En su cinta La mula, que estrena en México este fin de semana, Clint Eastwood interpreta a Earl Stone, personaje basado en Leo Sharp, un veterano de guerra que a sus casi 90 años decidió convertirse en un traficante de drogas para el cártel de Sinaloa, orillado entre otras cosas por la quiebra de su negocio de cultivo de flores, el cual quedó en el olvido por no adaptarse a la tecnología y los pedidos online.
Haciendo un paralelo con la realidad actual, en una conversación en Los Ángeles con M2, el actor dio su opinión sobre la influencia de la tecnología en el cine y la discusión sobre el formato en el que deben verse las películas, situación que cuando filmó clásicos como Unforgiven, seguramente jamás pasó por su cabeza.
“Sé que puedes mostrar películas en un celular, pero creo que es patético hacer eso porque no hay ciencia en ello. Ves a la gente pegada a sus pantallas y puedes pensar que están viendo una película y si se les atraviesa un coche en frente, será su culpa (risas). Próximamente le podrán instalar algún objeto a las personas para que puedan ver las películas en su mente y eso podrá estar bien también. Pero hay algo en ver una película y que te lleve por un viaje, ver el cine en las salas sigue siendo la mejor forma de hacerlo”, opinó el realizador, una de las figuras más representativas del cine de grandes estudios.
Con La mula, Eastwood de nueva cuenta toma una historia real que fue noticia para adaptarla en un largometraje. El protagonista de la historia hace un recorrido de la inocencia a la conciencia de formar parte del negocio ilegal del tráfico de drogas, tema central en la conversación actual entre México y Estados Unidos.
“Hay muchas noticias en nuestro país sobre las drogas que son introducidas por los cárteles y también hay drogas legales que son consumidas de manera abusiva y es algo muy peligroso y degradante para la sociedad en Estados Unidos. Así que es interesante interpretar a un personaje que está del otro lado, como el de esta película, tienes que abordarlo como lo que es”, dice el actor, que en efecto no toma partido y se limita a presentar la historia de un hombre de avanzada edad y una decisión que cambió su vida.
Otra de las razones por la cual el protagonista del filme decide arriesgarlo todo, es su familia, personas con las cuales siempre ha sido un tipo decepcionante. Si bien el trafico de drogas podría pensarse como el eje de la historia, realmente lo es la toma de acciones y sus consecuencias.
“Tienes que racionalizar lo que está pasando de la misma forma que mi personaje lo hace. Piensas que está bien, que de repente recibes 20 mil o 30 mil dólares por un viaje, una cantidad de dinero de la que jamás había escuchado y con este dinero eres capaz de ayudar a otras personas, pero también está dañando a muchas otras, porque este material será vendido a los jóvenes”, concluyó.
Clint Eastwood, de cowboy a traficante de drogas en Sinaloa
El legendario realizador de 88 años estrena este fin de semana la cinta La mula, la cual produce, dirige y actúa.
Ciudad de México /
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