'El Chivo' Lubezki ve a la cinefotografía como una artesanía

El cinematógrafo participó en Canon Zoom iN Project, en donde compartió con sus colegas su pasión por el cine.

Emmanuel Lubezki. (Alfonso Manzano)
Eduardo Gutiérrez Segura
Ciudad de México /

Emmanuel El Chivo Lubezki llegó al escenario de la Sala Nezahualcóyotl, del Centro Cultural Universitario (CCU), a paso lento, como si intentara atesorar cada minuto de su regreso a la máxima casa de estudios de la que él forma parte como ex alumno del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC); en el lugar se sumó a las actividades del Canon Zoom iN Project.

En una clase magistral, El Chivo recordó sus orígenes en las artes, primero en la música y luego ya en la cinefotografía, de cómo fue en casa de sus padres donde vio la primera cámara amateur y “algo en la reflexión del lente y como la luz la acariciaba, me llamó la atención”, por lo que luego decidió acudir a los talleres de Pedro Meyer y después inscribirse al CUEC.

Con su desarrollo en la cámara, Lubezki, afirmó, que tiene claro cómo le gustaría que se considere su labor: “El cinematógrafo no es un artista, es un artesano como quien hace una silla, si el director logra elevar el trabajo del cinefotógrafo a otra esfera… pero la cinefotografía es una artesanía, requiere de aprender a usar la cámara, salir a tomar fotografías.

“Aprender a comunicarse con el director, es parecido a la labor de un gran ebanista”, agregó Emmanuel, quien también hizo eco de su amistad y trabajo con Alfonso Cuarón, Alejandro El Negro G. Iñárritu y de cómo Terrence Malick fue su “mentor”, ese que le pidió no tener miedo a dejar atrás “la estructura de Hollywood” y que le enseñó a observar.

Lubezki también aceptó que “abrazó” sin reparos el cambio de celuloide a digital, ya que descubrió en varias cintas las virtudes que puede ofrecer la tecnología para contar historias, aunque enfatizó que a pesar de los grandes avances y de la “democratización” de los medios audiovisuales, siempre será indispensables “grandes mentes” como las de Cuarón, G. Iñárritu o Malick”.

Finamente, a las futuras promesas de la fotografía les aconsejó que en este camino que inician es de suma importancia, además, por el mundo de “las grande imágenes, es difícil encontrar la voz propia, si lo logran será como una inversión y le va a llegar a la gente, no se debe tratar de reproducir lo que otros hacen”.

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