Luego de que se dio a conocer el Acuerdo México-Estados Unidos-Canadá (Amec), que se prevé firmar en noviembrey contempla a la industria cinematográfica, miembros del gremio reflexionaron sobre lo que puede pasar con su entrada en vigor y llamaron al gobierno mexicano a revisarlo con detenimiento.
“Hay un capítulo sobre la excepción cultural donde se dice que México es soberano de impulsar sus bienes, pero el truco es que muchas obligaciones la condicionan; la Legislatura 64 tiene en sus manos el poder de reorientar el camino de México, pero tiene que suceder antes de que se firme, porque algunas cláusulas dicen que los tres países respetarán las leyes que estén vigentes al momento de la firma, pero si después se reforman y afectan los intereses de las empresas extranjeras tendrán que indemnizarlas”, dijo a ¡hey! Víctor Ugalde, presidente del Observatorio Público Cinematográfico’ Rafael E. Portas.
Llamó a evitar que el término “trato nacional” incluya los bienes de la excepción cultural, porque una película estadunidense no puede ser tratada como una mexicana; impedir que un filme se considere un “servicio”, porque saldrá de la excepción cultural; establecer requisitos de desempeño que obliguen a las empresas a contar con una sucursal en México para cumplir nuestras leyes, y fijar un porcentaje de difusión para sus redes o salas que permitan el acceso a películas y programas nacionales.
“Yo no sé si vaya a haber cambios (con el tratado), pero, sin duda, los vamos a proponer, entra una nueva administración y yo soy optimista; en la Sociedad de Directores, donde estamos desde Alejandro González Iñárritu, Amat Escalante, Carlos Reygadas, Gary Alazraki, queremos dar a la próxima secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y a María Novaro, nueva directora de Imcine, propuestas para defender nuestro cine. Todavía no te puedo hablar de algo en concreto, pero se habla de legislar el tiempo en pantalla”, refirió el director Sebastian Hoffman.
El actor Tenoch Huerta aceptó que no ha leído con detenimiento el texto, pero lamentó que, si trate principalmente de piratería.
“Una vez más nos están obligando a ser la policía que cuida los intereses de Estados Unidos”, porque aunque se tiene que regular y proteger los derechos de autor, el principal problema es “la competencia desigual” y los pocos mecanismos de distribución y exhibición en el mercado interno, que “se ve afectado por el tratado y la falta de interés de los exhibidores”.
Finalmente, todos coincidieron en que con la llegada de las nuevas plataformas, como Netflix o Amazon, la regulación se debe extender al streaming, para garantizar una salida digna a la producción nacional y que ésta recupere su inversión dentro de un comercio que resulte a todas luces justo y a favor de la libertad de elección de los propios mexicanos.
Empresarios celebran
Tábata Vilar Villa, directora de la Cámara Nacional de Cine (Canacine), celebró que el tratado no vea como una práctica desleal el tema de estímulos gubernamentales al cine mexicano; además, indicó que si bien no nivelará la competencia tampoco perjudicará a los creadores nacionales.
“Sencillamente se adecuó este 10 por ciento de la cuota de pantalla que ya está en la legislación mexicana, entonces, no hay avance ni retroceso; el cine mexicano está llegando a retos históricos en taquilla y esto tiene que ver con la competencia, cuando había una cuota de 49 por ciento de cine nacional fue justo la época del peor cine mexicano”, señaló.
Y añadió que “el acuerdo lo vemos favorable por la modernización de la parte de la propiedad intelectual, el camcording se busca penalizar, actualmente nuestra legislación no lo considera un delito, esto nos va a obligar a mejorar la regulación; además, el hecho de que siga habiendo un tratado que favorezca la importación y la exportación facilita la posibilidad de hacer negocio”.
Cineastas reflexionan sobre el nuevo TLCAN
Víctor Ugalde, Sebastian Hoffman y Tenoch Huerta llamaron a proteger la cinematografía nacional antes de firmar el acuerdo que, dicen, debe ajustarse.
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