El músico mexicano Antonio Sánchez, considerado uno de los mejores bateristas a nivel internacional, lució soberbio durante la musicalización en vivo de la película Birdman, ante más de cinco mil personas en el Auditorio Nacional de esta ciudad.
Fue una fecha única y una experiencia inolvidable para quienes son seguidores de su arte y de su trayectoria. Pero también para él, pues hace tiempo no tocaba en su país, debido a que desde hace varios años decidió radicar en Estados Unidos.
Antonio Sánchez, ganador del premio Grammy 2016 por la Mejor Banda Sonora de Birdman, dio la bienvenida al público que lo recibió con honores en la sala del majestuoso recinto.
Dijo que le causaba una profunda emoción presentarse en el Auditorio Nacional, sobre todo, en México.
“Es increíblemente especial tocar enfrente de mi gente. Es tocar esta noche en este recinto, con la presencia de mi familia, mi esposa y mis amigos. Es en este lugar donde he visto a tantos de mis héroes. Es una cosa que no puedo describir”, expresó.
Destacó que es uno de los pocos bateristas del mundo que tiene el privilegio de presentarse en solitario en dicho escenario.
“Soy mexicano al cien por ciento. Aquí nací y crecí, pero emigré en el 93 a Estados Unidos, pues quería hacer jazz. Llevo mucho tiempo viviendo allá, incluso me hice ciudadano americano hace un par de años y siento muy fuerte el conflicto que hay entre los dos países”.
Por lo anterior, urgió a que el pueblo de México pueda tener el gobierno que se merece. “Que nos traten como merecemos y que acaben con la violencia”.
Recordó que fue a los cinco años cuando comenzó a tocar la batería gracias a su madre Susana, quien ha sido un gran ejemplo para él, lo mismo que su abuelo el actor Ignacio López Tarso, quien estuvo presente esa noche.
“Comencé tocando rock y cuando estaba puberto, me hice fan de una estación de radio. Se trataba de WFM, en la cual pasaba la mejor música en México. Tenían un programa denominado ‘Noches mágicas’ y llamó mi atención cuando pusieron una melodía que proponía un ritmo que nunca había oído”.
“Al final alguien dijo: ‘Esto fue ‘Last train home’, de Pat Metheny Group’ y resulta que quien programó eso fue Alejandro González Iñarritu. Me fui a Boston en 1993, a Nueva York en 1999 y en 2001 empecé a trabajar con el grupo. En 2005 tocamos en Los Ángeles y por la noche había un after party. Yo estaba sudado y trataba de escabullirme hasta mi camerino pero sentí una mano.
“Volteo y un cuate me dice que Pat Metheny Group es uno de sus grupos favoritos y ver que yo era un mexicano que trabajaba con ellos, le provocaba mucha felicidad. Le pregunté a qué se dedicaba y me respondió: ‘Yo dirijo comerciales y cine’. No me impresioné mucho porque ahí, en Los Ángeles, todo el mundo dirige comerciales.
“Sin embargo, cuando le pregunté por algo que haya visto, me dijo: ‘Hice una cosa que se llama ‘Amores perros’ y otra que es ’21 gramos’’. Apenas me lo contó y casi me daba el patatús. Le di un gran abrazo diciéndole que era hiper fan. Desde ese día comenzamos una relación muy bonita”, relató.
En 2013, González Iñárritu le llamó por teléfono para proponerle trabajar en lo que consideraba una película de comedia negra, pues aún no estaba seguro del título.
“Yo iba manejando y le respondí: ‘Sí, claro, le entro’. En ese momento le conté a mi esposa que Alejandro me había llamado para hacer la música sólo con batería y ambos pensamos que estaba rarísimo. Después me cayó el veinte y me dio una emoción impresionante, pero cinco segundos después, me entró un pánico”.
Si bien, comentó, “Birdman” es una película diferente, “imagínense cómo se veía el guión. Yo decía: ‘Está bien malo esto’. Cuando llegué al final, recordé que me dijo que era una comedia negra y me di cuenta que no me reí ni una sola vez”.
Antonio Sánchez confió en González Iñárritu y en él mismo. El primer demo se lo regresó, pues el cineasta le explicó mediante un e-mail que buscaba exactamente lo opuesto.
“Se me ocurre más jazz orgánico improvisado”, le explicó, y Sánchez pensó que estaría más fácil porque es a lo que se dedica.
Así, al concluir el relato de la anécdota, el músico tomó asiento frente a su batería y apenas comenzó a proyectarse “Birdman” en la pantalla del Auditorio Nacional, inició el espectáculo magistral.
Birdman (Or The Unexpected Virtud of Ignorance) (2014), obtuvo cuatro premios Oscar como Mejor película, Mejor director (Alejandro González Iñárritu), Mejor guión original y Mejor fotografía (Emmanuel El Chivo Lubezki).
El filme cuenta la historia del actor Riggan Thomson (Michael Keaton), quien tras varios años de éxito gracias a su papel como el superhéroe Birdman, lucha por recuperar su carrera y equilibrar su vida personal.
ES