Han pasado casi diez años desde que se apagaron los expresivos ojos violeta de Elizabeth Taylor, una de las actrices más representativas de la época dorada de Hollywood. Nacida el 27 de febrero de 1932, la estrella hubiera celebrado hoy su cumpleaños número 89.
Elizabeth Rosemond Taylor, ganadora del Premio Oscar por su actuación en BUtterfield 8 (1960) y ¿Quién teme a Virginia Woolf (1966), fue una mítica actriz británica-estadunidense que incursionó en el séptimo arte desde pequeña. Recordamos su primer papel en el cine, cuando apenas tenía 10 años.
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El debut cinematográfico de Elizabeth Taylor
Inmersa en el ámbito artístico desde muy niña, pues su padre era comerciante de arte y su madre actriz teatral, apareció por primera vez en la pantalla grande como Gloria Twine en la cinta de Universal Pictures, There's One Born Every Minute (1942).
En ella compartió créditos con Carl Switzer, un actor infantil recordado por su papel de Alfalfa, el niño con el 'gallito' en el cabello, protagonista de una serie muy popular de 1920 a 1940, Nuestra pandilla, adaptada y llevada a la pantalla grande en 1994 en La Pandilla: los pequeños traviesos.
Tras su debut cinematográfico, la presencia y la mirada expresiva de Elizabeth Taylor llamó la atención de la compañía Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Fue así que, un año después, Samuel Marx, un productor de dicha empresa, la pidió para el filme Lassie Come Home (1943), donde encarnó a una niña que simpatiza con Lassie, la famosa perrita collie de la que se han hecho más de una decena de películas, siendo ésta la primera de ellas.
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Ascenso y declive de Elizabeth Taylor
Después de sus dos primeros largometrajes, siguieron una gran cantidad de cintas, entre ellas Gigante (1956), un western con el galán Rock Hudson y el icónico James Dean. Obtuvo dos Premios Oscar, se casó ocho veces, dos de ellas con Richard Burton, con quien protagonizó la emblemática Cleopatra (1963).
A partir de los setenta comenzó su declive, en gran medida por sus problemas de salud, pues fue hospitalizada en múltiples ocasiones. Dolores de espalda, diversas fracturas, operaciones de cadera, un tumor cerebral benigno extirpado en 1997, sufrir de neumonía en el 2000, un tratamiento contra el cáncer de piel en 2002 y ser diagnosticada con insuficiencia cardiaca congestiva en 2004 fueron algunos de sus padecimientos.
Sus últimas apariciones en público las realizó en silla de ruedas debido a una osteoporosis. A pesar de ello, siempre mantuvo su labor humanitaria en la lucha contra el sida, motivo por el que fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia en 1992 y Premio a la Labor en Causas Humanitarias en 1993.
La legendaria Elizabeth Taylor murió el 23 de marzo de 2011 a los 79 años de edad, a causa de complicaciones derivadas de insuficiencia cardiaca.
CAR