Sentir miedo es normal, natural; es un método de defensa y preservación que nos ayuda a actuar ante cualquier situación de peligro. Sin embargo, existe un camino muy largo entre éste y una fobia, pues según la Real Academia Española, ésta es el temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones, que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión y que por tanto, es completamente inútil y entra en el ámbito de los trastornos de ansiedad y de la psiquiatría.
Existen diversos tipos de fobia: a las alturas, a las arañas, a la muerte, por nombrar las más comunes. Sin embargo, la que padecía Alfred Hitchcock difícilmente podría entrar en esa categoría, pues su miedo obsesivo y su aversión se dirigían, ni más ni menos, que a los huevos.
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Sí, leíste bien, el Maestro del Suspenso padecía de la llamada ovofobia, por lo que sentía temor y repulsión y síntomas de ansiedad cuando veía por error, en todas sus presentaciones, este común alimento.
Y aunque es extraño, el famoso director decidió, por mera practicidad, dejar de mantener en secreto su temor, pues así evitaba que se le fueran servidos huevos, o incluso, mostrados de lejos.
Y no sólo decidió dejar de mantenerlo en secreto, sino hacerlo completamente público en algunas entrevistas, entre ellas, en la que explicó lo siguiente:
"Los huevos me dan miedo. Algo más que miedo, me repugnan. Esas cosas blancas, redondas, sin agujeros… ¿Alguna vez han visto algo más asqueroso que la yema rota de un huevo rebosando ese líquido" amarillo?”, dijo el director británico.
Tanto convivió el hombre con su fobia, que era común que en sus películas tocara el tema de este trastorno, si bien no el propio, sí retrató varios temores extremos como los son a él de las alturas, en Vértigo y la eritrofobia (miedo a ruborizarse) en Marnie. Incluso, hay quienes sostienen la teoría de que en Los Pájaros utilizó a estos animales precisamente por ser ovíparos y así reflejar un poco de su miedo en una de sus cintas más famosas.
¿Las fobias pueden curarse?
Pueden tratarse con ayuda psicológica e incluso psiquiátrica y la intervención de medicamentos. El tratamiento más común consiste en eliminar las prácticas de evitamiento y de hacer al paciente enfrentar su miedo. Con la debida atención profesional, las fobias pueden superarse.
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