada del negativo original. Así lo comenta Héctor Ramírez Williams, subdirector de Acervo y Circuitos Culturales del Instituto Mexicano de Cinematografía, y quien también abrió las puertas de las bóvedas de dicha institución para hacer de conocimiento público las labores que realizan para la conservación y restauración de películas.

“Tenemos más de mil 200 títulos de los cuales varios reciben una restauración física, el proceso va de un día a varios días. Todas las películas requieren una restauración específica, los negativos de las películas pueden haber sido usados varias veces para generar copias, así que las cintas se lastiman en el proceso; ahora la ventaja es también la restauración digital, que fue el proceso empleado para las películas que vamos a presentar por el Día Nacional del Cine Mexicano y que fueron restauradas por ser consideradas clásicos”, dijo en entrevista Héctor Ramírez Williams. Hoy la Cineteca Nacional recibe una de estas cintas restauradas, y es que “la función de gala será con El castillo de la pureza, de Arturo Ripstein; también están programadas Canoa, de Felipe Cazals; Cabeza de Vaca, de Nicolás Echeverría; y Perfume de violetas, entre otras historias que tendrán un relanzamiento gracias a la restauración digital, un proceso que se realiza cuadro por cuadro, esto lo hacemos en colaboración con la Cineteca Nacional y los Estudios Churubusco”, agregó.

El acervo de Imcine se encuentra en tres bóvedas con temperatura y humedad controladas bajo estándares internacionales dictados por la Federación Internacional de Archivos Fílmicos, que permiten la conservación de películas y materiales iconográficos (carteles, fotomontajes, stills…) que formaban parte de la publicidad de las películas, “es una riqueza de materiales, tenemos más de 30 mil carteles, aquí está el cartel de Una mujer sin amor, de Luis Buñuel y es único en el mundo, además tenemos más de mil 200 películas”, dijo Ramírez.

BÓVEDAS SEGURAS

Las bóvedas cuentan con medidas de seguridad que garantizan la conservación de las películas, “tenemos un mecanismo especial de rieles que permiten mover toneladas de estantes con cientos de películas, es lo más moderno que hay alrededor del mundo, las medidas son altas y las seguimos para evitar lo ocurrido con otras cinetecas o bóvedas que han tenido pérdidas terribles por temblores, huracanes, incendios; todo está diseñado para procurar la preservación.

“De hecho, cuando vinieron los peritos de protección civil para revisar el inmueble luego del sismo, dijeron que este era el mejor lugar para pasar un temblor, prácticamente es un bunker. Los negativos o positivos están enlatados con materiales que permiten a la cinta respirar, con desecante molecular que evita reacciones químicas que perjudiquen la película”, dijo Ramírez sobre los títulos de los años 60 y 70, que fueron producidos por Conacine y Conacite y que pasaron al Imcine desde el momento de su creación.

EL SANTO EN EL CINE

Los materiales iconográficos del Santo son los de mayor tránsito para el Imcine, “es una figura importantísima y este año cumple cien años, hay muchos festejos alrededor, pero al público le encantan los carteles de películas de luchadores y las exposiciones que más éxito tienen son las de carteles de películas de luchadores, hemos hecho más de cien exposiciones”, comentó Héctor, durante el recorrido a las bóvedas.