La historia sobre un campesino que debe viajar a la capital del país para reconocer el cuerpo de su hija, forma parte de la competencia de Horizontes, la sección para cineastas debutantes del Festival Internacional de Cine de Venecia. Zapatos rojos es la ópera prima de Carlos Eichelmann Kaiser y una de las representantes de México en la Mostra.
Esta ficción que plasma en pantalla temas fundamentales como la paternidad, el linaje, la culpa y la violencia de género es igual de impresionante que la historia real de su protagonista. Tacho es un minero retirado que se dedica al pastoreo al norte del país, y ahora será parte de la competencia del Lido, donde la ficción que encabeza busca de uno de los premios principales.
“En 2018 estaba involucrado con un grupo de resistencia civil por un problema de mineras en San Luis Potosí, soy de ahí. En un grupo de WhatsApp alguien puso un reportaje sobre unas mineras canadienses que hacían algo parecido en Coahuila y en él aparecía Tacho, ahí supe que era mi protagonista”, comentó a MILENIO Carlos Eichelmann.
Sin dudar de su instinto, tomó screenshot del reportaje y cuando la película tomó un curso estable en cuanto a financiamiento, compartió las imágenes con su equipo, la búsqueda de Tacho comenzó, pero no había nada más allá para dar con su paradero, “llegamos a Tacho tras siete horas en coche, dos de ellas en terracería, desde Saltillo”.
Una vez que dieron con Tacho, el director decidió hacer una prueba para convencer al resto del equipo que era perfecto para el papel, “le pedí una escena que no está en la película y lo hizo de una forma muy genuina, tocó una fibra sensible; en la esquina del cuarto estaba Cipriana, su mujer, y comenzó a llorar también; todos nos quedamos consternados”, relató.
“Cuando terminó la prueba me dijo que ellos perdieron a una hija, como el personaje; no lo sabíamos. Ahí se decidió todo, a pesar de que siempre hubo dudas de si un actor natural y mayor podía con un protagónico que aparece en 98 por ciento de la película y además una ópera prima, eran los elementos para la tormenta perfecta”, agregó el realizador.
Prueba superada
El siguiente reto para la producción fue tener un protagonista que no sabía leer; Cipriana, la pareja de Tacho, “le leía las escenas, él las dibujaba en su cabeza, se iba por cinco horas con sus cabras al monte, se aprendía todo y volvía”, explicó Eichelmann, sobre el proceso con su actor, lo cual implicó adecuar los textos a la forma de Tacho.
Fue así como Eustacio Ascacio debutó como actor. Lo que viene ahora es la presentación de la película en Venecia y con ello una vorágine mediática. De acuerdo con Eichelmann, espera que la dinámica de una película y un festival no cambie la vida de su protagonista. Tacho ya está tramitando su pasaporte y sería la primera vez que deje del país.
“Es una persona muy conectada al campo, a lo esencial de la naturaleza, lo que sí nos cambió a todos fue el proceso de hacer la película. Para Tacho y su mujer esto fue un proceso de sanación por la pérdida de su hija, una especie de constelación familiar. Para mí, fue un proyecto que me tocó desde mi historia familiar y profesional”, dijo Carlos.
Zapatos rojos
El 4 de septiembre Carlos Eichelmann Kaiser presentará Zapatos rojos en la sección Horizontes de Venecia; estará acompañado por parte de su equipo, incluido el protagonista. La cinta aborda como eje central la violencia de género, no como un asunto coyuntural, sino desde la culpa y la introspección.
“La cinta habla de temas fundamentalmente como el conflicto con el padre y con el linaje, la violencia de género y la culpa. La historia nace de inquietudes propias, si rasco más en lo profundo puede ser que el primer impulso de la película fue la relación con mi papá, pero evolucionó y se convirtió en esta historia”, confió Carlos.
“El personaje termina expuesto a sus sentimientos, lo consume una culpa tremenda por un acto de violencia machista que marcó su vida; ese es el balance de la película: es alguien que está tan consumido por la culpa que lo último que queda de él está a flor de piel, ya no hay tiempo ni fuerza para contener todo y al final explota”, agregó.
Sobre tocar temas tan sensibles, Eichelmann dijo que es de la idea de llegar a soluciones desde un sentimiento como el amor, “porque la herida (del machismo) está ahí y no me gusta la reflexión panfletaria, como poner el dedo en la llaga sin proponer, sabemos que hay algo mal, pero se pueda sanar la herida desde la reflexión poética”.
Filmación
La película se rodó en Ciudad de México y en el desierto de San Luis Potosí durante los meses de pandemia.
En equipo
Es una coproducción entre México e Italia que cuenta con el apoyo del Eficine.
Más festivales
Después de su premier en Venecia llegue a otros festivales internacionales hasta que llegue su estreno comercial en 2023.
caov