'Agua agridulce', a la defensa de la diversidad sexual

Jesús Canchola presentó su ópera prima en la Cineteca Nacional, como parte del Festival MIX.

'Agua Agridulce' (Captura)
Libertad Ampudia
Ciudad de México /

Hace un par de años, el Festival Mix, Diversidad Sexual en Cine y Video proyectó el cortometraje Grito, luego existo (Cuba, 2017) de Jesús Canchola, ahora, en su edición 23, son el marco para el lanzamiento de su primer largometraje: Agua agridulce; a pesar de los retos actuales para el cine independiente y la lucha de los derechos LGBT+, el cineasta decidió escribir, dirigir y protagonizar una película que habla del amor y la inclusión. 

“Busco hablar de la experiencia de vivir honestamente tu sexualidad o tu identidad de género en lugares donde no existen muchos espacios para identificarte, conocer gente o salir; en las zonas rurales la gente se tiene que encontrar y formar sus propios espacios y eso pasa no sólo en México, yo vivo en Chicago y en zonas pequeñas es muy similar, todavía existen esos prejuicios en contra de lo que la gente no conoce, hay muchas razones por las que la gente tiene temor a las personas que no son heterosexuales”, dijo a M2. 

Sentado en la Librería Rosario Castellanos, mencionó que la mayoría de las películas que tratan el tema se enfocan en situaciones citadinas, su aporte es hacerlo desde los pueblos, lugares que suelen ser más conservadores; por ello, rodaron su historia de amor gay en Ojo Seco, Guanajuato.

“La historia tiene aspectos de relaciones que he tenido, es sobre el amor prohibido, a puertas cerradas, de un hombre que ama a otro que se casa con una mujer y vive una doble vida; de cómo toma valor y se da cuenta que está con alguien que no lo respeta (…) pero es un tema universal, todos amamos y queremos que nos quieran, por eso a veces nos perdemos a nosotros mismos por lo que sentimos por la otra persona”, indicó.

Escribió el filme en un año, luego, grabó en 24 días a marchas forzadas; al ser un proyecto independiente, hubo momentos en los que pensó en tirar la toalla por no tener dinero para el catering, su decisión de actuar también tuvo un poco que ver con el presupuesto.

“Es una pasión, yo me lancé, necesitaba expresarme y contar esta historia; el cine es una manera de expresión que realmente te puede tocar, te puede transmitir emoción y experiencia, te puede hacer pensar, eso quiero. Todavía estoy endeudado, hay que decirlo, la mayoría de producciones independientes no llegan a un fin, es increíblemente difícil, pero vale la pena”, sostuvo.

Sea como sea, ya está escribiendo su próxima película y quiere grabarla en Chicago; será sobre la relación entre un mexicano y un afroamericano. “Más que la sexualidad, ahora quiero hablar de raza, de una ciudad y un país donde la política de extremos es tan fuerte y todos te ponen en una cajita por tu nivel o tu identidad, pero cuando uno ama eso no importa”, concluyó.

Claves

Agua agridulce es un proyecto muy personal para Jesús Canchola, pues el pueblo donde filmaron es el de la familia de su padre; además, contó con la actuación de su abuela, Beatriz Soto, quien a sus 91 años hizo su debut en la pantalla grande.


El Festival Mix Sirvió como el debut de su largometraje, pero busca mostrarlo a nivel internacional, por ello ya lo tiene subtitulado en inglés; también quiere proyectarlo en zonas rurales, en los sitios donde se viven esas historias. 

RV

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