Con siete minutos de ovación en el estreno de su última película la víspera y un trato de estrella, el Festival de Cannes rescató la deteriorada imagen del actor estadounidense Johnny Depp, “apestado” en Estados Unidos pero aclamado en Francia.
Desde el martes, el actor, de 59 años, vive un idilio con el público en Cannes, que no le deja de pedir autógrafos y de aplaudirle con motivo de su nueva película, la cinta francesa “Jeanne du Barry”, en la que interpreta, en francés, al rey Luis XV de Francia.
La película de la directora francesa Maiwenn, que inauguró el martes la 76 edición del festival galo, le ofreció un regreso dorado a Johnny Depp, apartado de la saga Piratas del Caribe en 2018.
El actor reconoció que en su país natal dejaron de llamarle para rodajes y “la gente le mira mal en los McDonald's.
Pero rechazó que esté “regresando” y afirmó que no le interesa volver a la industria hollywoodiense. "Aparentemente he tenido 17 regresos (…) No me importa Hollywood, no necesito a Hollywood” declaró Depp en una conferencia de prensa multitudinaria en Cannes, a la que llegó con más de 40 minutos de retraso.
Depp reconoció que pese a ganar el caso, la demanda por maltrato de su ex mujer Amber Heard, le ocasionó un aluvión de críticas.
Defensoras de Amber Heard lanzaron una campaña en la que pidieron la clausura del festival de Cannes por invitar a Depp y por "celebrar a los abusadores durante 76 años".
“Mi vida se ha tratado como una ficción contada de forma horrible y fantasiosa" comentó el actor sobre su vida, de película.