Amores Perros cambió para siempre el cine mexicano, luego de convertirse en la primera película mexicana nominada al Oscar en el siglo XXI y significó el comienzo de la carrera cinematográfica de Alejandro González Iñárritu. Para el aclamado director y quienes vivieron el rodaje de esa cinta, se trató de una mezcla de adrenalina y pasión para sacar adelante el proyecto.
A 20 años de su estreno, el director mexicano reveló algunos secretos sobre las grabaciones y el elenco en el primer día de la 18va edición del Festival Internacional de Cine de Morelia en una videoconferencia en la que participaron los actores Gael García Bernal, Adriana Barraza, Goya Toledo, Vanessa Bauche, Álvaro Guerrero, Jorge Salinas, José Sefami y Gustavo Sánchez Parra.
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El primer contacto de Iñarritú con Gael García
García Bernal relató cómo fue recibir una llamada telefónica desde México hasta Londres, donde estudiaba actuación. González Iñárritu, quien antes de ser cineasta fue locutor de radio, le preguntó con esa voz modulada si podía mandarle su guion para que lo leyera. García Bernal no sabía ni siquiera a qué dirección indicarle que lo enviara.
“Era una época en la que no entendía qué pasaba, no había leído un guion en mi vida”, dijo. “Era una época en la que así, con esa inocencia y esa entrega, de alguna manera siento que me pasó la película y la transcurrí confiando y sabiendo que estaba en un lugar en el que después iba a estar muy agradecido”.
Gustavo Sánchez Parra le tenía fobia a los perros
Por su parte, Sánchez Parra tenía una escena en la que frenaba una camioneta para increpar al personaje de García Bernal. También era su primera película y tampoco había un guion, por lo que nunca se imaginó que le pedirían conducir, algo que no sabía hacer.
“Fue un gran inicio que me tumbó toda la seguridad y que me hizo retomarla de una manera increíble”, dijo el actor.
El equipo de producción resolvió el problema empujando la camioneta y cambiando las velocidades por él para simular que conducía. Otro de los detalles es que el actor le tenía pánico a los perros, pero tenía que actuar en escenas de peleas entre estos animales. Sólo se atrevió a confesar este pavor al director.
“Tenías fobia a los perros”, dijo González Iñárritu. “Te sobrepusiste a tu miedo, controlaste el miedo y no sé cómo le hiciste pero agarraste de los pelos a los perros más salvajes de México y nadie podría decir que no eras un maestro peleador de perros, y eso a mí me impactó muchísimo... Sobrepusiste todos tus miedos personales y mira a dónde has llegado. Es un súper mensaje para toda la gente”.
Amores perros marcó un antes y un después en el cine mexicano
Fechas adelantadas para poder rodar con los actores elegidos por el director, escazas semanas de preparación, un asalto real con pistola durante el rodaje, un sonido que no quedó a la primera, un presupuesto millonario que al quinto día de producción ya estaba sobrepasándose y un director debutante no impidieron que González Iñárritu materializara la visión que tenía para su cinta.
Desde entonces ha conseguido cinco Premios de la Academia, incluyendo dos a mejor director, por Birdman (Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia) y The Revenant (Revenant: El renacido).
“Tenemos la oportunidad y el privilegio para vernos las caras todos con canas blancas ya”, dijo González Iñárritu. “Hubo un antes y un después en la vida de todos los que estamos aquí, de alguna forma nos afectó... es una película de todos y me siento privilegiado de haber podido contar con todos”.
La versión remasterizada de Amores perros inauguró el festival que se realizará hasta el domingo en Morelia, capital del estado occidental de Michoacán a donde viajó González Iñárritu para presentarla personalmente. Esta versión remasterizada será estrenada en cines mexicanos el 5 de noviembre.
lnb