El cineasta argentino Gonzalo Tobal compite por el León de Oro del festival de Venecia con Acusada, la historia de un brutal crimen, actual y desconcertante, manipulado mediáticamente, que habla de inocencia y culpabilidad.
Protagonizado por la cantante y actriz Lali Espósito, en el papel de Dolores Dreier, cuenta la historia de una joven reservada que ha sido acusada de haber asesinado a su mejor amiga, un caso que la expone al juicio tanto de la prensa como de la justicia.
"La película se propone explorar desde un grupo familiar la fascinación social que despierta un crimen, cómo lo cubre la prensa y lo pone en escena", explicó el director, de 37 años, quien compite con su segundo largometraje después de Villegas.
Ambientada en una Buenos Aires acomodada, el homicidio ocurre al término de una fiesta free, donde nada era prohibido.
Con suspenso y buen ritmo, la película es en realidad un acto de acusación contra los juicios mediáticos, un espectáculo, de gran audiencia y que se convierte ante todo en un proceso paralelo.
"No busco dar una explicación (sobre el culpable, ndr), trabajamos más sobre la ambigüedad. La propuesta de la película es contar un policial desde la intimidad, desde los vínculos familiares", añade en el encuentro con la prensa.
Inspirado en el caso de la estadounidense Amanda Knox, ocurrido en Italia en 2007 cuando apareció cruelmente asesinada su compañera inglesa de apartamento, la historia se centra en la fría y bella Dolores, en la preparación al juicio, en la relación con su familia y sus amigos, en el clima de sospecha que recae sobre ella y en la locura mediática que generan esos casos.
ES