El Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) cerró con un homenaje a Terry Gilliam, quien recibió la Cruz de Plata, habló de su trayectoria y las historias que ha llevado a la pantalla grande; el director británico aprovechó para reflexionar sobre actualidad, pasando por la tecnología, la violencia, la drogas y el humor.
“Todos deberíamos trabajar con nuestra propia realidad, aunque cuando cruzas la calle es bueno estar en la realidad de los demás; la realidad se mueve más rápido de lo que nosotros avanzamos. Mis películas no son un escape de la realidad, son como volar por encima con personajes que se jalan al mundo real; quiero alentar a todos a que confíen en su imaginación, que no siempre es bueno, puede imaginar ser Miguel Ángel o Hitler, pero tienen que aprender a utilizarla y determinar en qué creer y qué controlar”, dijo.
Y añadió: “Durante todo este tiempo he ganado dinero para poder hacer películas como las que crecí queriendo ver; se trata de un carrera larga y egoísta, porque las hice para entretenerme a mí mismo, pero me gusta que le hayan entretenido a alguien más. (...) Casi no tengo sueños, me inspira más lo que pasa cuando estoy despierto. Afortunadamente tengo los químicos necesario para soñar sin probar ninguna droga, mejor ahorro dinero y compro cámaras; la imaginación es una droga más barata y segura que los ácidos”.
La plática lo llevó a hablar de la violencia, recordando dos casos: el primero, sobre un amigo que fue despedido de su trabajo como profesor por sacudir a un joven, cuando el adolescente sobrepasó los límites y necesitaba alguien que se lo dijera; el segundo, el de Johnny Depp, a quien entiende, pues sabe que no golpearía a una mujer, pero a veces la desesperación lleva a desquitarse con cosas materiales. Por supuesto, no llama a la violencia, pero sabe que forma parte del instinto.
HOMBRE DE CAMPO
Cuestionado sobre el impacto de la tecnología en la sociedad actual, se dijo antimaterialista y subrayó que le inquieta vivir en una sociedad de consumo en la que se venden cosas que no necesitamos.
“La tecnología es maravillosa, el problema es cuando te domina; yo fui criado en el campo y confío más en la naturaleza que en la tecnología”, afirmó, aunque aceptó que por la edad ya comenzó a utilizar el celular, para no olvidar cosas importantes.
Finalmente, recordó la importancia de la risa: “El pensamiento actual es peligroso, porque limita el humor, no podemos reírnos de nosotros. A mí me gusta reír con ustedes, somos criaturas con inteligencia y parece que no sabemos utilizarla muy bien. Hemos pasado a una época en la que somos víctimas, quizá de nuestros líderes políticos, pero somos fuerte y poderosos, debemos recordar que no todo es personal y vivir con humor”.
Y ADEMÁS
HOMENAJE AL CINE FILIPINO
Filipinas es el país invitado y, por ello, el director Kidlat Tahimik recibió un homenaje; el padre del cine independiente filipino habló sobre su método. “Cuando eres un cineasta independiente tu duende interno te mueve y te dice: hay que contar la historia, esto es lo que he hecho los últimos 45 años”, dijo.