Eugenio Caballero, el diseñador de producción quien recién estuvo nominado a los Premios Oscar por su trabajo en Roma, convocó una larga fila se desplegó a las afueras del Conjunto de las Artes Escénicas de Guadalajara para dar la bienvenida a
El creador de los mundos fantásticos de El laberinto del fauno o Un monstruo viene a verme compartió por más de una hora los detalles de su trabajo en el set, aunque no siempre fue una labor sencilla, menos en sus inicios.
“No hay como tal una escuela de dirección de arte o diseño de producción, es un oficio que se aprende de maestro a pupilo, como esos viejos oficios donde pasas el conocimiento”, explicó Caballero al publico del FICG.
De hecho, “hace veinte años cuando comencé, no me imagino diciéndole a mi padre “quiero ser director de arte”, eso no pasaba, pero ahora es un poco distinto”, dijo a modo de broma para reiterar la necesidad de crear escuelas.
“España e Inglaterra tienen escuela, pero sí ha habido una especie de observación al oficio intrínseco, al quehacer cinematográfico que antes era menos conocido”, explicó el ganador del Oscar por El laberinto del fauno.
Durante su clase magistral, Eugenio compartió parte del trabajo realizado en Roma y detalló la construcción del set para ambientar avenida Insurgentes, desde el trabajo físico hasta la conclusión digital para completar los edificios.
Además mostró parte de su labor en El laberinto del fauno y en particular lo que emocionó al público fue la maqueta de Un monstruo viene a verme, que crearon para lograr el derrumbe del cementerio y la iglesia que aparecen en la cinta.
Entre las anécdotas que compartió sobre lo más complicado en años pasados destacó la necesidad de resolver asuntos emergentes, como el día que una tormenta destruyó su set de semanas de trabajo para Romeo y Julieta.
“Pasan cosas inesperadas... Romeo y Julieta fue una película dificilísima, la parte que rodamos en Veracruz era un arco ambientado exterior y se vino uno de los aires más fuertes y el mar subió, se llevó la arena y el pinche set se hizo caca.
“Los productores llegaron como enjambre y nos preguntan cómo íbamos a reconstruirlo, la playa quedó destruida y al final eso era una especie de metáfora de lo que se decía en la película y para mí eso fue una gran enseñanza del ofició”, dijo.
ES